Aprendizaje esperado: establece vínculos afectivos y apegos seguros.
Énfasis: acciones que afectan el desarrollo de las niñas y niños.
¿Qué vamos a aprender?
Hola, papás, mamás, cuidadores y cuidadoras. En esta sección se ha preparado información relevante para ustedes que les auxilie en la crianza de sus hijas o hijos.
La Educación Inicial es el servicio educativo que se brinda a niñas y niños menores de tres años de edad, con el propósito de potencializar su desarrollo integral y armónico en un ambiente rico en experiencias formativas, educativas y afectivas, lo que les permitirá adquirir habilidades, hábitos, valores, así como desarrollar su autonomía, creatividad y actitudes necesarias en su desempeño personal y social.
La información que se compartirá en esta sesión retoma algunas ideas en el Plan y programas de Estudio de la Secretaría de Educación Pública, en el apartado de Educación Inicial, donde encontrarán las guías elaboradas especialmente para acompañar en la crianza de las niñas y niños de 0 a 3 años, si no la tienen, no se preocupen, la pueden encontrar en la página de Plan y programas de estudio de la Secretaría de Educación Pública, en el apartado de materiales de Educación Inicial:
Cuántas veces han observado a un niño que está muy inquieto y no para de llorar, su mamá lo regaña y le decía que dejara de hacer berrinche, pero como el niño no para de llorar, ella le da un fuerte pellizco.
Entonces el niño lloró más, y fue así como la mamá le prometió prestarle el celular si se callaba, al final logran que el niño deje de llorar, entregándole el celular, pero ¿En realidad eso era lo que necesitaba o quería el niño?
Es posible que el niño quería atención de su mamá, a veces los adultos confunden la atención que requiere la niña o el niño con el deseo de un objeto, por eso es importante observar y conocer bien a sus hijas e hijos.
Y precisamente de eso se trata el tema de esta sesión, pero antes de iniciar y con el fin de que estén relajados, canten una canción, pónganse de pie y levanten las manos cuando inhalen y las bajen cuando exhalen. El canto inicia de esta manera:
Cuando inhalo, inhalo paz,
cuando exhalo, exhalo amor.
Cuando inhalo, inhalo paz,
cuando exhalo, exhalo amor.
Inhalo, exhalo,
Inhalo, exhalo.
Cuando inhalo, inhalo paz,
cuando exhalo, exhalo amor.
Cuando inhalo, inhalo paz,
cuando exhalo, exhalo amor.
Este canto les puede ser de mucha ayuda y además es muy divertido. Este ejercicio está pensado para ayudarlos a recobrar la calma y pensar con claridad, ustedes pueden ocuparlo en el momento que lo necesiten.
La experiencia que observan en el ejemplo del inicio de esta sesión va muy acorde a este tema. Muchas veces los adultos recurren a castigos o amenazas para controlar a las niñas y a los niños, y poder obtener la obediencia inmediata, sin embargo, estas acciones son contraproducentes.
Algunos adultos también tienden a estarlos premiando con objetos o juguetes para que hagan caso, pero esto tampoco quiere decir que se atiendan sus verdaderas necesidades.
Es en Educación Inicial donde se orienta y enriquece la práctica de crianza en los primeros años de vida de las niñas y los niños, lo que constituye un aporte valioso frente a las dificultades que pueden presentarse con sus hijas e hijos. Se sabe que en ocasiones es difícil comprender y dar sentido a las conductas de niñas y niños pequeños.
En ocasiones llegan indispuestas o indispuestos a casa y están de mal humor, lo que los lleva a hacer acciones que no son las adecuadas con la familia, por ejemplo: cuando no regulan el estrés y la irritabilidad pueden ejercer violencia hacia las niñas y niños. Esto no sólo representa una grave violación a sus derechos, sino que produce emociones como miedo, tristeza, resentimiento, enojo, impotencia y desamparo, afectando su autoestima y dañando el vínculo afectivo con ustedes.
En un momento en el que la ira y el enojo predominan, algunos adultos tienden a usar palabras humillantes, castigos y maltratos para educar. Esto genera efectos contraproducentes, por ejemplo: al escuchar palabras de menosprecio, las niñas y los niños, creen que realmente así se definen como personas, esto puede ocasionar baja autoestima, trastornos de identidad y más violencia.
Para seguir profundizando en el tema, observen la siguiente cápsula de Don Leopoldo.
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Cápsula “Don Leopoldo”.
Las niñas y los niños son sujetos de derecho, piensan, sienten, opinan y son parte de la comunidad. Es fundamental asegurar su bienestar emocional.
Retomando el ejemplo, a veces los padres recurren a calmar a sus hijos con regaños, violencia física o también con objetos, como juguetes y dispositivos electrónicos, esto no es recomendable. Es importante detenerse a pensar que las niñas y los niños requieren atención y cariño en ese momento.
Los castigos se viven como algo negativo y los premios son gratificantes, sin embargo, esto no quiere decir que sean algo que las niñas y niños necesiten. Al usarlos para controlar la conducta, están condicionando a las niñas y a los niños. Son acciones a las que madres y padres recurren muchas veces para calmar una situación que se sale de control.
Imaginan a un niño, que su familia es muy estricta con él, a tal punto que tiene que pedir la palabra para dar a conocer lo que necesita, y debe estar sentado y en silencio. Para sus padres, esto es ser bien portado y educado; pero él niño, es muy inquieto y le cuesta mucho trabajo estar tranquilo. En ocasiones recibe una nalgadita (como antes le decían) lo que se veía muy normal, incluso hasta el día de hoy en algunos tipos de crianza lo siguen haciendo.
Estas acciones pueden marcar de manera definitiva el desarrollo de las niñas y los niños para profundizar en el tema, escuchen el siguiente video, en el cual el Lic. Luis Gerardo Jiménez Rojas, director del CAI 31 de Ciudad de México, menciona información importante:
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Director.
Es necesario estar conscientes del impacto que tiene el interactuar de manera positiva o negativa con las niñas y niños. Es indispensable tener cuidado al relacionarse con sus hijas e hijos, ya escucharon el daño que pueden ocasionar en sus procesos de desarrollo y aprendizaje.
Por eso es bueno que como madres, padres y cuidadores tengan presente que cada persona adulta es responsable de cuidar y generar las condiciones necesarias para una mente sana y libre de violencia en las niñas y niños de su entorno.
Es muy importante que tengan presente lo siguiente:
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Las niñas y niños desde el nacimiento requieren la presencia de cuidadores sensibles y cariñosos.
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La arquitectura cerebral puede ser afectada de manera adversa cuando el bebé vive situaciones de estrés, negligencia o abandono.
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Es necesario promover el desarrollo de las habilidades de cuidado pertinente, así como ofrecer la contención necesaria tanto en el entorno familiar como en los Centros de Atención Infantil.
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La generación de vínculos de apego sano marcará la calidad de las relaciones sociales durante la niñez y en la edad adulta.
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Garantizar experiencias sanas en el desarrollo puede generar adultos que superen mejor la adversidad.
La edad de 0 a 3 años es una edad sensible, lo que puede marcar de manera positiva o negativa el desarrollo y crecimiento de niñas y niños. En las prácticas de crianza, cada madre, padre o cuidador tiene una historia de vida, y sus experiencias fueron las que los formaron, algunas les ayudaron a sentirse queridas y queridos, pero otras no.
Muchas de las prácticas de crianza son generacionales, por ejemplo: antes, la forma de educar era muy rígida y hasta violenta. En este momento que se cuenta con mucha información y asesorías sobre el desarrollo emocional de las niñas y de los niños, a las que pueden recurrir para brindarles una crianza amorosa.
Incluso en los Centros de Atención Infantil se cuenta con especialistas en la primera infancia que realizan reuniones con las madres, padres y cuidadores para mejorar la atención brindada a las niñas y los niños, y más en estos tiempos de pandemia donde no cuentan con espacios para su educación y recreación. Entonces la tarea de madres y padres de familia se ha intensificado, originando diferentes estados de ánimo y situaciones de estrés.
Es complicado y pesado, y por ello les resultará más fácil educar condicionando con premios o castigos, al creer que de esta manera pueden “controlar” a las niñas y los niños, pero como lo han aprendido hoy: ¡No lo es! y ahora se sabe que hacerlo es una forma de violentar la niñez.
Partiendo de la idea de que la palabra y acción de “controlar a las niñas y los niños” no es la adecuada. Observen el siguiente video.
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Licenciado Dustin Amaya.
Por ello es importante estar informados de cómo deben actuar frente a las niñas y los niños, y nunca recurrir a la violencia en ninguna de sus modalidades.
Deben cambiar el chip, nada de castigos, humillaciones, ni amenazas. Obtendrán mejores resultados con una crianza respetuosa, llena de entendimiento y muestras de cariño hacia sus hijas e hijos.
Otro ejemplo, una señora cuando era pequeña era muy difícil que tuviera la atención de su mamá porque eran siete hermanos y como era la mayor, desde pequeña tenía que ayudar a su mamá y si algo no le salía bien, era juzgada y los castigos eran tanto psicológicos como físicos.
Eso era normal en esos tiempos y a la fecha algunos castigos se siguen considerando “normales”, por eso se hacen campañas contra la violencia en la primera infancia.
Fueron tiempos difíciles y seguirán existiendo tiempos así, pero eso no justifica la violencia. En la actualidad ha cambiado la crianza de las niñas y los niños: hay nuevos estudios e instancias públicas y privadas que brindan apoyo a niñas y niños, además de orientación a madres y padres de familia que promueven la crianza compartida y el sostén emocional fundamentado en un enfoque de derechos.
Partir de la propia experiencia puede generar muchas dudas, buscar asesorías y apoyo es muy válido. Observen el siguiente video donde una mamá comenta su inquietud en relación con el tema.
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Pregunta Brenda.
Definitivamente se debe saber cómo actuar ante situaciones frustrantes y problemáticas. Hay ocasiones, como en los momentos de estrés, en que los rebasan las emociones, algunos adultos tienen dificultad para manejar su enojo y esto puede ocasionar que recurran a la expresión agresiva de la emoción.
Es esencial buscar la forma de calmarse para calmar a su hija o hijo. El respirar, cerrar los ojos y aclarar nuestras ideas antes de reaccionar puede ayudar. Los invitamos practicar “parar” y alcanzar un estado de calma:
PARA, ATIENDE, RECUERDA, APLICA Y REGRESA
Esto les posibilitará recobrar la calma y poder tomar decisiones libres y conscientes, que los permitan abordar la situación con mayor balance, objetividad y bondad frente a las niñas y los niños.
Para tenerlo presente, pueden utilizar un objeto que siempre lleven con ustedes en su bolsillo o lo cuelgan a sus llaves, incluso lo pueden sujetar con un listón en su muñeca. Este objeto va a simboliza el amor por su familia, y les va a recuerda “parar” antes de reaccionar de manera no adecuada ante sus hijas, hijos, familiares o incluso ante cualquier otra persona.
Cuando el cuidador entiende la trascendencia de lo que ocurre en la primera infancia, su tarea se dignifica y cobra sentido. Y ahora que recuerdan que deben “parar” ante una situación difícil con las niñas y los niños, pueden continuar hablando de la crianza que requieren para su desarrollo sano y armonioso.
El adulto registra en su mente y en su corazón que puede salvar vidas e influir positivamente en la trayectoria de su hija e hijo mediante su presencia activa, por lo tanto, es importante entender las interacciones del servir y devolver, teniendo presente que la manera en que respondan ante las necesidades y demandas de las niñas y los niños, será la manera en que se desarrollarán y formarán su personalidad.
Es importante procurar y generar ambientes armónicos entre las niñas y niños, brindar atención adecuada y libre de violencia. El juego contribuye a canalizar su energía y permite que las emociones fluyan.
Los invitamos a tener a la mano los siguientes materiales, que pueden encontrar con facilidad en el hogar.
Pintura o papel de colores.
Resistol.
Tubos de baño.
Ojos movibles o de calcomanías.
Liston o hilo.
Un palito de madera.
Clips de colores y
Un recipiente o material para recrear un ambiente de pesca.
Primero van a pintar los tubos de baño, luego los van a cortar en tiras hasta llegar a la mitad y después los pegan y dibujan los ojos y los decoran, enseguida les harán dos orificios a los lados, para poner hilo o listón.
A continuación, van a elaborar una caña de pescar, pueden pintar o no el palo, amarren en uno de los extremos un listón y al final del mismo inserten el clip para tener así el anzuelo.
A cada pulpo le pegan un círculo de cartulina que tendrá escrita una indicación, por ejemplo:
Inflar un globo y correr a una silla para reventarlo.
Tomar una hoja de periódico y rásgala en tiritas o
Arrugar 3 hojas de papel y lanzarlas tan fuerte como puedas.
Después será momento de armar su ambiente de pesca.
Con este juego estarán favoreciendo las interacciones afectivas entre los adultos, las niñas y los niños, siempre y cuando se desarrolle en un ambiente socioemocional estable.
Otra actividad que puede generar un ambiente armónico entre adultos, niñas y niños es la lectura de cuentos. La narración de cuentos es un medio maravilloso para generar momentos de disfrute entre madres, padres y cuidadores con las niñas y los niños.
Escuchen el siguiente cuento.
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¿Dónde está el Lobo?
Ofrecerles a las niñas y los niños un cuento, una canción, un abrazo o sus oídos, dará la pauta para cultivar relaciones basadas en la empatía, la honestidad, la bondad y la generosidad. Con eso desarrollarán las habilidades que les permitan formar seres humanos libres, justos y solidarios.
Los estilos de crianza han cambiado, y como muestra de ello conozcan la experiencia de la abuelita Blanca Menchaca de Coahuila, quien gracias a su experiencia ha podido percatarse de estos cambios. Observen el siguiente video a partir del minuto 1:24 a 3:36 y del 4:00 a 4:48
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Abuelita.
Han cambiado los estilos de crianza, y que las personas mayores se percatan de que estos cambios van más enfocados para mantener el bienestar y la atención a las niñas y los niños.
Pueden identificar y reconocer distintas acciones que afectan el desarrollo de las niñas y niños, por ejemplo:
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Juzgar.
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Humillar.
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Chantajear y
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Otorgar premios y recompensas para controlar la conducta.
Reconocer estas acciones como violentas, les permitirá tener presente que no deben recurrir a ellas, y les recordará la importancia de recuperar la calma en momentos de estrés, también es necesario entender las necesidades de las niñas y los niños, y por supuesto atenderlas.
Si primero las reconocen como acciones negativas en la crianza, las pueden erradicar.
Enfocarse en ser mejores madres y padres requiere que sean capaces de:
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Transmitirles mucho amor, calidez y a la vez seguridad.
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Entender, valorar y aceptar a las niñas y niños.
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Asumir que ser madre, padre o cuidador tiene luces y sombras, pero sentir que vale la pena el esfuerzo.
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Estar cerca de ellas y ellos cuando sea necesario, pero también darles su espacio cuando puedan realizar algo por su propia cuenta.
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Postergar las propias necesidades para satisfacer las de su hija o hijo cuando sea necesario.
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Recordar que ellas y ellos van creciendo y que de acuerdo con sus características será la exigencia y atención que requieren.
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Mirar, hablar, escuchar y sostener de forma amorosa (eso le hará sentir importante, aceptado y por supuesto querido).
Si tienen dudas o necesitan ayuda para realizar las actividades propuestas o alguna sugerencia y quieren compartirlas con nosotros pueden enviarlas al correo [email protected]