¿Cómo son y qué hacen? – Lenguaje Tercero de Secundaria

Aprendizaje esperado: emplea recursos gráficos y visuales para la construcción de un texto.

Énfasis: revisar la caracterización y la función de personajes para su inclusión en historietas.

¿Qué vamos a aprender?

Los materiales que necesitarás para esta sesión es tu cuaderno, lápiz o bolígrafo para que puedas tomar notas y tu libro de texto.

Recuerda que todo lo que aprendas te servirá para consolidar tu conocimiento, por lo que se te recomienda llevar un registro de las dudas, inquietudes o dificultades que surjan durante la sesión, pues muchas de éstas las podrás resolver al momento de consultar tu libro de texto y revisar tus apuntes.

Seguramente ya conoces las historietas, quizás hayas leído algunas en la clase de español o por interés personal, por diversión.

¿Qué hacemos?

Las historietas pueden ayudar a las personas a reflexionar acerca de su conducta. A través de las palabras, la trama y las imágenes es posible abordar problemáticas sociales de todo tipo.

Por ejemplo, la falta de empatía es, definitivamente, un problema social terrible.

En esta ocasión aprenderás sobre la caracterización y función de los personajes en una historieta. Es pertinente que te bases en el tema que se propone para desarrollar el contenido de la sesión. Y crearás una historieta acerca de la empatía.

Para ello es recomendable que recuerdes algunos de los elementos que conforman esta clase de propuestas gráficas y literarias. De ese modo podrás contextualizar el propósito de la sesión.

Observa el siguiente el siguiente video sobre la función social de la historieta. Si te es posible, complementa tus apuntes con la siguiente información. Obsérvalo del inicio al minuto 01:24 y del 03:36 a 05:32.

  • Novela Gráfica una nueva forma de literatura

Una historieta es un texto narrativo, es decir, un relato secuencial que se caracteriza por utilizar un lenguaje iconográfico. Esto significa que este formato literario utiliza recursos visuales que deben combinarse coherentemente con los recursos textuales que conforman la historieta.

Como pudiste observar en el video, la historieta y la novela gráfica comparten algunas características y tienen ciertas diferencias. La historieta es breve y puede aparecer en periódicos o revistas, mientras que la novela gráfica se publica como un libro de contenido específico.

Ambos formatos se basan en el desarrollo de una narración que se apoya en imágenes y recursos gráficos. La mezcla de elementos textuales y visuales refuerza el tema, el carácter de los personajes y las situaciones por las que estos atraviesan.

Tanto la historieta como la novela gráfica pueden servir para diversos propósitos, dependiendo de su intención comunicativa. Puedes encontrar propuestas que informan, entretienen, educan o hacen una crítica social.

Las historietas se valen de distintos recursos gráficos para estructurar el desarrollo de la narración. Las viñetas, los globos o bocadillos y las onomatopeyas son algunos de ellos.

Por otro lado, los recursos visuales se refieren a los dibujos y los colores que componen las viñetas. Estas imágenes configuran tanto el ambiente como los personajes.

En las historietas que aparecieron en los videos aparecen personajes con características muy distintas, ya que existen muchos estilos de representación gráfica y visual. Algunos tienen un carácter más realista, mientras que otros tienden a presentar personajes y ambientes exagerados o caricaturizados.

Las posturas físicas y las actitudes faciales de los personajes dependen del texto contenido en cada viñeta o recuadro. Si el personaje grita “¡Auxilio!”, tanto su cuerpo como su rostro deberán reflejar la emoción a la que alude ese llamado. La boca estará abierta y la situación comprometedora será evidente. Nota que los personajes no deben permanecer estáticos, es decir, si el texto dice que están conversando, puedes dibujarlos de perfil, viéndose entre sí, de manera que, al menos uno, tenga la boca abierta. Si el personaje está hablando consigo mismo o directamente al lector, entonces sí lo puedes dibujar de frente.

Recuerda que la acción de los personajes de una historieta se dibuja, mientras que, en un cuento, la acción se describe a lo largo de un párrafo. En este sentido, los gestos de los personajes son muy importantes para que el lector logre comprender su estado de ánimo y el tono de la narración.

Asimismo, debes tener presente cuáles son los personajes principales y cuáles son los secundarios porque tendrás que valorar cuáles acciones se pueden omitir y cuáles son fundamentales para el desarrollo de la historia.

La forma en la que dibujes a los personajes no sólo dependerá de la acción que indique el texto narrativo, como “bailar”, “reír” o “dormir” sino también del ambiente psicológico de la historia. Por ejemplo, si se desea generar una atmósfera de suspenso o terror, los colores deberán contribuir a recrear sensaciones inquietantes. El negro o una escala de grises, combinada con morado, azul marino o café, le brindarán al lector ciertas claves visuales que le permitirán entender el género al que pertenece la historia.

Para que tengas una mejor idea de cómo dibujar a los personajes en tu historieta, observa qué tipo de personajes existen en una narración. Ya lo aprendiste en el ciclo escolar anterior, cuando caracterizaste los personajes de un cuento. ¿Lo recuerdas?

En aquella ocasión, aprendiste que hay personajes principales, llamados “protagonistas” y “antagonistas”; mientras que los personajes secundarios son aquellos que apoyan las acciones y deseos de los personajes principales.

Empieza creando poco a poco una historieta que gire alrededor del problema social sobre la falta de empatía.

Debes concentrarte en los personajes, pero, para lograrlo, antes debes concebir la trama.

Lee el siguiente ejemplo:

En la banqueta de enfrente hay una tienda de frutas y verduras. Para respetar las medidas sanitarias, sólo puede entrar a la tienda una sola persona por familia, así que la vendedora, muy amablemente, sacó un par de sillas para que los acompañantes esperen en la sombra.

Un joven fuerte y saludable se sentó en una de las sillas y colocó su mochilota en la otra, mientras que una mujer embarazada esperaba de pie y bajo el sol. ¡Me enojé muchísimo y por eso le llevé una silla a la embarazada! ¿Y sabes lo que hizo el joven fuerte y saludable? ¿Sabes lo que hizo? ¡Subió su pie a la silla para acomodarse el zapato y dejó ahí la pierna para ponerse más cómodo! La amable señora embarazada me sonrió y me dijo: “Respire y tranquilícese. Algunas personas tardan en aprender a ver a los demás”. Por eso vine, respiré profundamente y brinqué para desenojarme. ¿Qué puedo hacer para que no ocurran situaciones como ésas?

La viñeta inicial puede presentar al joven inconsciente que está ocupando tres sillas. Puede hablar por teléfono y decir algo como: “Ni creas que te vamos a llevar el kilo de manzanas, no estoy dispuesto a cargarlas dos cuadras hasta tu casa”.

La siguiente puede mostrar a la señora embarazada, cansada y acalorada. Ella también puede hablar por teléfono y decir: “¡Claro, mamá! Papá ya entró a la tienda. Vamos a comprarte la piña más grande que encontremos. No te preocupes, sólo son cinco cuadras”.

En la tercera viñeta puedes verlos a los dos. El joven con cara de prepotencia y la mujer con una sonrisa tranquila.

En la cuarta viñeta, puedes escribir: “Siete años después”. En la imagen se observa al joven, que está cargando algo muy pesado, una caja llena de papeles.

En la quinta viñeta se observa que el viento sopla y desperdiga los papeles que el joven estaba cargando.

Un pequeño niño, de siete años, recoge los papeles y se los entrega al joven. Le dice: “Aquí están tus papeles. No te preocupes, los recogí todos”.

El joven voltea para darle las gracias al niño. Descubre que la madre del pequeño es la mujer a la que no le permitió sentarse siete años antes. Ella puede decirle: “Tarde o temprano todos necesitamos la ayuda de los demás”.

¿Lograste identificar a los personajes? Verifica tus respuestas.

Los dos protagonistas son el joven prepotente y la amable mujer embarazada. El pequeño niño de siete años es un personaje secundario.

Quizás puedes agregar otros personajes, como la vendedora de frutas, que saca dos sillas para que se sienten los acompañantes que no pueden entrar a la tienda.

Como ésta es una historieta muy breve, las actitudes de los personajes deben reflejar su forma de ser. Casi no hay textos, por lo que cada palabra que los personajes enuncian debe ser contundente y clara.

El ambiente es muy importante. Si dibujas cinco sillas en lugar de dos, la situación se vuelve menos interesante. El hecho de que sea un día caluroso revela el carácter de los personajes.

La mujer embarazada puede mostrar un vientre prominente, para evidenciar las razones por las cuales se siente fatigada. Su rostro debe revelar cansancio, pero también tranquilidad. De este modo el lector entenderá que se trata de un personaje empático y tolerante que evita las confrontaciones violentas.

El pequeño hijo de la señora puede parecerse a ella. Al verlo, entenderemos que él ha sido criado por una persona empática que se preocupa por los demás.

El joven entenderá que su actitud fue violenta y desatenta sin necesidad de que nadie le dé lecciones. A veces, la vida misma se encarga de confrontarte y revelar una verdad incómoda acerca de ti mismo.

En las historietas también debes identificar qué tipo de personajes vas a incluir, dependiendo del propósito o uso que tenga tu historieta. En este sentido, debes decidir cuáles serían los personajes prescindibles y cuáles los imprescindibles.

Los personajes imprescindibles son aquellos que no pueden faltar en la historia, ya que son fundamentales en el desarrollo de la misma, ¿cuáles personajes crees que no deben faltar en tu historieta?

El protagonista y el antagonista son personajes imprescindibles, pero también hay otros personajes que, aunque no son personajes principales, son importantes para el desarrollo de la historia como los aliados o el ser amado.

Cuando la historieta tiene un fin educativo o informativo, puede ocurrir que no haya un personaje antagonista, ya que el conflicto al que se enfrentará el o los protagonistas puede estar más relacionado con una situación y no necesariamente con un personaje.

Por ejemplo, en una historieta sobre el cuidado del medio ambiente, a través del seguimiento de las 3R (reciclar, reusar y reutilizar), es muy probable que no haya un antagonista, sino que el o los protagonistas observen que la contaminación de su vecindario, escuela o parque público se debe a que la población desconoce la utilidad de las 3R y entonces, proponen colocar contenedores de colores para clasificar la basura y poder reciclarla, reutilizarla o reusarla.

En este ejemplo, tampoco hay un personaje que cumpla la función del ser amado, ya que la motivación para resolver el conflicto sería, por ejemplo, recuperar un espacio público para beneficio de la comunidad. Sin embargo, es muy probable que abunden los personajes aliados.

Clasificar a los personajes en prescindibles o imprescindibles te permitirá saber cuáles personajes debes dibujar en tu historieta y cuáles puedes referir mediante diálogos de los personajes o a través del narrador.

En la historia que acabas de leer, pudiste notar que el joven y la mujer embarazada son absolutamente imprescindibles. También el pequeño niño, sin el cual no es posible resolver la historia. La vendedora de frutas o algún paseante que le reproche al joven su descortesía son personajes prescindibles que podemos incluir u omitir, sin que la decisión altere trascendentalmente la trama.

Además de la función que cumplen los personajes en un texto narrativo, debes considerar la perspectiva que tienen sobre los acontecimientos de la historia.

Por ejemplo, en el cuento que se creó, al que puedes llamar “Empatía”, el protagonista no se interesa por lo que ocurre a su alrededor. Vive inmerso en sus propias preocupaciones y privilegia su comodidad por encima de las necesidades de los otros.

La mujer embarazada se percata de la situación, pero adivina que, si le pide al joven que quite su mochila de una de las sillas, este puede responder groseramente. Ella toma una decisión: evitar cualquier altercado violento.

Algunos lectores pueden estar en desacuerdo con la decisión que ella toma y esto vuelve la historia más interesante, puesto que los protagonistas no representan posturas morales, sino actitudes humanas en las que todos han incurrido alguna vez.

En el caso de las historietas que abordan problemas sociales, siempre es mejor generar personajes cuyas acciones permitan reflexionar acerca de tus propias actitudes.

El joven no es malvado, simplemente es desconsiderado. La mujer es sensata, pero quizás pudo haberle pedido al joven que le cediera una de las sillas.

La forma en la que actúan los personajes no sólo depende de lo que saben sobre los acontecimientos, sino también de su forma de pensar y de ser, es decir, de sus características psicológicas, a las que se le llama “personalidad”.

Cada personaje tiene una personalidad establecida por el autor del texto desde el momento en que este decide comenzar a escribir la historia, por lo que deberás pensar en tus personajes y en las características psicológicas que les darás, además de determinar qué sabrás sobre los acontecimientos que sucederán en la historia.

El reto de hoy:

Elige un problema social que identifiques en tu comunidad.

Investiga un poco sobre él y piensa cómo se puede resolver. ¿Qué medidas puedes implementar en tu casa, con tus familiares, para contribuir a la solución de ese problema?

Elige a tus personajes, determina su función, es decir, si serán protagonistas, antagonistas o aliados. Luego, caracterízalos. Puedes apoyarte en la siguiente tabla.

Escribe una narración, como si fuera un cuento, que le dé respuesta a esta pregunta y utiliza la información que investigaste para enriquecer tu historia.

Cuando ya tengas lista tu historia, identifica a los personajes y completa la siguiente tabla. Recuerda que los personajes prescindibles son aquellos que pueden aparecer referidos en la historieta mediante diálogos o a través de la voz narrativa que se escribe en los cartuchos de las viñetas.

Después, elabora un boceto de una historieta a partir de tu narración y de la tabla anterior. Recuerda que un boceto es un borrador, por lo que no tiene que quedar perfecto al primer intento. Si ya tienes un boceto, revísalo y reflexiona sobre los personajes que incluiste y los que omitiste en él y realiza las modificaciones que consideres pertinentes.

Para aprender más sobre el tema de esta sesión puedes consultar tu libro de texto localizando el aprendizaje esperado. También puedes consultar tus dudas con tus maestros o intercambiar ideas con tus compañeros de clase.

En tus libros del ciclo anterior, encontrarás información del contenido que trabajaste en esta sesión.

¡Buen trabajo!

Gracias por tu esfuerzo.

Scroll al inicio