El niño es un sujeto de vínculo – Cuidado Cariñoso en Familia Ed. inicial

Aprendizaje esperado: establece vínculos afectivos y apegos seguros.

Énfasis: por qué los niños son sujetos de vínculo y qué debemos hacer los adultos para fortalecer el sostenimiento afectivo.

¿Qué vamos a aprender?

Hola, papás, mamás, cuidadores y cuidadoras. En esta sección se ha preparado información relevante para Ustedes que les auxilie en la crianza de sus hijas o hijos.

La Educación Inicial es el servicio educativo que se brinda a niñas y niños menores de tres años de edad, con el propósito de potencializar su desarrollo integral y armónico en un ambiente rico en experiencias formativas, educativas y afectivas, lo que les permitirá adquirir habilidades, hábitos, valores, así como desarrollar su autonomía, creatividad y actitudes necesarias en su desempeño personal y social.

En esta sesión retomaremos algunas ideas de la Guía para padres “La importancia de la crianza amorosa: un alimento que dura toda la vida”. La cual pueden encontrar en la página de Plan y programas de estudio de la Secretaría de Educación Pública, en el apartado de materiales de Educación Inicial.

https://www.planyprogramasdestudio.sep.gob.mx/inicial-ae-materiales.html

Estas guías fueron elaboradas para acompañarlos en la crianza de las niñas y niños de 0 a 3 años de edad.

Para comenzar con esta sesión, lo van hacer cantando para reforzar el vínculo y la interacción de nuestras niñas y niños. Para este canto pueden integrarse los cuidadores que se encuentren cerca. Abracen al bebé o coloquen a su niña o niño de frente a ustedes. Van a utilizar las partes de su cuerpo, la letra dice así:

Estas son mis manos,

estos son mis pies,

¿dónde están mis ojos?,

aquí ya los ves.

Esta es mi cabeza,

y esta es mi nariz,

estos son mis brazos,

para unirme a ti,

para unirme a ti.

Antes de comenzar con el tema del día de hoy, recuerden que es muy importante continuar cuidando su salud, para ello los invitamos seguir las recomendaciones que se han mencionado a lo largo de esta pandemia.

En esta sesión van a descubrir diferentes formas de relación para fortalecer el sostenimiento afectivo, a través de vínculos amorosos, cálidos y apegos seguros en el cuidado y atención de las niñas y los niños de 0 a 3 años de edad.

Una de las tareas básicas de la Educación Inicial es proteger la salud emocional de las niñas y niños en estas edades, y consiste en apoyar el equilibrio afectivo y mental propio, la capacidad de aprender, la posibilidad de desarrollar una personalidad segura, de confiar en el mundo y crear.

Es sumamente importante que desde los primeros tres años de vida procuren que las niñas y niños desarrollen capacidades que les permitan establecer relaciones armónicas y saludables con otros. Esto se logra al promover su desarrollo socioemocional.

En los primeros años de vida es cuando se construyen las bases biológicas de las estructuras mentales y emocionales que guían la conducta hasta la edad adulta. Por ello es crucial que las niñas y niños cuenten con un ambiente e interacciones óptimas que promuevan el sano desarrollo de sus competencias emocionales y sociales.

Cuando abrazan al bebé, le cantan, acarician, le dicen frases amorosas o le narran un cuento, están fortaleciendo el vínculo afectivo.

No deben olvidar que la niña o el niño es sujeto de vínculo y este comienza desde el vientre materno y se va fortaleciendo cuando la madre tiene por primera vez al bebé en sus brazos. Desde ahí empiezan a formarse esos lazos afectivos.

El bebé no sólo debe sentirse protegido, sino también querido y la mejor manera de transmitirlo es con esa cercanía y atención a sus necesidades; no sólo físicas, sino también emocionales.

Es importante tener presente que la familia es el contexto natural en el que las niñas y niños aprenden y se desarrollan, pues a partir de las experiencias que vivan dentro de ella, construirán las ideas sobre sí mismos y del mundo que les rodea. Por eso es necesario que madres, padres, hijas e hijos logren establecer una relación profunda, íntima y fuerte.

Es tarea fundamental que las madres y padres de familia y cuidadores promuevan relaciones armoniosas que coloquen al niño como sujeto de vínculo. ¿Y qué sucedería si los padres de familia o cuidadores no cubren las necesidades de afecto de las niñas y niños?

Esto afectaría su desarrollo socioemocional. Al carecer de ese vínculo, creerán que no tienen control sobre lo que les ocurre y crecerán con la sensación de que no pueden confiar en ellos ni en otras personas, generando inseguridad, dificultad para regular sus emociones, problemas en su identidad personal y en su salud.

Por lo tanto, resultan importantes las muestras de afecto que los padres de familia o cuidadores le brinden a la niña y el niño, puesto que son una parte esencial en la educación inicial y son imprescindibles para generar un apego seguro.

Para tener más claridad sobre el tema, observen el siguiente video.

  1. Vínculo afectivo. Fundación Carlos Slim.

Cuando los padres de familia o cuidadores demuestran su cariño por medio de frases amorosas, sonrisas, arrullos, abrazos y caricias, les muestran empatía, los acompañan en todo momento y les dan un buen ejemplo con sus acciones; de esta manera ese vínculo no se debilita sino se consolida.

El tono afectivo es muy importante en el proceso de formación de las niñas y niños. El aprecio que ellos reconozcan desde temprana edad determinará el comportamiento en su vida futura; he ahí la trascendencia de afianzar estos lazos afectivos seguros con las niñas y niños.

Porque los cuidados, atenciones, trato y relaciones influirán en la imagen que construye de sí mismo y de las relaciones e interacciones sociales posteriores, contribuyendo a un sano desarrollo socioemocional.

Uno de los recursos para fomentar el vínculo afectivo entre el adulto y el niño, es mediante los juegos de interacción, por ello pueden realizar el siguiente:

Necesitan colocarse frente al bebé, niña o niño de manera que puedan interactuar al mismo tiempo que le van cantando, deben realizar lo que la letra de la canción indica.

La hormiguita.

Tengo, tengo

una hormiguita en la pancita,

que me, que me

hace muchas cosquillitas.

Tengo, tengo

una hormiguita en la cabeza,

en los brazos,

en las piernas.

Pueden repite la estrofa, agregando diferentes partes del cuerpo. Un juego tan simple puede enriquecer estos lazos afectivos en la familia.

Observen un testimonio de una madre de familia que comparte la forma en que fomenta esos vínculos amorosos con su hija.

  1. Testimonio de la madre de familia

Es indispensable es entablar esos lazos afectivos con las niñas y niños, por ello es necesario fortalecer estos lazos, para ello algunas sugerencias que les ayuden desarrollar vínculos estables y seguros para el bienestar de sus hijos:

  • Generar un entorno armónico.

Es necesario desarrollar sincronía entre el bebé y sus padres o cuidadores. Es decir, compartir momentos especiales y vivir experiencias mediante un juego, el baño, la comida.

  • Brindar atención y respuesta efectiva a las señales del bebé.

Deben comprender las señales que sus hijos e hijas manifiestan como el llanto, la inquietud motriz, la sonrisa, de manera que el niño o la niña sienta el cuidado y afecto.

  • Ofrecer seguridad y confianza:

El niño o la niña debe saber que hay un adulto sensible a sus necesidades, capaz de responder establemente a él o ella. Para lograrlo deben mostrar interés mientras le hablan: asientan, respondan, mírenlos a los ojos, háganles preguntas si es necesario. Que sientan su protección.

  • El contacto corporal, las palabras y miradas, le brindan reconocimiento y este es base para su identidad y desarrollo afectivo.

Compartan con ellos juegos y situaciones de la vida cotidiana, aprovechen cualquier momento para reír, acariciar o brindar una palabra de afecto.

  • Propiciar un ambiente estable emocionalmente.

Las niñas y los niños leen las emociones de los otros. Las características que se manifiestan excesivamente en las dinámicas familiares como la tristeza, la irritabilidad o mal humor, la ansiedad y otras similares, serán identificadas por el bebé traduciéndose en inestabilidad para sus vínculos afectivos.

Estas sugerencias son de mucha ayuda para ustedes, madres, padres y cuidadores. Y es muy importante que las pongan en práctica en casa.

Todas estas actividades que se han propuesto en esta sesión, les ayudarán a fortalecer el vínculo entre padres e hijos y con el resto de los miembros de la familia. No pueden olvidar a los abuelos, los primos o los tíos que ayudan a mejorar la comunicación familiar. Con ellas establezcan las bases de una educación en la que los niños se sientan integrados e importantes.

Se necesita de adultos sensibles que reconozcan, validen y puedan expresar lo que sienten, ya que esto ayuda a las niñas y niños a madurar, aprender a reconocer el sentimiento propio y de los demás.

Los adultos deben mostrarse atentos y sensibles para leer las manifestaciones y necesidades de las niñas y los niños, pues esto les ayuda a construir vínculos sanos con ellos.

Realicen la siguiente actividad que los ayudará a conectar las emociones con las personas que integran su familia y cuidadores.

El juego se llama: “El árbol de los corazones”

Los materiales serán los siguientes:

  • Cartulina blanca.

  • Hojas blancas o de colores.

  • Fotografías o imágenes de nuestros seres queridos, es decir, de cada uno de los miembros que conforman la familia y de los cuidadores de las niñas y niños.

  • Si no tienes fotografías puedes dibujar.

  • -Colores

Primero van a dibujar el tronco de un árbol, con sus ramas y sus hojas, enseguida coloren el tronco y las ramas de color café y las hojas verdes, pueden hacerlo con el dedo con huellas o utilizar una esponja de esta manera, recuerden usar su creatividad e imaginación y hacer de este momento un espacio divertido.

En las hojas blancas o de colores van a dibujar corazones del tamaño acorde a las tarjetas de imágenes.

Posteriormente coloquen los corazones en el árbol y pidan a las niñas o niños que vayan pegando las imágenes en cada corazón y al mismo tiempo mencionen su nombre y alguna característica del familiar o cuidador, al que pertenezca la fotografía.

Por medio de esta actividad pueden expresar sus emociones y sentimientos, recordar a sus seres queridos, también con esto reconocen qué tan importantes son las personas con las que conviven a diario y que en estos momentos al no tenerlos presentes comprenden lo mucho que los quieren y extrañan.

A través de este reto pueden interactuar con sus hijas e hijos.

Y para finalizar mamá, papá o cuidador expliquen que en este árbol están las personas que quieren y son importantes para ustedes. Cada árbol es único y diferente porque cada vínculo familiar se sostiene con amor, cariño y apegos seguros.

Si las niñas y niños son demasiado pequeños los materiales se pueden adecuar a sus características y necesidades según su edad y es importante que exista el acompañamiento de la madre, padre o cuidador.

Ahora es momento de elaborar su propio árbol de corazones en familia. Llevar a cabo estrategias como ésta les permitirá fortalecer el lazo afectivo al interactuar con sus hijas e hijos.

Los adultos deben fortalecer las habilidades para construir relaciones, mediaciones e interacciones cotidianas con las niñas y los niños centradas en el afecto, el respeto, el cuidado y la escucha.

Aprender a interpretar y dar importancia a sus expresiones, gustos e intereses, así como a conversar con ellos y tomarlos en cuenta. Deben ser capaces de responder con sensibilidad a los sentimientos y comportamientos de las niñas y los niños y a satisfacer sus necesidades emocionales dándoles tranquilidad.

El ser sostén emocional de niñas y niños a manera de puente implica interactuar con ternura, brindar la disposición para entender lo que ellas o ellos sienten, de modo que lo expresan cuando piden ayuda, los buscan y comunican a la medida de sus posibilidades de acuerdo con la edad.

Y precisamente para comprender esta forma de comunicarse, observen el siguiente video donde ellos mismos dan a conocer lo que sienten.

  1. Niños jugando, cantando y expresando su sentir al establecer sus vínculos afectivos.

Al proporcionar y responder con afecto esas necesidades de cariño, se está fomentando la comunicación, la calidez y el contacto emocional cotidiano.

Y si como adultos son actores y partícipes, y establecen una comunicación constante, las niñas y los niños tendrán un desarrollo sano.

Cuando una niña o un niño no tiene un vínculo amoroso que le sirva de sostén, porque no ha tenido ese acercamiento ese cariño y acompañamiento del adulto que le brinde seguridad y confianza, difícilmente va a poder interactuar con otras personas. En cambio, si le brindan protección y bienestar emocional se fortalecerá su autonomía y sentirá un apego seguro.

Observar y conocer a la niña o al niño como sujeto de vínculo hace comprender cuál es la función como guías y padres, y cómo deben conducirse para enriquecer los apegos seguros.

La lectura de cuentos resulta ser muy significativa en este aspecto y es muy buena estrategia para fortalecer el sostenimiento afectivo entre los adultos y niños.

Recuerden que en la medida que tengan un contacto directo con su hija e hijo, ya sea en un juego, un canto, un arrullo o un cuento, estarán creando un vínculo amoroso y un apego sano y seguro.

Es importante dedicar el tiempo necesario y el espacio para brindar la calidez adecuada, para que perciban esa atención afectiva y disfrutar de cada momento de crecimiento de nuestras niñas y niños.

Entender que la crianza amorosa como su nombre lo indica, es afecto, cariño, tolerancia y mucha empatía en el que todo momento es oportuno, la hora de la comida, el baño, la hora de dormir. La niña y el niño es sujeto de vínculo, y ese vínculo es en realidad el amor.

Muchas gracias por su atención.

¡Hasta la próxima!

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