¡El villano de los adjetivos anda suelto! – Lenguaje Tercero de Primaria

Aprendizaje esperado: Usa palabras y frases adjetivas y adverbiales para describir personas, lugares y acciones.

Énfasis: Emplea adjetivos y adverbios para describir lugares y acciones. Utiliza correctamente la ortografía y las comas al listar las características.

¿Qué vamos a aprender?

Aprenderás más sobre el uso de palabras y frases adjetivas y adverbiales para describir personas, lugares y acciones, en los cuentos.

¿Qué hacemos?

Recordemos lo que hemos visto en sesiones pasadas.

¿Qué tal sabes mucho de villanos?

Los villanos son malvados, aterradores, y algunos un poquito chiflados.

Recuerdas, ¿Cómo se les llama a esas palabritas que se utilizan para describir? Son los poderosos adjetivos.

Los adjetivos son:

Adjetivos para describir a los villanos: Malvados, aterradores, chiflados.

Los adverbios son:

La palabra “chiflados” es generalmente un adjetivo, pero en nuestro ejemplo, aparece acompañado de un adverbio de cantidad ‘poquitito’ y en este ejemplo forma una frase adjetiva.

Cumple esa función de completar las cualidades en este caso de un adjetivo, otros ejemplos de adverbios pueden ser:

Y muchos otros.

Seguramente conoces muchos adverbios y frases adverbiales, pero ¿Cómo puedes identificar una frase adverbial? Veamos, una frase adverbial es un conjunto de palabras que cumplen la función de un adjetivo o de un adverbio, es decir, darnos más información del sustantivo o de un verbo, por ejemplo: poco a poco, al pie de la letra, en un abrir y cerrar de ojos, son frases adverbiales.

Conozco un cuento muy divertido en el que el protagonista es ni más ni menos ¡Que un villano!

Vamos a leerlo y con él podremos seguir practicando para localizar los adjetivos y los adverbios.

El cuento se llama “El doctor Terríbilis”, del escritor italiano Gianni Rodari.

El doctor Terríbilis.

De Gianni Rodari

(Fragmento)

El doctor Terríbilis y su ayudante, Famulus, trabajaban secretamente desde hacía tiempo en un invento espantoso. Terríbilis, como seguramente su mismo nombre indica, era un científico diabólico, tan inteligente como malvado, que había puesto su extraordinaria inteligencia al servicio de proyectos verdaderamente terribles.

Verás, querido Famulus: El supercrik atómico que estamos terminando será la sorpresa del siglo.

No cabe duda, señor doctor, ya estoy viendo cómo se quedarán nuestros estimados compatriotas cuando usted, con el supercrik, arranque la Torre de Pisa y la transporte a la cima del Monte Blanco.

¿La Torre de Pisa? rugió Terríbilis. ¿El Monte Blanco? Pero, Famulus, ¿Quién te ha metido en la cabeza semejantes cosas? Dentro de pocas horas estará listo el aparato. Partiremos esta misma noche.

¿Partiremos, doctor Terríbilis?

A bordo, claro, de nuestro supercrik atómico.

¿Y en qué dirección, si me está permitido?

Dirección al espacio, oh Famulus mío, tan rico en interrogantes.

¡El espacio!

Y más concretamente, la Luna.

¡La Luna!

Veo que pasas de los signos interrogativos a los exclamativos, así pues, fuera demoras y he aquí mi plan. Arrancaré la Luna con mi supercrik, la separaré de su órbita y la colocaré en un punto del universo de mi elección.

¡Colosal!

Desde allí arriba, estimado Famulus, trataremos con los terrestres.

¡Excepcional!

¿Quieres recuperar la Luna? Pues bien, paga su peso en oro, cómprasela a su nuevo propietario, el doctor profesor Terrible Terríbilis.

¡Extraordinario!

Su peso en oro, ¿Me comprendes, Famulus? En oro.

¡Superformidabilísimo!

¿Y has captado la idea?

Captada, profesor. La idea más genial del siglo XX.

Espero que también la más malvada. He decidido pasar a la historia como el hombre más diabólico de todos los tiempos, ahora, Famulus, manos a la obra.

En pocas horas dieron los últimos retoques. El supercrik atómico estaba preparado para entrar en actividad. Curioso aparato, en realidad se parecía al que utilizan los automovilistas para levantar su coche cuando tienen que cambiar una llanta ponchada, sólo era un poco más grande, pero tenía acoplada una cabina espacial en la que se habían dispuesto dos butacas. Sobre éstas, en el momento elegido por el doctor Terríbilis para iniciar su diabólica empresa, se acomodaron el inventor y su ayudante quien, a decir verdad, sólo trabajosamente conseguía ocultar un extraño temblor.

¡Quieto, Famulus!

Sssí… sseñoor… do-do-doctor.

¡Y no balbucees!

Nno-no se-señor do-do-doctor.

Trágate esta píldora, te calmará al instante.

Gracias, doctor Terríbilis, ya estoy tranquilísimo.

Estupendo. Cuenta al revés, Famulus.

Menos cinco, menos seis, menos siete.

¡He dicho al revés, Famulus! ¡Al revés!

Ah, sí, lo siento mucho. Menos cinco, menos cuatro, menos tres, menos dos, menos uno.

¡Adelante!

  • Adaptación de:
https://www.bibliotecademexico.gob.mx/Documentos/PublicacionesDGB/BibliotecaInfantil/GianniRodari.pdf)

Te invito a que conozcas los tres posibles finales de este cuento. Éste y otros libros infantiles los pueden encontrar en la página de bibliotecademexico.gob.mx

Este cuento, además de ayudarnos a conocer la forma de actuar de los villanos, también nos va a permitir seguir practicando el tema de las descripciones de los personajes y los escenarios. Vamos a ver el primer párrafo de este cuento.

Ahí el adjetivo nos está ayudando a describir mejor al sustantivo, que es el invento.

Veamos el siguiente párrafo.

Parece una labor villanesca, alguien se robó muchas palabras que acompañaban la descripción de este párrafo.

Tu eres muy inteligente y vas a poder completar este texto de acuerdo a lo que recuerdes o a tu propia imaginación.

Dice: “Terríbilis, como seguramente su mismo nombre indica, era un científico diabólico”.

En esta parte hay un adjetivo y no fue borrado por el “villano de los adjetivos”. El adjetivo que podemos ver es “diabólico”, que describe al científico. Vamos a continuar leyendo.

Luego dice, “tan ________ como malvado”.

En esta primera palabrita faltante, hay que buscar un adjetivo que pueda completar la idea, a mí se me ocurre “astuto”.

“Tan astuto como malvado” en este caso se forma una frase adjetiva tan astuto porque tiene la función de un adjetivo; luego dice, “Que había puesto su _______ inteligencia”.

Ahí, lo que hace falta es algo que describa a su inteligencia.

¿Qué tal su “grandiosa inteligencia”?

Y la palabra “grandiosa” es un adjetivo ya casi terminamos de resolver el acto malvado de Terríbilis. Por último, dice “al servicio de proyectos verdaderamente _____”.

Te comenté que las palabras que terminan en “mente” son ¡adverbios!

Así sabemos que también nos hace falta el adjetivo al que estaba acompañando ese adverbio. Como nuestro párrafo nos ha descrito todo lo malvado que es ese doctor Terríbilis, entonces la palabra que falta debería ser algo como “espantosos”. Vamos a ver cómo quedaría.

Cuando ponemos un listado de adjetivos, hay que utilizar correctamente sus respectivas comas, mira, así como lo puse yo. Estas comas las vamos a usar siempre que enlistemos una serie de cosas, seguramente lo recuerdan porque lo hemos visto en otros grados y en otras clases.

Te invito que, después de leerlo, hagas una tabla como la que aparece en tu libro de texto, en la página 122 en la que anotemos los personajes y las características de cada uno.

En esto que leímos, aparecen 2 personajes, son el doctor Terríbilis y su ayudante Famulus.

Del doctor Terríbilis podríamos decir que es una persona muy inteligente, pero también muy malvada; mientras que de Famulus, podríamos poner adjetivos sobre su nerviosismo,

También se me ocurre muchísimos adjetivos para describirlos, y también adverbios.

Después de hacerlo con los personajes, también podrás hacerlo con los escenarios, así como viene en nuestro libro de texto, página 123

Uno de los escenarios a describir sería sin duda el laboratorio del doctor Terríbilis, ahí podrías echar mano de tu imaginación para pensar qué es todo lo que podría haber en él, de qué colores sería, las herramientas que se usan.

Puedes acompañar esas descripciones con dibujos, seguro que lo disfrutarás bastante

En esta sesión te enfrentaste al villano de los adjetivos y adverbios y disfrutaste muchísimo la lectura de un cuento.

Después de analizar tanto los textos, seguramente te darán muchas ganas de escribir tu propio cuento, y seguir jugando con las descripciones. Recuerda que todo el tiempo utilizamos adverbios y adjetivos para acompañar nuestras narraciones cotidianas, como cuando le cuentas a tu familia el sueño que tuviste, o cuando le platicas a un amiguito sobre las travesuras de tu mascota.

Los cuentos son parte de nuestra vida y con ellos aprendemos mucho, por eso te invito a seguir leyendo en familia, y seguir analizando todo lo que leemos.

Si te es posible consulta otros libros y comenta el tema de hoy con tu familia. Si tienes la fortuna de hablar una lengua indígena aprovecha también este momento para practicarla y platica con tu familia en tu lengua materna.

¡Buen trabajo!

Gracias por tu esfuerzo.

Para saber más:

Lecturas

Español Lecturas Tercero 2019-2020 - Ciclo Escolar - Centro de Descargas
https://libros.conaliteg.gob.mx/20/P3LEA.htm
https://libros.conaliteg.gob.mx/20/P3ESA.htm

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