Aprendizaje esperado: Analiza el fascismo y su papel impulsor de la Segunda Guerra Mundial.
Énfasis: Explicar la expansión de los fascismos y las causas y consecuencias de la Guerra Civil española.
¿Qué vamos a aprender?
Conocerás la expansión de los fascismos y las causas y consecuencias de la Guerra Civil española.
¿Qué hacemos?
Para iniciar leerás un reportaje del Premio Nobel, Ernest Hemingway, quien fue corresponsal durante la Guerra Civil española:
“En el curso de los últimos quince meses he visto los crímenes que se cometen en España por los intervencionistas fascistas.
El hombre que observa y describe una guerra semejante no teme por su vida si cree en la necesidad de lo que está haciendo. Sólo se preocupa de decir la verdad.
Durante varios meses vives en Madrid bajo los bombardeos. En el hotel donde te hospedas, 53 veces han hecho blanco los proyectiles de artillería. Desde tu ventana ves muchos crímenes, porque al otro lado de la calle hay un cine y los fascistas comienzan los bombardeos precisamente cuando el público sale del local. Saben que habrá víctimas antes de que la gente logre llegar a los refugios.
Cuando los fascistas abren fuego de artillería sobre la Telefónica de Madrid esto se comprende, pues es un blanco militar. Si bombardean las posiciones de artillería y puntos de Observación, es la guerra. Si los proyectiles no llegan al blanco o los sobrepasan, es la guerra. Pero cuando por la noche abren fuego sobre una ciudad con el único fin de matar a gente dormida, es un asesinato.
Durante toda la primavera, otoño e invierno pasados hemos visto cómo la artillería fascista cometía crímenes en Madrid […]. Pero antes de Teruel hubo un bombardeo devastador de Lérida. Luego comenzaron los terrores barceloneses y los ataques diarios de la aviación fascista a las ciudades costeras entre Valencia y Tarragona. Luego los fascistas bombardearon no el puerto, sino la ciudad de Alicante, y mataron a más de trescientas personas. Después lanzaron bombas sobre la plaza del Mercado en la pacífica ciudad de Granollers y mataron a centenares de personas.
Los fascistas tienen dos motivos para matar: para doblegar al pueblo español y para probar en acción las diversas bombas con vistas a la preparación de la guerra en la que piensan Italia y Alemania.
En cuanto a sus intenciones de doblegar al pueblo español, la heroica resistencia contra los fascistas que ahora avanzan hacia Valencia se explica con el mismo grado de odio que los intervencionistas fascistas provocaron con sus feroces bombardeos, al igual que con otras causas.
Los fascistas tendrán éxito mientras puedan chantajear a los países que les tienen miedo. Pero los hermanos y padres de sus víctimas jamás les perdonarán y jamás lo olvidarán. Los crímenes que se cometen por el fascismo sublevarán en su contra al mundo entero.”
Hasta aquí la lectura.
Este testimonio te permite identificar características importantes de la Guerra Civil española: el apoyo militar de países fascistas a los sublevados y el uso de los bombardeos contra la población civil.
La Guerra Civil española, que inició en 1936 y se prolongó hasta 1939, fue uno de los hechos históricos que antecedieron a la Segunda Guerra Mundial y que perfilaron las características de este conflicto: el avance del fascismo en Europa; así como la alianza de distintas corrientes políticas de centro y de izquierda para combatir a este enemigo común.
Sus causas obedecen a diversos factores que hay que tomar en cuenta para comprender por qué estalló este conflicto, entre los que destacan aquellos de orden político, social y económico.
Tras finalizar la Primera Guerra Mundial, España —que no participó en este conflicto—, gozaba de un relativo auge económico gracias a un proceso de industrialización en algunas regiones del país, que sirvió para abastecer al mercado europeo entre 1914 y 1918.
No obstante, cuando esta prosperidad económica cesó en 1919, España atravesó por diversas crisis sociales y económicas en el campo y la ciudad, España aún era un país mayoritariamente agrario, en el que prevalecían modelos de explotación agrícola antigua, así como un campesinado pobre que exigía una reforma agraria a través de movilizaciones sociales promovidas por diversas uniones sindicales de izquierda.
En 1923 se instauró un Directorio cívico-militar de corte conservador en el gobierno como respuesta a la agitación social en el campo y la ciudad, y a una profunda crisis política que derivó en una dictadura.
Lejos de resolver los problemas sociales y económicos, el gobierno militar los agravó. En 1931, los partidos de oposición firmaron un pacto para implantar un gobierno republicano con un amplio programa social, mismo que se instauró el 14 de abril, luego de que esta opción triunfara en las elecciones de ese año.
A este gobierno se le conoció como la Segunda República española, la cual buscó implementar un ambicioso proyecto progresista para transformar y modernizar al país: instauró la educación laica, trató de llevar a cabo una reforma agraria en las regiones donde prevalecía el latifundismo clásico, aumentó los salarios de los obreros y permitió la consolidación de gobiernos autonómicos, como el de Cataluña.
No obstante, la República se encontró con la oposición de diversos sectores tradicionales españoles, como la iglesia, los monárquicos y los militares conservadores, así como de diversos grupos políticos emergentes inspirados en los fascismos italiano y alemán.
Como recordarás, el fascismo es una tendencia política e ideológica de carácter nacionalista y de extrema derecha, xenófoba y antisemita, que se oponía tanto a los principios de la democracia occidental como a las tendencias políticas de izquierda.
Sus máximos exponentes en ese momento eran Benito Mussolini en Italia y Adolfo Hitler en Alemania. En España, las ideas del fascismo se difundieron a través de diversas agrupaciones que se oponían a la República.
La Segunda República española también se confrontó con las organizaciones obreras y campesinas de izquierda, pues a pesar de intentar implementar un programa social, sus medidas no fueron suficientes para cumplir con las demandas del proletariado agrario y urbano, lo cual significó un revés en las elecciones a diputados en 1933 en las cuales se conformó un gobierno de centro-derecha que revirtió las reformas llevadas a cabo en los años anteriores.
Cabe mencionar que en estas elecciones las mujeres en España pudieron votar por primera vez. Esto veinte años antes que en este país.
Los problemas políticos y sociales se agravaron en los siguientes años: entre 1934 y 1936 los salarios descendieron, la reforma agraria fue suspendida y los obreros reprimidos sangrientamente, en un periodo que se conoció como el “bienio conservador o contra reformista”.
Para derrotar a la derecha en las elecciones de 1936, los partidos del centro, de izquierda y los sindicatos de trabajadores conformaron un “Frente Popular”, una alianza político-electoral entre diversas tendencias con un objetivo común: impedir el avance del fascismo en España, el cual se expandía por Europa de manera agresiva.
El Frente Popular triunfó en las elecciones de febrero de 1936, derrotando a la derecha. No obstante, la división de la sociedad se reveló claramente en este momento. Las organizaciones fascistas se manifestaban cada vez más contra el gobierno y los militares conservadores conspiraban en varias partes del país para llevar a cabo un “pronunciamiento” contra la República, lo cual perfiló el estallido de un conflicto mayor: una guerra civil.
La guerra civil se define como un enfrentamiento o conflicto bélico entre miembros de una misma sociedad, agrupación o país. En México han existido diversos conflictos con estas características, entre los cuales se destaca la guerra de Reforma de mediados del siglo XIX, donde se enfrentaron dos bandos opuestos que pertenecían a una misma nación: liberales y conservadores.
De acuerdo con José Antonio Matesanz, en 1936: “se enfrentó una España rural, pobre, conservadora, tradicionalista, unitaria y centrada en sí misma, a una España industrializada, rica, progresista, modernizante, regionalista y orientada hacia el mundo exterior. Y el mundo contuvo el aliento”.
Finalmente, el 17 de julio de 1936 estalló la guerra, cuando los militares se rebelaron contra la República, pensando que ésta caería rápidamente. El golpe triunfó en algunas regiones donde predominaban las simpatías de la población por los golpistas, pero la rebelión fracasó en las ciudades más importantes de España, como Valencia, Madrid y Barcelona, donde las fuerzas fieles al gobierno, apoyadas por la población y los sindicatos obreros, derrotaron a los sublevados.
En los meses que siguieron al fracaso del golpe de Estado, España se partió geográficamente en 2: los militares golpistas controlaban los territorios montañosos de Aragón, Navarra, Galicia, así como Castilla. Mientras que los republicanos se mantuvieron en Madrid, Valencia y Cataluña, uno de los principales centros industriales del país.
A la muerte del general golpista Sanjurjo, quien encabezaba la rebelión militar, Francisco Franco asumió el liderazgo de los rebeldes. La guerra pronto se estancó en varios frentes de batalla.
Conforme pasaron los meses, los militares avanzaron y conquistaron terreno a una República que atravesaba por distintas dificultades de orden económico y militar.
Si bien el ejército republicano contaba con el apoyo de millares de españoles que se sumaron a la lucha contra el ejército, su entusiasmo no fue suficiente para asegurar la victoria militar, pues se enfrentaban a un ejército mejor preparado y pertrechado que sus propias fuerzas.
El éxito de los militares golpistas se derivó de la solidez y unidad de los grupos que los cobijaban: la iglesia católica apoyó la acción de los franquistas, e Italia y Alemania, países con gobiernos fascista y nazi, brindaron innumerables recursos materiales y militares que fueron fundamentales en el desarrollo de la guerra.
Al respecto, el poeta español Antonio Machado escribió: “Las guerras en que intervengan los alemanes serán siempre las más violentas, las más crueles, las más catastróficas, las más guerreras, de todas las guerras”. Machado moriría poco tiempo después en el exilio.
Por su parte, la República española tuvo muy poca solidaridad internacional de las democracias occidentales. En un principio, Francia apoyó a los republicanos, pero debido a la presión del gobierno británico, escudado en una política de “no intervención”, los franceses retiraron su ayuda.
La República española únicamente recibió el apoyo de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, URSS, y del gobierno mexicano de Lázaro Cárdenas, quien envió un embarque de armas al gobierno republicano y, en 1937, brindó refugio a 456 niños españoles, hijos de republicanos que huían de los sufrimientos de la guerra.
En España se llevó a cabo un nuevo tipo de guerra, que sería característica en la Segunda Guerra Mundial, fundamentada en bombardeos aéreos contra la población civil, desarmada. Por ejemplo, la ciudad de Guernica fue barrida por la aviación alemana en abril de 1937, con los aviones Stuka. La pintura “Guernica” de Pablo Picasso refleja el terror, la desesperación y el sufrimiento de la población no militar producidos por la guerra.
A diferencia de los gobiernos que se escudaron en la política de “no intervención”, hubo diversos esfuerzos solidarios e iniciativas internacionales de diversas personas en el mundo para brindar ayuda material y militar a la República española, como fue el caso de las personas que se enrolaron en las brigadas internacionales, cuerpos militares compuestos por voluntarios extranjeros de más de cincuenta países. Mexicanos como David Alfaro Siqueiros y Silvestre Revueltas viajaron a España para apoyar la causa de la República.
A principios de 1939, los militares sublevados conquistaron Cataluña, principal bastión de la República, lo cual significó el triunfo de los franquistas, así como el fin de la guerra. El triunfo devino en la dictadura del golpista Francisco Franco hasta su muerte en 1975.
Ante las represalias, miles de españoles cruzaron la frontera francesa en busca de refugio ante la tragedia de la derrota. También el gobierno mexicano brindó refugio a un número importante de exiliados españoles.
Las pérdidas humanas de la guerra se calculan en alrededor de medio millón de personas. El terror de la guerra entre la población civil fue devastador, cientos de civiles que simpatizaban la causa de los republicanos fueron asesinados, como el caso del poeta Federico García Lorca, fusilado por los militares golpistas en los primeros meses de la guerra. La población, en general, sufrió los estragos de una nueva forma de guerra más brutal y sangrienta: el bombardeo aéreo.
No obstante, haber sido derrotados, la resistencia de la República española se convirtió en un símbolo de la lucha contra el fascismo durante los siguientes años.
Los republicanos españoles exiliados en Francia se integraron a la resistencia contra la invasión alemana y combatieron a los nazis hasta expulsarlos del territorio francés en 1944.
Ahora, revisa la siguiente entrevista a uno de los tantos españoles exiliados en este país, en el siguiente video.
- Entrevista 14 | Exilio español: Víctor Daniel Rivera/ SPR.
Revisa del tiempo 00:13 al 07:06.
Como verás, son muy importantes los testimonios en el estudio de la Historia.
Finalmente, la Guerra Civil española se convirtió en el reflejo más fiel de lo que significaría el enfrentamiento global que se llevaría a cabo durante la Segunda Guerra Mundial a partir de 1939. “La guerra grande, la guerra contra las democracias de Occidente, por razones más de estrategia que de política, ha comenzado con la guerra de España”, referiría Antonio Machado.
Has concluido el tema del día de hoy. No olvides que este tema lo podrás encontrar en tu libro de texto. De igual forma se te recomienda consultar el libro llamado Por quien doblan las campanas del autor Hemingway.
El Reto de Hoy:
Así como Ernest Hemingway fue corresponsal durante esta guerra, tú también conviértete en periodista y redacta un reportaje o una entrevista, a un exiliado español, el cual hable sobre la Guerra civil española.
¡Buen trabajo!
Gracias por tu esfuerzo.