Los mayas de Calakmul y Dzibanché – Historia Segundo de Secundaria

Aprendizaje esperado: Conoce los principales rasgos del Clásico tardío; también podrá identificar y comparar la vida de algunas de las principales culturas de esa época.

Énfasis: Reconocer a la cultura maya como representativa del periodo Clásico tardío y sus principales características: actividades económicas, políticas, sociales y culturales.

¿Qué vamos a aprender?

Continuarás con el estudio de la fascinante cultura maya.

Los mayas, son una de las civilizaciones clave para el desarrollo de las culturas en Mesoamérica, con grandes aportes a la humanidad, pero no se trató de una sola cultura, sino de diversas ciudades-estado que compartían distintos rasgos en común.

Por ello, en esta sesión, profundizarás en Calakmul y Dzibanché e identificarás sus principales características, sus actividades económicas, políticas, sociales y culturales.

¿Qué hacemos?

Para conocer un poco más sobre una de esas ciudades-estado, lee un fragmento del libro: Calakmul. Corazón de jade.

Calakmul

La antigua ciudad maya que hoy llamamos Calakmul era conocida desde comienzos del siglo XX por chicleros de poblados como Xbonil, Xpujil y Conhuás. Le llamaron así porque en la selva sobresalían dos enormes montículos cubiertos de vegetación y en lengua maya yucateca decían calak/mul (adjuntos, adyacentes/montículos). Fueron esos conocedores de la selva tropical quienes guiaron al botánico norteamericano Cyrus Lundell, en 1931, hasta el corazón de los vestigios prehispánicos. […] De los vestigios monumentales de Calakmul se elaboró un plano y un primer conteo de estelas llegó a 91. Desde entonces los edificios han sido denominados estructuras y para diferenciarlos se les han asignado números romanos. Pero también se tuvo entonces la primera noticia de varios otros sitios como Uxul, Oxpemul, La Muñeca, Pared de Los Reyes y Balakbal.

[…] Situado en el centro de la segunda mayor extensión de bosques tropicales de América, sólo superada por la selva del Amazonas en América del Sur. Es conocida como Selva Maya con características climáticas y geológicas muy particulares que la diferencian del resto de la selva maya. Calakmul representa un caso singular de adaptación y manejo de un entorno natural que, a primera vista, parece poco adecuado para el desarrollo de la civilización urbana. La colonización del territorio, el crecimiento de la población y la evolución de las sociedades mayas se atestigua en una amplia variedad de vestigios materiales. Aparte de Calakmul, el sitio arqueológico más grande en el que el Kaan, una de las más poderosas dinastías mayas, tuvo su asiento durante el clásico tardío, han sido encontrados en la zona restos de otros asentamientos antiguos, incluyendo varios de los principales centros urbanos con grandes complejos arquitectónicos y monumentos esculpidos. Obras arquitectónicas como las carreteras (sacbés), sistemas defensivos, canteras, obras de manejo del agua (tales como embalses y artificialmente modificadas aguadas o estanques de agua), terrazas agrícolas y otras modificaciones de la tierra relacionadas con las estrategias de subsistencia, son también partes constitutivas del extremadamente rico y excepcionalmente bien conservado antiguo paisaje cultural.

La arquitectura de Calakmul

[…] Durante el periodo Clásico, los monolitos en los que los mayas tallaron las representaciones de los hombres y mujeres que los gobernaron, generalmente se anotaron también nombres, eventos y fechas. […] Existe una lista de 19 reyes mayas de Kaan basada en los llamados Vasos Dinásticos. Esos once vasos tienen inscripciones jeroglíficas finamente elaboradas (también llamados estilo códice) y contienen nombres de personajes históricos, pero también de individuos legendarios. Yuknoom Chen I (también referido como K’altuun Hix) es el primer rey histórico claramente definido para Calakmul, si bien las evidencias arqueológicas indican que el reino se hallaba establecido en Dzibanché, al sur de Quintana Roo. Parece haber gobernado del 520 al 546.

Las pinturas del edificio 1 del conjunto Chiik Naab

Al norte de la plaza principal de Calakmul, a unos 150 m al noroeste de la Estructura VII, se encuentra el conjunto Chiik Naab. Allá encontramos un relevante acervo pictórico que pertenece a una subestructura, es decir a una construcción que quedó cubierta por otras posteriores. El cuidado en su cobertura prehispánica y las acuciosas labores de excavación y restauración del siglo XXI hoy permiten conocer gran cantidad de detalles de la vida cotidiana de la antigua ciudad.

Las escenas incluyen temas como la preparación de alimentos y bebidas, así como su degustación. También hay personajes en actitud de exhibir o extender telas o mantas. Un tercer rubro temático es el del transporte de cargas, ya sea de bultos, ya de grandes vasijas. Otro tema es la exhibición/presentación de artículos específicos: tocados, sombreros, agujas o palillos, posibles antorchas, bultos de sal y vasijas de cerámica. Un aspecto sumamente importante es que algunas escenas muestran jeroglíficos. Las pinturas del Edificio 1 del conjunto Chiik Naab alusivos a lo que se representa: “la persona del atole”, “la persona del tamal”, “la persona del tabaco” o “la persona de la sal”. Esta información viene a corroborar la lectura de diversos glifos al tiempo que facilita el entendimiento de los motivos pintados. […]

El análisis de la cerámica recuperada en las excavaciones y las vasijas representadas nos indican una temporalidad propia del Clásico Tardío (600 -800 d.C.), en especial de los años 620 al 700. Ello ha llevado a plantear que las pinturas pudieron elaborarse durante el reinado de Yuknoom el Grande (Yuknoom Chen II), de quien se conocen fechas que van del 636 al 686 de nuestra era.

Prácticas funerarias

Entre los mayas antiguos la entrada al inframundo requería de rituales previos en los que se preparaba al cadáver, porque existía la creencia en una vida posterior después de la muerte. Al fallecer, los seres humanos entraban en contacto con la esfera del más allá. En cierta forma se encontraban dormidos, circunstancia en la que nuestra mente puede conocer y participar en un mundo sobrenatural. De manera similar, los estados alterados de la conciencia, logrados mediante el autosacrificio o la ingestión de alucinógenos, permitían llegar a esa dimensión distinta. Los grandes gobernantes estaban además rodeados, por así decirlo, de un halo de sacralidad que incluía su poder político, militar, económico y religioso. De hecho, había una estrecha relación entre el sueño, el autosacrificio y la muerte.

Por ello, el difunto era seguramente aseado y luego amortajado o envuelto en tela fina. En algunos casos se les vendaba con tiras de tela impregnadas de resina para después colocarle su indumentaria más lujosa. Esas prendas incluían sandalias, braguero y un amplio tocado con aplicaciones de tela, joyas. Prácticas funerarias y largas plumas. También le colocaban anillos, brazaletes, cinturón con placas, pectoral, collares de varios hilos de cuentas, orejeras y otros aditamentos personales. Dentro de la boca era costumbre colocar una cuenta de jadeíta o un bollo de maíz molido. Todo lo anterior muchas veces era espolvoreado con cinabrio.

Otros elementos que le acompañaban eran sajadores de obsidiana y de espinas de mantarraya, caracoles y conchas rojas (son frecuentes las del género Spondylus), así como vasos, platos, ollas y otros recipientes que contenían bebidas y comidas que necesitaría en su viaje por el inframundo. El día designado para el entierro se organizaba una procesión hacia la tumba. El cortejo incluía a miembros de la familia dinasta, altos jerarcas, sacerdotes, personas que llevaban incensarios quemando copal y músicos que acompañaban la ocasión. En esa ceremonia de cantos tristes y lamentaciones se sacrificaban animales y seres humanos que acompañaban al muerto en el inicio de su transición. […] Las celebraciones póstumas no finalizaban con la inhumación del difunto. Según diversas inscripciones jeroglíficas, a los diez días del enterramiento se realizaba una ceremonia. Una segunda conmemoración tenía lugar cien días después de haber fallecido y una tercera celebración se efectuaba a los 400 días. Estos actos conmemorativos incluían la quema de copal y estaban asociados con sucesos astronómicos y ciclos calendáricos.

De los contextos funerarios recuperados en Calakmul se han registrado numerosas vasijas y elementos diversos de la indumentaria de los funcionarios inhumados: máscaras, pectorales, orejeras y collares de jadeíta; piezas de concha y caracol marino, de obsidiana, de madera, de estuco, etc. Buena parte de esos materiales se exhibe en el Museo Arqueológico de San Miguel, en la ciudad de Campeche.

Calakmul. Corazón de jade

Con la lectura anterior, puedes dimensionar el desarrollo y las características de la cultura Maya, en específico la zona de Calakmul, y la complejidad de la estructura social y la organización de esta gran civilización mesoamericana.

¿Sabías de esta compleja organización social?

¿De la importancia que tenían los actos funerarios para los mayas?

A continuación, observa el siguiente video con datos relevantes sobre este tema.

  1. Zona Arqueológica de Calakmul, Campeche.

El mundo maya se constituye por numerosas ciudades, en esta sesión, estudiarás Calakmul y Dzibanché. En la siguiente sesión abordarás a las ciudades mayas de Palenque y Toniná.

Esta basta civilización dejó vestigios de grandes ciudades como Chichen Itzá en Yucatán; Yaxchilán en Chiapas; Piedras Negras en Petén, Guatemala; Caracol en Cayo Belice; sólo por mencionar algunas de las magnas ciudades mayas.

Calakmul está situada en el extremo sureste del territorio de Campeche, en la región de la selva y tiene límites con los municipios de Candelaria, Champotón, Escárcega al oeste, Hopelchén al norte, y al este con el Estado de Quintana Roo.

Los basamentos piramidales de las antiguas ciudades mayas eran montañas sagradas que en lo profundo custodian las cuevas de lo sobrenatural; entrada a los portales donde habitan sus ancestros y reinan los dioses del inframundo.

El “lugar de los dos montículos adyacentes” emerge de entre lo más profundo de la selva.

Es Calakmul, la más grande y la más importante de todas las ciudades mayas. Este fue el reino de la dinastía “Kaan”, cuyo glifo emblema fue la “Cabeza de Serpiente”. Se piensa que, en su época de mayor esplendor, Calakmul llegó a controlar más de 13 mil kilómetros cuadrados de la región del Petén, corazón de la civilización maya. En el mayor esplendor de la época este reino de “Cabeza Serpiente” se piensa que controló el 70% de los reinos mayas.

Esta sociedad se caracterizó por constantes campañas bélicas y conquistas. Políticamente, los mayas nunca estuvieron unificados. Se organizaban, sobre todo durante el periodo Clásico, en unos 60 reinos diferentes, cada uno con su propio gobernante.

La gran cantidad de estructuras convierten a Calakmul en una de las ciudades más grandes de la zona maya, se estima que en su época de mayor esplendor tuvo cerca de 60000 habitantes; se encuentra dividida en una gran Plaza y una gran Acrópolis, donde se localizan los principales edificios del sitio.

Las estructuras más importantes de la Gran Plaza son las conocidas como estructuras II y IV, edificios que además de su sentido funcional tenían gran significado ideológico, ya que eran utilizados como estandartes, simbolizando la importancia del lugar.

La estructura II, está caracterizada por la Subestructura II c que es el edificio completo más temprano reportado en el sitio, y hasta el momento, en toda el área Maya, temporalmente se ubica a finales del periodo Preclásico Medio entre el 390 y 250 a.n.e.

Esta edificación por su forma y diseño estructural fue concebida como una montaña al centro de la cual se localizaba el acceso a la cueva, o más propiamente al portal que permite el tránsito hacia las regiones dominadas por los rituales de muerte y renacimiento: Xibalba

En su interior se descubrió una de las primeras manifestaciones de la arquitectura pública de esta sociedad, una subestructura de cuerpos escalonados, de unos 15 m de altura, con dos patios rodeados por edificios.

La estructura II es la más alta del lugar y se podría considerar como el corazón político y religioso de la ciudad, las investigaciones han arrojado la posibilidad de que tuviera una crestería que estaba decorada con estuco rojo, la escalera central estaba flanqueada por grandes mascarones. La altura del edificio buscaba representar una de las montañas sagradas en la cosmovisión maya; de ahí el significado de su nombre “dos montículos adyacentes”. En el interior de esta gran estructura, el gobernante o ahaw se ponía en contacto con los dioses y sus antepasados, y así lo comprueban los mascarones que son retratos de sus deidades.

También se contactaba con el inframundo por medio de túneles de la pirámide que simbolizaban el descenso al Xibalba. La estructura IV es una larga plataforma en la que descansan 3 edificios, su importancia tiene que ver con la astronomía, pues servía para detectar los solsticios de verano e invierno, que eran de suma importancia para la agricultura, base de la economía maya.

De esta forma, la Gran Plaza de Calakmul se puede considerar como una recreación del espacio sagrado, es decir, el lugar donde lo divino se manifestaba a los hombres.

De este modo, en los diferentes edificios de la Gran Plaza, sucedieron una gran cantidad de eventos constructivos que, además de poseer una finalidad funcional, se concibieron con el fin de reforzar la ideología de los linajes en el poder, la cual manejaba un sentido de pertenencia a un linaje, alma social o forma de ser definido.

La Gran Plaza fue el centro de mayor importancia de Calakmul hasta que, en el año 731 d.n.e. el gobernante de la ciudad Yuknom Tok´Káwil creó la Gran Acrópolis, reorientando su política.

La estructura XX servía para controlar el acceso a la plaza, además de tener tres crujías, en una de ellas se encontró una tumba con una ofrenda cerámica. Otra de las particularidades de este edificio es una serie de ofrendas integradas por elementos marinos; conchas, fragmentos de coral, esponjas, espinas de mantarraya y jade pulverizados, además de que en varias de las columnas de la estructura se encuentran pinturas murales.

La guerra era una constante en las ciudades mayas del periodo Clásico, sobre todo para controlar el comercio; entre los aliados de Calakmul se encuentra a Caracol, Piedras Negras, Yaxchilán y Dos Pilas, estos lugares tenían con la ciudad relaciones diplomáticas; había otros que se unieron por subordinación, como El Perú, Cancuén y otras más conquistadas por la guerra como el caso del Naranjo.

El principal enemigo de Calakmul fue Tikal, en su momento estas dos grandes ciudades se disputaron las rutas comerciales y el poderío de la región, pero hubo una tercera ciudad de gran importancia que declaró la guerra a Calakmul: Palenque, quien se une a Tikal para vencer a Calakmul. La ciudad fue atacada dos ocasiones por las fuerzas del Reino de Kaan, en los años 603 y 654 de nuestra era, donde en la primera ocasión Calakmul salió victoriosa.

Después Palenque atacó a Calakmul en el año 659 propiciándole una derrota muy dolorosa, que inició así el fin del dominio de Calakmul, pero la derrota final ocurrió en 734 a manos de Tikal, quien se dio a la tarea de destrozar las redes de influencia de Calakmul, cuyo fin se ubica por el año 909 de nuestra era.

A continuación, observa el siguiente video sobre la zona arqueológica de Dzibanché.

  1. Zona Arqueológica de Dzibanché.

Dzibanché está ubicada en el estado mexicano de Quintana Roo a 80 km de la ciudad de Chetumal.

El asentamiento ocupa una extensión de más de 40 km2 y se conforma por cuatro grupos de arquitectura monumental: Dzibanché o Grupo Principal, Complejo Central o Grupo Lamay, Tutil y Kinichná, grupos que tuvieron funciones específicas, intercomunicados por sacbés o caminos blancos mayas.

Floreció del año 300 al 1200 de nuestra era. Por su arquitectura sobresalen los templos del Búho y de Los Cormoranes que junto a los del Norte y el Sur forman el patio de Xibalba. Destaca la Plaza Gann, donde se encuentra el edificio XIII o edificio de los Cautivos, con representaciones de personajes en actitud de sometimiento.

Textos antiguos hacen creer que Dzibanché fue una de las sedes de la dinastía maya más importante y poderosa durante el Clásico temprano, textos jeroglíficos encontrados en el edificio de los cautivos sugieren que fue sede de la dinastía Kaan, además de presentar un estilo arquitectónico alejado al estilo habitual petenero, llamado de pilastras apareadas, los cuales estaban decorados con estuco.

Del hallazgo se destaca un mural de estuco en relieve con policromía que alude a la antigua dinastía de Kaan. Se encontraron restos humanos y decenas de objetos de ofrendas, entre los que sobresale un punzón de hueso labrado con la escena de un sacrificio humano. También, en el conjunto de objetos, se encuentra una vasija que se rompió intencionalmente durante un ritual en la época prehispánica y depositada como ofrenda; la pieza está decorada con iconografía que hace referencia a uno de los hermanos de “Testigo Cielo”, un importante gobernante de la dinastía Kaan.

El objetivo de la última exploración en Dzibanché fue encontrar las casas que habitó la población, ya que se habían descubierto las áreas ceremoniales y edificios con cámaras mortuorias. Pero en lugar de las casas habitación se descubrieron cuatro palacios destinados a la administración de la ciudad, que en la mayoría de sus espacios conservan fragmentos de estuco con pintura policromada, algunos con glifos de la familia Kaan, y otras cenefas de color rojo.

Las edificaciones se localizaron en el área conocida como Pequeña Acrópolis, donde también se descubrieron materiales arqueológicos que no estaban asociados a la actividad doméstica, sino que integraban ricas ofrendas de 700 años de antigüedad.

Otros hallazgos fueron restos óseos desmembrados de cuatro individuos que parecen haber sido sacrificados; cuchillos de pedernal y de obsidiana y un punzón de hueso grabado con una imagen que alude a la extracción de corazón, en esta se ve a un sacerdote durante el sacrificio.

Los objetos que integran las ofrendas habitualmente se encontraban en cámaras mortuorias, pero en este caso, los mayas los depositaron dispersos en las ruinas de los cuatro palacios, que ya estaban en desuso. Se cree que esto se realizó como parte de un ritual realizado en un momento de crisis, para hacer alguna petición o bien como despedida para marcar un cambio político.

Lo importante del mural descubierto es que proporciona una idea de la decoración de los edificios de la plaza donde habitaron personas de la élite.

Por su cercanía al área monumental de Dzibanché, los arqueólogos piensan que puede ser la residencia de la familia Kaan. En el Templo de los Cormoranes se descubrió otro mural de estuco en relieve con policromía. La iconografía de dicho mural representa la montaña sagrada, en la que se describe el origen y da legitimidad a la importante dinastía.

Además, en este segundo mural se halló, en uno de los costados del Templo de los Cormoranes, la tumba de “Testigo Cielo”; la obra fue cubierta con un muro en talud por los mayas entre los años 1000 y 1250 de nuestra era, por eso se conservó.

Para conocer sobre la arqueología de Dzibanché, observa el siguiente video.

  1. Zona Arqueológica de Dzibanché, Quintana Roo.

Con esto, has concluido la sesión. Si deseas saber más del tema, puedes consultar tu libro de texto de segundo de secundaria, Historia.

El Reto de Hoy:

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