Los retos de la igualdad de género – Civismo Tercero de Secundaria

Aprendizaje esperado: Promueve la igualdad de género en sus relaciones cotidianas y la integra como criterio para valorar otros espacios.

Énfasis: Valorar los retos de la igualdad de género en la convivencia diaria.

¿Qué vamos aprender?

El derecho a la igualdad de género propicia que las mujeres puedan ejercer diferentes derechos, en especial el derecho a la no discriminación, que haya un trato digno para mujeres y hombres sin importar sus diferencias biológicas.

Asimismo, para garantizar el derecho a la igualdad de género, los Estados están obligados a instrumentar acciones específicas para eliminar la discriminación de género.

Referirse a la igualdad de género no sólo consiste en un enfoque de derechos, sino en hacer realidad que éstos y la perspectiva de género estén presentes en las políticas públicas, ya que no se propone hacer iguales a mujeres y hombres, sino garantizar la igualdad en el goce y el ejercicio de los derechos de ambos. En pocas palabras, se trata de que en las sociedades haya igualdad de trato, igualdad en el acceso a las oportunidades e igualdad de resultados.

El concepto de igualdad es un principio que trata de cubrir las necesidades e intereses de personas que son diferentes, especialmente de aquellas que están en desventaja, como el caso de las mujeres.

Ten a la mano hojas blancas o tu cuaderno, lápiz o bolígrafo, así como tu libro de texto de Formación Cívica y Ética para anotar todas las ideas y preguntas que te vayan surgiendo en esta sesión.

¿Qué hacemos?

El principio de igualdad de género es un factor de progreso y de justicia social que influye al conjunto de las causas sociales. La igualdad de género también impacta en otras desigualdades. Para eliminar la desigualdad de género debes atender otras desigualdades y causas, por ejemplo:

  1. La cultura patriarcal, que pone en desventaja a las mujeres en relación con los hombres.
  2. Las clases sociales, que benefician a pocos en detrimento de las mayorías.
  3. El adultocentrismo, que privilegia la razón y el poder de las personas adultas sobre la infancia y la juventud.
  4. La heteronormatividad, que mandata la heterosexualidad sobre cualquier otra orientación sexual, identidad de género, vínculo y práctica sexual.
  5. El racismo, que sobrevalora algunas culturas sobre cualquier otra condición de etnia o nación.
  6. La discapacidad, que pone en desventaja a quienes la tienen en relación con el resto de las personas, por mencionar algunas.

Para evitar la discriminación puedes empezar con un cambio de actitud, congruente con los derechos humanos y promover cambios sociales. En materia de género las diferencias biológicas entre niñas y niños han justificado las desigualdades sociales, cuando en sentido estricto la diferencia sexual no implica ningún tipo de desigualdad entre los sexos.

Observa la siguiente imagen:

La idea que se tiene en la sociedad de la mujer y el hombre, basada en el sexo, ha generado estereotipos de género, donde se asignan roles de comportamiento si se es mujer u hombre.

Las ideas adquiridas en la sociedad a partir de las diferencias biológicas no se han modificado a través del tiempo, pues se considera que estos comportamientos no han cambiado. Por el contrario, partir del concepto de género permite considerar que las relaciones entre hombres y mujeres han sido adquiridas en la convivencia diaria y que pueden cambiar.

¿Cuántas veces has escuchado algo igual o parecido a lo siguiente?

“¡Lavar los trastes es trabajo de mujeres!”

“¡Eres hombre, no debes llorar!”

Cuando se habla de estereotipos de género se refiere a las creencias sobre cómo debe ser y cómo debe comportarse cada género. Con frecuencia son simplificaciones de la conducta que reflejan prejuicios, clichés e ideas preconcebidas.

Los estereotipos generan discriminación por tratar a los sexos como si uno fuera superior al otro. Los puedes identificar fácilmente si piensas en los chistes sobre hombres o mujeres, prácticamente todos están basados en estereotipos.

Lee el siguiente caso:

Juanita 14 años

-Mi mamá siempre nos dice lo mismo a mi hermano y a mí:

-Juana, por ser mujer, debes atender a tu hermano Pedro, debes servirle la comida, recoger y lavar los trastes que use. Además, cuando yo no esté, deberás planchar su uniforme.

Y, si es necesario, no vas a la escuela, pues vas a terminar casándote. Aun no entiendo por qué quieres estudiar. El lugar de una mujer es su casa, atendiendo a los suyos.

– Y tú, Pedro, por ser hombre debes meter la leña para calentar el agua con la que nos bañamos, además debes ir al mercado después de la escuela para ayudar a don Julio, el que vende jitomates. De esta manera te vas a ganar unos centavos, pues cuando seas cabeza de familia debes saber mantenerla.

La discriminación de género puede suceder en el espacio privado, como sucedió en el ejemplo que acabas de revisar, pero también puede suceder en el espacio público. En los dos casos afecta a las personas y limitan sus derechos, además de que reduce sus oportunidades para tener un desarrollo personal y social integral y saludable.

¿Qué opinas de los roles de género que designa la mamá de Juanita a sus hijos?

¿Crees que sean correctos esos roles de género otorgados a Pedro y Juanita? ¿Por qué?

¿Consideras que los roles que la mamá de Juanita asigna a sus hijos son discriminatorios? ¿Por qué?

¿Qué consejo le darías a cada uno de los personajes del caso?

Realiza un cuadro comparativo como el de la siguiente imagen en donde reconozcas y escribas 5 de los estereotipos que has aprendido en casa y en la escuela.

Para contar con más información, observa y escucha el siguiente video del minuto 02:38 a 03:42.

  1. La igualdad, nuestro desafío

Debes colaborar para superar los retos que presenta la desigualdad, ya que no sólo se trata de una responsabilidad del gobierno, sino que es una responsabilidad compartida, para un bien común.

En estos tiempos difíciles de confinamiento, provocado por la pandemia de COVID-19, las mujeres y niñas, no sólo del país sino de todo el mundo, se han vuelto víctimas de violencia aún en su propio hogar, a manos, en la mayoría de los casos, de sus familiares.

El estrés que causa el confinamiento está generando un aumento de casos de violencia doméstica en todo el mundo.

Las condiciones de confinamiento pueden develar lo positivo y lo negativo de los seres humanos. Si puedes reconocer las cualidades de las personas tendrás mejor preparación para afrontar distintas vivencias y establecer pautas que faciliten la adaptación a lo inesperado, insólito o incierto que caracterizan esas condiciones.

Responde las siguientes preguntas:

1. ¿Qué valores se han reforzado en ti y cuáles valores nuevos has aprendido durante la convivencia familiar en la pandemia?

2. ¿Qué es lo que más valoras de tu familia en este tiempo de pandemia y por qué?

3. ¿Qué puedes mejorar en tu familia para tener igualdad de género?

4. ¿Qué tan importante es para ti la convivencia familiar?

5. ¿Qué propones para avanzar hacia la igualdad de género en tu comunidad?

Realiza un mini cartel en una hoja tamaño carta, ya sea de tu cuaderno o de las que puedas reutilizar; usa colores, plumones y el material que tengas a la mano; el cartel debe expresar la relevancia de la igualdad de género en las relaciones familiares. Toma como punto de partida las respuestas a las preguntas anteriores.

En esta situación de confinamiento, los estereotipos de género asignan la responsabilidad en el hogar a las mujeres, especialmente a la madre o la esposa, ya que, tradicionalmente, son ellas las encargadas de todo lo que ocurre dentro de la familia y más simbólicamente “en la casa”.

En cambio, los hombres, a pesar de usar los espacios de la casa y muchas veces trabajar en su interior, pertenecen simbólicamente al mundo exterior, al espacio público. Para ellos el hogar es sinónimo de descanso y propiedad.

Desde la teoría de género, la violencia hacia las mujeres en las familias es difícil de asumir, las víctimas no lo reconocen con facilidad, los victimarios, además, suelen ejercer la violencia psicológica, económica o patrimonial, además de la física o sexual.

Hay sociedades en las que esto está justificado, pues se piensa que las mujeres son propiedad de los varones, que el rol de ellos es ser enérgicos y firmes o que pueden exigir cosas. Y así justifican la violencia.

En esos grupos sociales, si las mujeres acuden a la autoridad o con algún familiar en busca de ayuda, y se quejan o tratan de denunciar, se piensa que ellas se lo buscaron, que algo habrán hecho o que no vale la pena meterse, pues al rato estará de nuevo en su casa.

Eso se llama revictimizar, hacer que la víctima se sienta culpable por recibir o cuestionar la violencia. Lamentablemente son opiniones comunes en algunos espacios, pero se deben evitar para poder tener relaciones más respetuosas.

Nada justifica la violencia: la forma de hablar, de vestir, de relacionarse con otras personas, las actividades a las que una mujer se dedique, sus anhelos o temores, menos el amor; por amor no se recibe ni se ejerce violencia.

Si todo lo anterior sucede en tiempo normal, sin pandemia, ahora imagina estos meses de aislamiento, en donde en casa están todas y todos los integrantes de la familia. Cuando falta comunicación, paciencia, tolerancia y empatía, la convivencia se vuelve muy difícil para todas y todos porque es como si estuvieran viviendo con personas extrañas.

Las ideas tradicionalistas dejan ver la falta de equidad de género y que, aunque ya se está trabajando en su promoción, aún hay un camino largo para que se ponga en práctica, empezando, indiscutiblemente, por los hogares de todo el mundo.

Para continuar la reflexión sobre lo que se ha abordado, escribe 5 acciones que puedas sugerir a quienes se sientan desesperados o incómodos al estar conviviendo en familia para evitar situaciones violentas. Pueden ser acciones que hayas puesto en práctica en tu familia.

Has revisado cómo los estereotipos de género y el aislamiento social pueden provocar tensiones durante el confinamiento, que derivan en violencia de género y violencia intrafamiliar, sobre todo hacia las mujeres y niñas; sin embargo, existen otros factores que pueden desencadenar situaciones difíciles que, de no ser superadas, pueden desembocar en violencia, algunas de éstas son:

• Falta de empleo o mala situación económica.

• No ver a familiares cercanos y estar preocupados por ellos.

• Familiares y/o amistades enfermas por COVID-19.

• Fallecimiento de familiares y/o amistades por COVID-19.

• Exceso de trabajo de oficina en casa, sin horarios determinados.

• Incertidumbre sobre el futuro.

A partir de lo mencionado, reflexiona sobre las siguientes preguntas:

¿Tú o alguna persona de tu familia se ha sentido angustiada o molesta por alguna de las situaciones antes mencionadas? ¿Cómo te has sobrepuesto a ello? ¿Buscaste ayuda con alguien o alguna institución?

Comenta con algún familiar tus respuestas.

¿Cómo podrías prevenir y erradicar la desigualdad de género?

La ONU comparte estas doce pequeñas acciones con gran impacto para la generación de igualdad:

1. Comparte el cuidado: reparte por igual las tareas domésticas, las responsabilidades de crianza y otro trabajo no remunerado.

2. Denuncia los casos de acoso y sexismo: desde los piropos hasta las bromas sexuales inapropiadas, las mujeres se enfrentan a diario a todo tipo de comportamiento sexista e irrespetuoso en lugares públicos y privados. Si eres testigo de un caso de acoso, denúncialo y da un paso adelante.

3. Rechaza el binarismo de género: es posible que no parezca ser un asunto importante, pero los términos como “masculino o femenino” y “mujeres u hombres” excluyen a las personas no binarias e intersexuales que no entran en ninguna de estas categorías. Es importante asegurar los derechos de las personas transgénero y de otras categorías, pues es una parte inherente de la igualdad de género.

4. Exige una cultura de igualdad en el trabajo: desde el acoso sexual hasta la brecha salarial de género, las mujeres enfrentan una lista completa de prácticas discriminatorias en lo que se refiere al lugar de trabajo. Las mujeres suelen hacer grandes sacrificios profesionales para tener una familia, lo que repercute en su bienestar personal y económico. Es importante alentar a los padres a desempeñar un papel activo en la crianza de sus hijas e hijos.

5. Ejerce los derechos políticos: por desgracia, las mujeres siguen estando insuficientemente representadas en los cargos políticos más altos. Hasta 2020, las mujeres sólo ocupan el 25% de los escaños en los parlamentos nacionales y menos del 7% de la dirigencia mundial. ¿Cuál es la manera más fácil y directa de marcar una diferencia? Votar. Y considera votar por las mujeres.

6. Compra con responsabilidad: ya sea que se trate de tu próxima botella de champú o de un nuevo pantalón, es importante comprar o consumir productos que no promuevan estereotipos de género.

7. Enséñale a las niñas lo valiosas que son: recuérdales a las niñas que son fuertes, capaces y se merecen el mismo respeto que los niños. Asegúrate de que entiendan que son mucho más que su apariencia: elógialas por su inteligencia, fortaleza, capacidad de liderazgo, destreza física y muchas áreas más. Anima a las niñas a alzar la voz y hacerse valer. Sobre todo, hazles saber que no existe una manera correcta o incorrecta de ser una niña.

8. Desafía el significado de “ser un hombre”: fomenta un entorno donde los niños y los hombres se sientan seguros al expresar sus emociones: déjales saber que sus sentimientos son válidos e invítalos a compartirlos. No te burles de ellos ni los ignores, y delata a quienes lo hagan.

9. Comprométete con una causa: existen muchísimas causas que puedes apoyar. En primer lugar, elige un tema sobre igualdad de género que te interese y busca un grupo o campaña especializada en él.

La acción colectiva puede operar en todas las escalas. Ninguna acción es demasiado pequeña. El primer paso es presentarte.

10. Desafía los estándares de belleza: si bien los estándares de belleza varían de un lugar a otro, casi siempre fomentan una visión estrecha e irreal de la feminidad. A menudo, las mujeres le dedican mucho más tiempo, energía y dinero a su apariencia que sus pares masculinos. Los ideales estéticos irreales pueden asimismo provocar graves problemas mentales y físicos.

11. Respeta las decisiones de cada persona: cuando las decisiones de otra persona te molesten, pregúntate por qué. Analiza los prejuicios que puedan estar impulsando tu reacción y considera las circunstancias que llevaron a que la vida de esa persona fuera diferente a la tuya. Escucha sus argumentos.

A veces te cuesta entender una decisión que nunca tuviste que tomar.

Asume la responsabilidad de aprender y pensar de manera crítica sobre las situaciones de las demás personas.

Las acciones y valores que te enseñan en casa respecto a lo que debe hacer y ser una mujer y un hombre son determinantes, pues te indican cómo comportarte en las relaciones familiares.

Ante ello, es importante poner límites y establecer momentos en los cuales todas las personas de la familia participen y colaboren; y no dejar la carga a una sola persona, que por lo regular termina siendo la mamá.

También es de suma importancia evitar, desde la crianza, los estereotipos y promover la equidad de género.

Además, debes organizar el tiempo en casa en distintas actividades que permitan la liberación del estrés y así evitar situaciones de tensión que generen violencia.

Si sigues las recomendaciones que has estado estudiando podrás evitar la desigualdad de género y la violencia, sobre todo hacia las mujeres y niñas.

El Reto de Hoy:

Amplía tus conocimientos sobre el derecho a la libertad y la forma de actuar con responsabilidad, revisa los libros de texto y la información sobre COVID-19 que genera la Secretaría de Salud y la Organización Mundial de la Salud.

¡Buen trabajo!

Gracias por tu esfuerzo.

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