Aprendizaje esperado: reconoce algunos de los valores de la época en que fue escrita la obra leída.
Énfasis: explorar y leer obras de teatro.
Clases de tercero de secundaria Lunes 9 de mayo 2022
- Historia: Panorama del periodo I
- Lenguaje: Obras para explorar y leer
- Matemáticas: Resolviendo problemas I
- Química: ¿Cuál es nuestra mejor opción para seguir estudiando?
- Artes: El territorio en mí, las memorias en todos: habitemos el patrimonio
¿Qué vamos a aprender?
Los materiales que necesitarás son tu cuaderno, y lápiz o bolígrafo para que puedas tomar notas, así como tu libro de texto.
Recuerda que todo lo que aprendas es para adquirir nuevos conocimientos, se te recomienda llevar un registro de las dudas, inquietudes o dificultades que surjan durante el planteamiento, pues muchas de éstas las podrás resolver al momento de consultar tu libro de texto y revisar tus apuntes.
¿Qué hacemos?
Para comenzar a abordar los textos dramáticos, lee el siguiente fragmento de la obra Malas palabras, de la autora Perla Szuchmacher.
FLOR NIÑA: ¡La tarea! Mamá, mamá, mamá ¡Mamá, en la escuela me pidieron que lleve una foto de cuando era bebé – bebé!
MAMÁ: ¿Para qué?
FLOR NIÑA: Es un secreto. No puedo decir nada.
FLOR: (al público) Se acercaba el día de la madre y estábamos preparando el regalo. El mío era un portarretratos, le iba a pegar fideos en todo el borde y luego los iba a pintar de colores, en el centro se ponía la foto. La maestra había insistido en que fuera una foto de las primeras, de recién nacidos.
MAMÁ: Deja que busque.
FLOR (al público) Fue por el álbum y se tardó un largo rato. Volvió con los ojos húmedos y una foto.
MAMÁ: Ten, ésta puede servirte.
FLOR NIÑA: ¡No! Ya estoy muy grande.
MAMÁ: Tenías casi dos años.
FLOR NIÑA: Tiene que ser de bebé – bebé.
MAMÁ: Eras una preciosa bebé a los dos años.
FLOR NIÑA: ¡No! La maestra dijo de bebé – bebé, de meses.
MAMÁ: No tenemos, lo siento.
FLOR NIÑA: ¿Nadie me sacó fotos de bebe – bebé? ¿Ni la tía que me quiere tanto? ¿Estaba muy fea o qué?
MAMÁ: No teníamos cámara en esa época, la compramos después.
FLOR (al público) El día de la madre le entregué el portarretratos con mi foto de dos años y le gustó mucho. Se puso a llorar, para variar, pero de alegría. Desde el día de la foto yo me había quedado con la sensación de que mi mamá me ocultaba algo.
FLOR NIÑA: ¿Mamá, siempre vivimos en esta casa?
MAMÁ: Sí.
FLOR NIÑA: ¿Desde que yo era bebé – bebé?
MAMÁ: Esta casa era de tus abuelos y ahora es nuestra, siempre hemos vivido aquí.
FLOR NIÑA: ¿Y yo?
MAMÁ: Tú también, ya te lo dije.
Malas Palabras narra la cotidianidad de Flor, una niña de diez años que, como cualquier otra, va a la escuela y disfruta de inventar juegos con sus amigos. Dentro de ese devenir diario, Flor descubre que hay elementos de su historia que no sólo no conoce, sino que cuando se los pregunta a sus padres, ellos tampoco pueden responder.
Es allí cuando la protagonista detecta que hay algo que le están escondiendo y empieza a buscarlo cuestionando todo. Ése es el momento en que sus padres deben afrontar revelarle la verdad que decidieron callar: Flor es adoptada.
A partir de entonces, observa cómo su mundo infantil se ve trastocado por esta noticia, cómo esta niña de diez años asume y enfrenta el conocimiento de su adopción.
Lo interesante que tiene esta obra no es sólo el intenso argumento planteado por Perla Szuchmacher, sino también cómo y desde dónde es relatado.
Como podrás darte cuenta, una obra de teatro no se lee de la misma forma que una novela o un cuento.
Seguramente cuando lees una obra de teatro o un guion, te imaginas que lo que lees, está ocurriendo en un escenario delante de ti.
Por eso, imagina a los actores, en escena diciendo, sus parlamentos; las acciones de los personajes, el escenario que es donde ocurren los diálogos y se llevan a cabo las acciones narradas en la obra de teatro.
A veces resulta difícil juntar a todos los actores para ensayar una obra de teatro, en esos casos es más sencillo y más práctico realizar lo que se le llama una lectura dramatizada, donde no es necesario aprenderse los diálogos ni trazar movimientos, aunque es indispensable leer y entender muy bien todas las partes del texto.
Observa el siguiente video sobre la lectura dramatizada del minuto 04:45 al 06:30.
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Teatro en atril
Resulta interesante conocer, en voz de quienes hacen teatro, los aspectos que se deben considerar para planear la lectura dramatizada. Esta información te será de gran utilidad, pero continúa repasando lo que debes considerar.
PLANEAR
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Elegir la obra que se va a dramatizar
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Identificarse con el mensaje
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Integrar el elenco (personajes)
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Definir el contexto (de época a la actualidad)
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Ensayar el libreto
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El escenario
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Definir las intervenciones de cada lector
Desde luego, la planeación es fundamental, pero es importante también tomar en cuenta una serie de factores al momento de colocarse frente al texto y transmitirlo a los espectadores. Escucha otra serie de consejos de los especialistas a este respecto, del minuto 08:06 al 09:46.
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Teatro en atril
Se te sugiere que tomes nota de los aspectos a considerar para llevar a cabo una lectura dramatizada.
AL REALIZAR
Volumen de voz
Pronunciación
Matiz o tono de la voz
Expresión corporal
Caracterización
Es momento de ver los resultados que se esperan después de haber planeado, leído y de tomar en cuenta las sugerencias de tus profesores para la lectura en atril o dramatizada.
Observa el video del minuto 09:54 al 11:39.
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Teatro en atril
Algo que te ayudará a convertirte en un buen lector de teatro es lo siguiente:
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Leer en voz alta: los parlamentos de las obras de teatro han sido escritos para ser escuchados más que para ser leídos, por eso, es conveniente, en la medida de lo posible, que los leas en voz alta. Eso te permitirá disfrutar del ritmo y de la musicalidad de las palabras y facilitará la tarea de imaginar que lo que lees, está ocurriendo en un escenario.
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Leer obras de teatro en grupo: distribuye los roles entre tus amigos de manera que cada uno lea los parlamentos de un personaje.
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Leer de una sola vez: la lectura de una obra de teatro llevará aproximadamente el mismo tiempo que duraría su representación en un teatro. Es decir, la mayoría de las obras se leen en dos o tres horas. Si logras consagrar ese tiempo a la lectura, resultará más fácil visualizar todos los eventos narrados como si fueran un espectador más de la obra dramática.
No olvides que las obras dramáticas suelen tener una trama bastante condensada. Por eso, si tardas cuatro semanas en leer una obra de teatro es probable que se te escape gran parte de su impacto emocional e intelectual.
CONVENCIONES
Por otro lado, las obras de teatro tienen una serie de convenciones o reglas que observan los lectores y escritores de teatro. Hay tres que son básicas:
– Descripciones: los dramaturgos siempre “pintan” los decorados mediante descripciones de lo que se ve en la escena. Cuentan cómo son los espacios, qué objetos se encuentran allí, cómo están distribuidos esos objetos, etc.
Las descripciones siempre están en presente y son la herramienta fundamental que tienen, como lectores, para hacerse una imagen mental de los lugares donde ocurren los eventos narrativos representados en la obra.
También dentro de las convenciones están las:
– Acotaciones: en las obras teatrales siempre hay acotaciones —notas entre paréntesis— cuya función es describir los movimientos y los gestos de los personajes. Las acotaciones permiten visualizar cómo lucen y cómo se mueven los personajes en la escena.
Y, finalmente, los:
– Apartes: son parlamentos que los personajes dicen como hablando para sí mismos o dirigiéndose al público, como cuando Flor explicaba qué hacía su mamá o para qué quería la foto que le pedía.
La convención dicta que el resto de los personajes en escena no oyen esas palabras. Los apartes, que suelen aparecer entre paréntesis, sirven para revelar al público los pensamientos de los personajes y, a menudo, se usan para resaltar contradicciones entre lo que los personajes dicen y hacen, y lo que realmente piensan.
Toma en cuenta que el texto dramático es un proceso comunicativo. Si lo piensas bien, existe un emisor, que pueden ser el autor, los actores y el director; y un receptor, que es el público.
Por eso resulta tan interesante presenciar la puesta en escena o la lectura dramatizada de una obra de teatro, porque tienen a varios lectores de la obra interpretándola y leyéndola, que, al escucharla, te conviertes también en lectores e intérpretes del texto.
Para seguir jugando con este diálogo que propone el teatro, se te sugiere que leas una serie de fragmentos de una obra que sin duda despertará muchas inquietudes conforma la vayas conociendo.
Se trata de “El daño que causa el tabaco”, del narrador y dramaturgo ruso Anton Chéjov.
MONÓLOGO EN UN ACTO (1886)
PERSONAJE |
IVÁN IVANOVICH NIUJIN, esposo de la propietaria de una escuela de música y de un pensionado de señoritas. |
La escena representa un estrado en un casino de provincia |
Acto único
NIUJIN, hombre de largas patillas y sin bigote, vestido de un frac viejo y deslucido. Tras hacer una entrada majestuosa, saluda y se estira el chaleco.
NIUJIN. ¡Muy señoras y muy señores míos! (Se atusa las patillas.) Habiendo sido invitada mi mujer a hacerme dar una conferencia con fines benéficos sobre un tema popular.
He de decirles que, por lo que a mí respecta, el asunto de ésta me es indiferente ¿Que hay que dar una conferencia? Pues a dar una conferencia. No soy profesor, y estoy muy lejos de poseer la menor categoría científica; pero, sin embargo, hace ya treinta años que trabajo de un modo incesante, y hasta con perjuicio, podría decir, de mi propia salud, en cuestiones de un carácter puramente científico.
Cómo puedes darte cuenta la forma es curiosa de hablar, y cuántas vueltas da para empezar con el tema.
Precisamente, es un texto que no te deja indiferente. Sobre todo, cuando está representado por un buen actor. Lee otro fragmento:
Como primera orientación, puede decirse que el tabaco es una planta. Les advierto que yo, por lo general, cuando doy una conferencia, tengo la manía de guiñar el ojo derecho; pero ustedes no reparen en ello, es un defecto de mis nervios, soy hombre muy nervioso, y esta costumbre de guiñar un ojo la contraje el trece de septiembre de mil ochocientos ochenta y nueve: día en el que mi mujer dio a luz su cuarta hija, de nombre Varvara.
Todas mis hijas nacieron en trece, pero (Mira el reloj.) el tiempo apremia y no podemos desviarnos del tema de esta conferencia. Tengo, primeramente, que decirles que mi mujer es propietaria de una escuela de música y de un pensionado de señoritas.
Pudiste darte cuenta que justo cuando parecía que ya iba a empezar a hablar del tema del tabaco, otra vez se desvió con lo de su esposa y se queja.
¿Te das cuenta cómo con las palabras se va construyendo la tensión dramática? Observa ahora como concluye:
¡Hubo un tiempo en el que fui joven, inteligente, en el que estudié en la Universidad, en el que soñé y me consideré un hombre! ¡Ahora nada necesito! ¡Nada, salvo la paz! (Mira hacia un lado y se pone precipitadamente el frac.) Pero ¡si está mi mujer entre bastidores! ¡Ha venido y me está esperando! (Mira el reloj.)
¡Señores! ¡El tiempo fijado para esta conferencia ha expirado ya! ¡Les ruego, si ella les pregunta algo, digan que ha sido pronunciada, que el fantoche, o séase, yo, se portó dignamente! (Echando una mirada a un costado y aclarándose la garganta.) ¡Está mirando hacia aquí! (Alzando la voz.) «¡Una vez admitido que el tabaco contenga en sí el terrible veneno a que acabo de referirme, en ningún caso les aconsejo que fumen y hasta me permito esperar que esta conferencia, que ha tenido por tema ‘El daño que hace el tabaco’, les aporte un beneficio He dicho Dixi et animam levavi.»â¯(Saluda, y sale con paso majestuoso. Telón.)
Este monólogo lo escribió Chéjov cuando tenía 26 años y en él se pone de manifiesto ese estilo de humor irónico que le dio personalidad a su obra, ése con el que te sientes mal por reírte y también por no reírte. Se sienten muchas cosas por este personaje.
A manera de recapitulación, se dice que:
Para realizar una lectura dramatizada se debe considerar los siguientes aspectos:
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Tipo de lectura, es decir la trama principal.
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Conocimiento de los signos de puntuación y gramaticales, tales como interrogación y admiración.
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Pronunciación adecuada de las palabras.
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Contexto que se desarrolla la lectura.
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Tipo de lenguaje que se utiliza.
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Criterios básicos de la dramatización, como entonación, gestos y otros.
El reto de hoy:
Selecciona una obra. Puede ser de las que te sugiere el libro de texto
Lee a una velocidad adecuada, ajustándola al tipo de texto y controlando la respiración.
Regula el volumen de la voz.
Lee con seguridad, puedes hacerlo frente a un espejo.
Entona adecuadamente las palabras, marcando las sílabas tónicas.
Respeta las pausas indicadas por los signos de puntuación.
Realiza una grabación y después escúchala.
¡Buen trabajo!
Gracias por tu esfuerzo.