Para antes y después – Lenguaje Tercero de Secundaria

Aprendizaje esperado: jerarquiza las acciones de la autobiografía en un orden cronológico y coherente.

Énfasis: explorar frases y palabras para indicar sucesión.

¿Qué vamos a aprender?

Organizarás de mejor manera la información y los hechos para escribir una autobiografía.

Explorarás frases y palabras que te indicarán la sucesión de acontecimientos.

Obtendrás herramientas importantes para realizar y escribir autobiografías interesantes.

Los materiales que necesitarás son tu cuaderno, y lápiz o bolígrafo para tomar notas, también ten a la mano tu libro de texto.

Recuerda que todo lo que aprendas es para consolidar tu conocimiento, así que se te recomienda llevar un registro de las dudas, inquietudes o dificultades que surjan durante el desarrollo de la sesión, pues muchas de éstas las podrán resolver al momento de consultar tu libro de texto y revisar tus apuntes.

¿Qué hacemos?

Comienza por definir sucesión y conocerás a que se refiere con sucesión en una autobiografía.

Una sucesión de hechos, sucesos o acontecimientos, es una secuencia de situaciones fácticas, ordenada y sistemática, que puede ser de fenómenos sociales o naturales.

Por ejemplo: “Se sucedieron los siguientes hechos: el ladrón entró en la vivienda, luego amenazó a sus moradores, y, por último, escapó con el botín” o “Luego de una noche tormentosa, le sucedió un bonito día soleado”.

Es interesante conocer lo que escriben algunos personajes sobre sí mismos.

Ten en cuenta que todas las biografías son diferentes, una biografía es escrita por una persona externa a la vida de en la persona de la cual se escribe, mientras que la autobiografía es la misma persona quien relata su vida o parte de su vida. Una característica importante es el uso de la tercera persona en la biografía y la primera persona para redactar una autobiografía.

Tendrás que hacer memoria para recordar los sucesos de tu vida y pensar si quieres escribirla desde un orden cronológico o a partir de un evento significativo.

Para que puedas guiarte lee un fragmento de la autobiografía del escritor colombiano Gabriel García Márquez.

“Nací en el pueblo costero Aracataca, en el departamento del Magdalena, en Colombia, el 6 de marzo de 1927, convirtiéndome así en el hijo de Gabriel Eligio García, telegrafista llegado a Aracataca, y Luisa Márquez, hija del coronel liberal Nicolás Ricardo Márquez Mejía, militar liberal en quien años después me inspiré para escribir el personaje del general Aureliano Buendía.

Cuando vivía mis primeros años, mi padre decidió cambiar de profesión, convirtiéndose en farmaceuta, razón por la cual se mudó en enero de 1929 a la ciudad de Barranquilla con mi madre. Por mi parte, yo permanecí bajo el cuidado de mi abuelo Nicolás y mi abuela Tranquilina Iguarán Cortés, a quien yo llamaba “Mina” y que llenó mi imaginación con historias de supersticiones, fantasmas e historias fantásticas, convirtiéndose en mi primera influencia literaria, y en semilla de lo que me haría nacer al Realismo Mágico, pues combinaba la realidad con la fantasía de una forma tan natural y fehaciente que no cabía duda de lo que estaba contando.

No obstante, cuando cumplí ocho años, el abuelo murió, y la ceguera se había adueñado de los ojos de mi abuela Mina. Así que me mudé a Sucre, con mis padres. Allí cursé algunos años de educación, antes de ser enviado a un internado en Barranquilla.

En esos años, descubrí mi amor por las letras y la comedia, aun cuando era identificado como un chico tímido.

En 1940 me estrené como poeta, publicando algunos versos en la revista escolar del Colegio San José, el cual era dirigido por los jesuitas. Así mismo, me gané una beca, por parte del Gobierno, recibiendo de premio ser enviado a un liceo en Bogotá. No obstante, por modificaciones estratégicas, terminé en Zipaquirá, un pueblo a una hora de Bogotá, donde hacía mucho frío y en donde cursé mis estudios secundarios en el Liceo Nacional de Zipaquirá.”

Cómo pudiste darte cuenta las autobiografías se escriben en tiempo pretérito o pasado, si notaste en la lectura, el autor comienza a narrar desde su nacimiento y así cuenta algunos sucesos importantes que vivió en cada etapa de su vida hasta la adolescencia.

Es interesante la manera en la que el gran Gabriel García Márquez relata hechos tan significativos de su infancia, y cómo los detalla de la misma manera que lo hace en sus novelas.

El relato de los sucesos y de los personajes de su infancia deja en claro las motivaciones de García Márquez para convertirse en escritor, y colorea esa infancia con pinceladas largas que te conducen a otras etapas de su vida.

Gabriel García Márquez es uno de los novelistas latinoamericanos más importantes, sus novelas han llenado de imágenes y de historias la vida, saber que se inspiró en su abuelo para crear el personaje del general Aureliano Buendía, es un hecho importante.

En una autobiografía además de conocer hechos comunes y cotidianos de la vida de las personas, puedes encontrar y descubrir hechos significativos y muchas de sus motivaciones más profundas para convertirse en lo que son o lo que fueron.

Escucha como ejemplo el relato de la alumna Ximena que hace una breve sinopsis de su vida a manera de autobiografía.

  1. Autobiografía Ximena

Es interesante la manera en la que Ximena relata algunos de los hechos más significativos de su vida y como va encontrando en su relato la manera de ir conectando en tiempo diferentes aspectos de su vida.

Las autobiografías se van relatando en pasado o pretérito y por medio de algunas palabras se van conectando los hechos.

Cómo pudiste darte cuenta, las palabras que se utilizaron en esta autobiografía, para establecer una sucesión cronológica son precisamente los conectores cronológicos, los cuales hacen referencia a fechas o continuidad de acontecimientos.

Como, por ejemplo, en la autobiografía de Gabriel García Márquez dice después, ya con cuatro años y la palabra luego en la primaria cuya época fue muy alegre.

El autor parte de sus recuerdos para seleccionar algunos aspectos de su vida en función de su intención comunicativa. Si la autobiografía del autor tiene el propósito de describir su carrera profesional, los recuerdos que evoque serán aquellos que se relacionen con su objetivo y la trama determinará el orden en el que aparezcan, ya sea por sucesión de tiempo, por el tipo de trabajos que desarrolló, o por los logros que alcanzó.

Lee el siguiente fragmento, observa las palabras que expresan sucesión.

“A pesar de todo, logré destacar en varias disciplinas deportivas, como por ejemplo el béisbol, el atletismo y el fútbol. Finalmente, en 1947, me gradué como bachiller, y a pesar de querer regresar a la costa, permanecí en Bogotá. Primero estudié Derecho, en la Universidad Nacional de Colombia. Fueron años de mucha lectura y escritura, y aun cuando en ese momento ya sabía que quería dedicarme a escribir y hacer periodismo, a la vez, decidí permanecer en la Universidad para complacer a mi padre. Sin embargo, no desistí en mi vocación, y el 13 de septiembre de 1947 publiqué mi primer cuento en el diario El Espectador, el cual titulé La tercera resignación.

Sin embargo, el destino haría que no terminara esa carrera, pues los disturbios del Bogotazo, ocurridos en 1948, a raíz del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, llevarían al cierre indefinido de la Universidad, y hasta al incendio de la pensión donde vivía. Decidí regresar a Cartagena, en donde ingresé a la Universidad, para continuar con la misión de convertirme en abogado. Al mismo tiempo, tuve la oportunidad de conseguir un cargo de reportero en el periódico El Universal.

A los dos años no había remedio, mi pasión era el periodismo, así que en 1950 le dije adiós a los estudios de Derecho y me centré en el oficio de periodista. Entonces, me mudé a Barranquilla, ciudad donde obtuve un puesto como columnista en “El Heraldo”. Así mismo, ocho años después de arduo trabajo, decidí que era hora de casarme, así que contraje nupcias con Mercedes Barcha, a quien había conocido en un baile de estudiantes, en aquellos años en los que visitaba a mis padres en Sucre, cuando tenía trece años.”

¿Pudiste darte cuenta cuales eran los conectores cronológicos en el texto que acabas de leer?

Los conectores cronológicos son:

  • Finalmente

  • Primero

  • a la vez

  • Al mismo tiempo

  • Entonces

Es importante señalar que al ordenar e indicar cuando ocurren los hechos, se emplean palabras, como:

Primero. Expresa le enumeración de un conjunto de ideas y resalta la de mayor importancia. Es común que las ideas siguientes se enumeren con las expresiones; segundo, tercero, y así sucesivamente.

En primera instancia. Muy similar a la anterior denota la exaltación de una idea respecto a las demás, debido a su importancia.

Mientras. Introduce una oración cuya acción sucede de forma simultánea o en el mismo periodo de tiempo que lo que se expresa en la oración principal.

Pues. Permite marcar un cambio de sentido, introduciendo una idea de menor jerarquía que la anterior. Sirve también para ejemplificar la idea principal.

Entonces. Permite pasar de una idea a otra. Regularmente la idea que aparece primero es la de mayor importancia, las ideas subsecuentes enriquecen a la primera.

En el siguiente fragmento, pon atención en la cronología del relato.

“Entre los muchos testigos históricos de aquel día en Bogotá, había dos que no se conocían entre sí, y que años después serán dos de mis grandes amigos. Uno era Luis Cardoza y Aragón, un poeta ensayista político y literario de Guatemala, que asistía a la conferencia Panamericana como canciller de su país y jefe de su delegación. El otro era Fidel Castro, Ambos, además, fueron acusados en algún momento de estar implicados en los disturbios.

De Cardoza y Aragón se dijo en concreto que había sido uno de los promotores embozado con su credencial de delegado especial del gobierno progresista de Jacobo Arbenz en Guatemala. Hay que entender que Cardoza y Aragón era delegado de un gobierno histórico y un gran poeta de la lengua que no se habría prestado nunca para una aventura demente.

A Cardoza y Aragón, lo conocí muchos años después en la Ciudad de México, con su esposa Lya Kostakowsky, en su casa de Coyoacán sacralizada por los recuerdos y embellecida aún más por las obras originales de grandes pintores de su tiempo. Sus amigos concurríamos allí las noches de los domingos en las veladas íntimas de una importancia sin pretensiones. Se consideraba un sobreviviente, primero cuando su automóvil fue ametrallado por los francotiradores apenas una hora después del crimen. Y días después ya con la rebelión vencida, cuando un borracho que se le atravesó en la calle le disparó en la cara con un revolver que se encasquilló dos veces. El 9 de abril era un tema recurrente de nuestras conversaciones, en las cuales se confundía la rabia con la nostalgia de los años perdidos.”

Los conectores cronológicos encontrados son:

  • años después

  • primero

  • días después

Por ejemplo, en la frase “años después”, denota un salto en el tiempo de la narración, pues describe un suceso que sucederá posteriormente al hecho que se narra. Esto sirve para organizar el relato pues explica un dato importante para comprender el contenido.

En el caso de primero y días después, dan un orden cronológico al relato, al situar en el tiempo los acontecimientos que le suceden al personaje.

Las autobiografías cronológicas, los acontecimientos o hechos se relatan de acuerdo como fueron sucediendo, es decir uno seguido de otro de acuerdo la línea de tiempo que se decidió seguir.

Generalmente van desde el nacimiento hasta la muerte, o hasta el acontecimiento más reciente de la vida del personaje; a esto se le conoce como sucesión.

Un recurso es indicar los diferentes sucesos a partir de los años más relevantes en la vida del autor. Puedes utilizar un organizador gráfico, como la línea del tiempo, para delimitar los eventos más significativos.

Otra manera de hacer referencia a la sucesión de los hechos o situaciones es utilizar algunos adverbios y frases o locuciones adverbiales elementos gramaticales que modifican directamente al verbo.

Por ejemplo: apenas, durante, cuando, más tarde, luego, hasta que, tan pronto como, siempre, etcétera.

Mi nombre es Ximena Guadalupe Domínguez Martínez. Nací en el estado de México el primer día de noviembre de año 2006. Durante mi niñez vienen recuerdos a mi mente armando rompecabezas, jugando con mis muñecas y disfrutando las películas infantiles que predominaban es ese tiempo.

Después, ya con cuatro años de edad, me trasladé junto con mi familia al municipio de Tultepec y fue establecida allí, que comenzó mi vida escolar en el jardín de niños. Luego en la primaria cuya época fue muy alegre, tuve varias vivencias muy importantes, una de ellas fue cuando cursaba el sexto grado y participé en una obra de teatro: “El rey león”, lo recuerdo porque fue una experiencia muy divertida y gratificante para mí.

Una manera más de relatar las causas o efectos provocados por un hecho, es haciendo uso de conectores causales. Observa el ejemplo en un fragmento tomado de la autobiografía de Stephen Hawking:

Recuerdo esperar con ilusión su llegada para poder jugar los tres. Era una niña muy intensa y perspicaz, yo siempre respeté su opinión y sus razonamientos. Mi hermano Edward fue adoptado mucho después, cuando tenía catorce años, así que apenas estuvo presente en mi infancia. Era muy distinto de los otros tres niños, pues no era nada académico ni intelectual, algo que probablemente fue bueno para nosotros. Pese a ser un niño más bien difícil, era inevitable cogerle cariño. Murió en 2004 por causas que nunca fueron esclarecidas adecuadamente. La explicación más plausible es que se intoxicara con los vapores de la cola que estaba utilizando para reformar su piso […]

[…] En vez de acudir al trabajo desde Highgate, le pareció más sensato mudarse con la familia fuera de Londres y desplazarse a la ciudad para trabajar. Por tanto, mis padres compraron una casa en St. Albans, una ciudad con catedral a unos dieciséis kilómetros al norte de Mill Hill y treinta al norte de Londres […]

Stephen Hawking.

En las autobiografías también se incluyen aspectos que tienen que ver con acciones o acontecimientos paralelos a la vida del personaje; a esto se le conoce como simultaneidad. Se relacionan hechos o aspectos de la vida del personaje con acontecimientos históricos, sociales o culturales del lugar en el que vive o vivió para identificar el efecto entre ellos.

Los adverbios o locuciones que permiten desarrollar hechos y acciones simultáneas son: mientras, mientras que, siempre que, luego entonces, entre otros.

Ejemplo:

Mientras ejercía como médico, en sus ratos libres escribía poemas.

Lee el siguiente fragmento de la biografía de Gabriel García Márquez en el que aparecen expresiones de jerarquización.

¡La estación! – exclamó mi madre- Como habrá cambiado el mundo que ya nadie espera el tren.

Entonces la locomotora acabó de pitar, disminuyó la marcha y se detuvo con un lamento largo. Lo primero que me impresionó fue el silencio. Un silencio material que hubiera podido identificar con los ojos vendados entre los otros silencios del mundo. La reverberación del calo era tan intensa que todo se veía como a través de un vidrio ondulante. No había memoria alguna de la vida humana hasta donde alcanzaba la vista, ni nada que o estuviera cubierto por un rocío tenue de polvo ardiente. Mi madre permaneció todavía unos minutos en el asiento, mirando el pueblo muerto y tendido en las calles desiertas, y por fin exclamó aterrada:

– ¡Dios mío!

Fue lo único que dijo antes de bajar.

Mientras el tren permaneció allí tuve la sensación de que no estamos solos por completo.

En este caso la expresión “entonces”, permite al autor jerarquizar entre las ideas de su madre y sus propias remembranzas.

El autor usa la palabra primero para jerarquizar los detalles que llamaron la atención.

El autor usa la expresión Mientras, para jerarquizar los momentos en los que ocurren dos hechos de manera simultánea.

La importancia del orden cronológico en la narración escrita no solo se limita a la creación de textos autobiográficos, también se utiliza en textos históricos.

Recapitula:

Una de las formas de organizar las narraciones es cronológicamente.

En las autobiografías, la narración recurre a la reconstrucción de acontecimientos pasados, los cuales deben organizarse adecuadamente para ser comprendidos.

Al organizarlos cronológicamente, se puede observar el desarrollo de una vida de manera organizada y entendible.

Considera que, en este tipo de textos, el tiempo de la narración no es el mismo que el tiempo de la realidad.

Las cronologías se pueden empezar por la mitad o por el final del periodo y hacer saltos en los sucesos ocurridos.

La trama de autobiografía determinará si aparecen por sucesión.

Lee un último fragmento de la autobiografía de Gabriel García Márquez

Un año después, Mercedes y yo tuvimos la dicha de convertirnos en padres, trayendo al mundo a Rodrigo García Márquez. En 1961 decidimos como familia mudarnos a Nueva York, donde empecé a ejercer como corresponsal de la agencia cubana de noticias Prensa Latina, no obstante, las presiones y amenazas de los sectores enemigos de la Revolución Cubana me hicieron desistir, y preferí partir con mi familia a México.

En 1964 nació mi segundo hijo, Gonzalo. Desde entonces me enamoré de Ciudad de México, donde decidí vivir siempre, y escribí las historias de mayor relieve en mi carrera.

En este aspecto, la verdadera fama como escritor cayó sobre mí luego de la publicación de Cien Años de Soledad, la cual fue publicada por primera vez en 1967, convirtiéndose en un verdadero fenómeno en ventas, lo cual cambió mi vida para siempre. Sin embargo, más allá de los premios y las entrevistas, yo quería seguir escribiendo. También tuve que soportar el título de subversivo, debido a mi relación de amistad con Fidel Castro, teniendo como consecuencia que me negaran durante años la visa a Estados Unidos, hasta que el presidente Bill Clinton, quien aseguraba que Cien Años de Soledad era su novela favorita retiró la prohibición.

En 1981, regresé a Colombia y tuve que huir, pues el presidente de Julio César Turbay me acusaba de financiar el grupo guerrillero M-19, por lo que tuve que exiliarme a México. Un año después me fui galardonado con el Premio Nobel de Literatura, por Cien Años de Soledad, aumentando aún más la fama de esta historia, la cual pasó a ser por antonomasia modelo del Realismo Mágico, como los críticos bautizaron a esa forma de escribir que conjugaba verdad y fantasía. Los años siguientes los pasé escribiendo y alternando el paisaje entre México, La Habana y Cartagena de Indias.

Puedes seguir leyendo autobiografías, puedes buscarlas en la biblioteca escolar o en internet, si tienes acceso a alguna biblioteca pública. Ten en cuenta que la autobiografía que elijas puede ser de un escritor, un científico, un artista, un político, un inventor, un deportista o cualquier personaje que se haya ganado tu admiración.

Escucha a un alumno de secundaria, quien platica cómo organizó los sucesos de su autobiografía.

  1. Anexo 3

El reto de hoy:

Explora frases y palabras que indican sucesión.

¡Buen trabajo!

Gracias por tu esfuerzo.

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