Recursos literarios que enriquecen la narración – Lenguaje Tercero de Secundaria

Aprendizaje esperado: sistematiza los pasajes más relevantes de su vida para elaborar una autobiografía.

Énfasis: identificar la función de la trama en autobiografías.

¿Qué vamos a aprender?

Se te sugiere tomar nota y escribe tus dudas. Y recuerda que la gente positiva transforma los sueños en objetivos.

Los materiales que necesitarás son tu cuaderno y lápiz o bolígrafo para escribir lo que consideres necesario para tener tus apuntes de la sesión.

También es conveniente tener a la mano tu libro de texto.

Ten presente que todo lo que aprendas es para conocer más, por lo que las dudas, inquietudes o dificultades que surjan, muchas de éstas las podrás resolver al consultar tu libro de texto y revisar tus apuntes.

¿Qué hacemos?

En una lectura se menciona que una persona, al estar revisando documentos para obtener información y redactar un texto en el que narra su vida, encontró una foto de cuando bebé, con una gran sonrisa y comiendo un jitomate.

Pero para esta persona fue una tremenda impresión: menciona que no le gustan los jitomates y peor aún, tenía la idea de que nunca en su vida le habían gustado, y ahora que pretendía escribir algo sobre su historia, se daba cuenta de que sus recuerdos no eran muy exactos, eso le demostraba su fotografía, si bien actualmente no le gustan los jitomates, antes no era así, de modo que algo debió pasar en su gusto actual.

Seguramente estaba buscando información para escribir su autobiografía y, aunque su afición por los jitomates no es algo muy relevante en la narración, efectivamente, decidir lo que quieres contar y cómo lo harás es un proceso que vale la pena conocer.

Escucha la participación de Rubén, que ya inició con la elaboración de su autobiografía y quiere consultar algo.

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La autoentrevista es buena estrategia para reunir información. En cuanto a la pregunta de Rubén, de cómo presentar la información en tu texto es: la trama.

Conoce lo que es la trama y aprende a diferenciarla del argumento.

El argumento será el conjunto de todo lo que ha pasado, ordenado cronológicamente.

La trama es el modo particular en que estos hechos han sido ordenados en la narración. Es posible que corresponda o no con el argumento.

Una buena trama narrativa debe seguir una estructura para que pueda ser entendida.

El inicio, que introduce al lector a la historia. Aquí se presenta en su totalidad o una parte de ella; es el gancho para atrapar al lector. El contexto y ambiente es otro aspecto importante que ubica el qué y dónde.

En este apartado se muestra la razón por la cual el personaje lleva a cabo ciertas acciones. Por ejemplo, un pensamiento, un problema o una situación.

El desarrollo de la trama es la parte intermedia de la historia; tras conocer personajes, ambiente y situaciones se pasa a la interacción de los personajes con dichas situaciones.

En esta etapa, la trama narrativa debe centrarse en cómo los personajes tratan el problema y cómo se maneja la situación para poder resolverla.

De hecho, el desarrollo de la historia es el corazón de la trama narrativa. Aquí es donde suceden la mayoría de los eventos y se trata el aspecto cronológico, es decir, el orden de cada situación.

El final de la historia es el apartado de la trama en el que se debe hacer un cierre de la historia que se decidió narrar. Aunque no siempre el final es el cierre, también una historia puede iniciar por el final.

Como puedes observar, es algo muy importante: si una trama tiene un mal comienzo, no se podrá saber qué originó la acción de la historia. Es decir que, si el comienzo no es muy afortunado, podría suceder que el desarrollo de la trama se disperse, pero, ¿cómo se podría determinar si es bueno o malo? ¿Eso cómo se evalúa?

Para comprender mejor, conoce la trama de una autobiografía.

El ejemplo con el que trabajarás es la de Malala, que es la historia de:

“Cuando nací, los habitantes de nuestra aldea se compadecieron de mi madre y nadie felicitó a mi padre. Llegué al alba, cuando se apaga la última estrella, lo que los pashtunes consideramos un buen augurio. Mi padre no tenía dinero para pagar un hospital o una comadrona, así que una vecina ayudó a mi madre.

El primer hijo que mis padres habían tenido nació muerto, pero yo nací llorando y dando patadas. Era una niña en una tierra en la que se disparan rifles al aire para celebrar la llegada de un hijo varón, mientras que a las hijas se las oculta tras una cortina y su función en la vida no es más que preparar la comida y procrear”.

A primera vista arranca en orden cronológico, pues narra su nacimiento y da un atisbo a su entorno familiar.

Algo muy importante y que te da una pista de la historia, eso es justamente la trama, se refiere a la forma en que decidió organizar la historia; esto es, en cinco partes y con un total de 24 títulos. El texto se llama “Ha nacido una niña”, y justamente es lo que narra en su libro autobiográfico.

Continúa descubriendo.

“Vivíamos a la sombra de las montañas del Hindu Kush, a las que los hombres iban a cazar íbices y gallos dorados. Nuestra casa tenía una planta y era de cemento. A la izquierda había una escalera que conducía a una azotea lo bastante grande como para que los niños jugáramos al cricket.

Era nuestro campo de juego. Al atardecer, mi padre y sus amigos con frecuencia se sentaban allí y tomaban té. A veces yo también me quedaba allí contemplando cómo se elevaba el humo de los hogares a nuestro alrededor y escuchando el concierto nocturno de los grillos.

Cómo puedes observar, sigue en el orden cronológico. Malala hace una descripción de su casa y los recuerdos de su infancia.

Cuando nací, éramos muy pobres. Mi padre y un amigo suyo habían fundado la primera escuela y vivíamos en una cabaña de dos habitaciones enfrente de ella.

Yo dormía con mi madre y mi padre en una habitación y la otra era para los invitados. No teníamos cuarto de baño ni cocina y mi madre cocinaba sobre la leña que encendía en el suelo y lavaba la ropa con el agua de un grifo de la escuela. […]

Dos años después llegó mi hermano Khushal. Como yo, nació en casa porque todavía no podíamos permitirnos ir al hospital […]

Mi madre había deseado un varón y no pudo ocultar su alegría cuando nació. Yo lo veía muy delgadito y pequeño, como un junco que pudiera troncharse con el viento, pero era su ladla, la niña de sus ojos. Me parecía que cada deseo suyo era una orden para ella. […]

Casi cinco años después, nació otro niño, Atal, de mirada inteligente y curioso como una ardilla. Entonces mi padre dijo que estábamos completos. Tres hijos es una familia pequeña en Swat, donde la mayoría de la gente tiene siete u ocho.

A medida que avanza, regresas a detalles del momento de su nacimiento y conoces también la llegada de sus hermanos. Poco a poco entiendes la diferencia de nacer mujer a nacer hombre, y llegas hasta la sociedad, para la familia misma marcaba diferencias.

“Yo nací el 12 de julio de 1997. A mi madre la ayudó una vecina que ya había actuado de comadrona en otras ocasiones. Mi padre estaba en la escuela esperando cuando oyó la noticia y vino corriendo. A mi madre le preocupaba decirle que había tenido una hija y no un hijo, pero él cuenta que me miró a los ojos y se sintió feliz. […]

Poco después de que yo naciera, las habitaciones que había sobre la escuela quedaron libres y nos mudamos allí.

[…]

Yo jugaba en el pasillo de la escuela. Mi padre me cuenta que, incluso antes de andar, entraba gateando en las clases y me ponía a hablar como si fuera la maestra. Algunas profesoras […] me cogían y me sentaban en su regazo cariñosamente o incluso me llevaban a sus casas.

Cuando tenía tres o cuatro años me asignaron a una clase para niñas mucho mayores. Yo me sentaba asombrada, escuchando todo lo que decían. A veces imitaba a los maestros. Se puede decir que crecí en una escuela.”

Algo interesante: la historia menciona un momento conmovedor de su niñez, retrocede para narrar la historia de su familia y posteriormente avanzará.

Es una buena táctica: mezclar diversos momentos con historias seguramente narradas por sus padres.

“Parecía que todo el país estaba enloqueciendo. El resto de Pakistán estaba preocupado por otra cosa: los talibanes habían llegado hasta el corazón de la capital, Islamabad. En las noticias vimos imágenes de lo que la gente llamaba la «Brigada del Burka»: mujeres jóvenes y niñas como nosotras, cubiertas con burkas y atacando con palos tiendas de CD y DVD en mercados del centro de Islamabad.”

Mezclar reflexiones del presente, contar tu historia a través de una serie de recuerdos recurrentes es otra opción de darle movimientos a la trama.

En el caso de Malala es claro cómo se fusiona la situación política con su desarrollo personal.

“Lo que me mantenía en aquellos días sombríos era la escuela. Cuando estaba en la calle parecía que cada hombre con el que me cruzaba podría ser un talibán. Escondíamos las mochilas y los libros debajo del velo. Mi padre decía que lo más bonito que se podía ver por la mañana en una aldea era una niña con el uniforme del colegio, pero ahora teníamos miedo de llevarlo. […]

Mi padre se reía y dijo que me debería dedicar a la política. «Ya de pequeñita hablabas como un político», bromeaba.”

Transmitir sentimientos de pérdida, sentimientos de alegría, intenciones, deseos, la sabiduría que has ganado y otros pensamientos íntimos de vez en cuando para reflexionar sobre todo lo que significa es una buena manera de añadir profundidad a tu autobiografía.

“Después, el 1 de diciembre de 2009, hubo un atentado suicida contra un conocido político local […]

Unas semanas después de aquello me pidieron que tomara parte en la Asamblea de Niños del Distrito de Swat, que habían creado Unicef y la Fundación Khpal Kor (Mi Hogar) para huérfanos.

Fueron elegidos miembros sesenta estudiantes de todo Swat. La mayoría eran chicos, pero también fueron once niñas de mi escuela. La primera reunión se celebró en una sala con numerosos políticos y activistas. Elegimos a un portavoz ¡y yo fui la más votada! Era extraño estar allí de pie en el estrado y que la gente me llamara «la señora portavoz», pero causaba satisfacción que se nos escuchara.”

Como podrás darte cuenta, la organización en capítulos es útil porque permite continuar o discutir algunos periodos de la vida o acontecimientos, ya que puedes adelantar o retroceder en el tiempo, así como empezar a narrar un nuevo tema sin causar desconcierto en el lector.

“No vi a los dos jóvenes ponerse en medio de la carretera y obligar al autobús a detenerse repentinamente. Ni siquiera pude responder a su pregunta: «¿Quién es Malala?» o les habría explicado por qué debían dejarnos a las niñas ir a la escuela, y también a sus hermanas e hijas.

Lo último que recuerdo es que estaba pensando en el repaso que tenía que hacer para el día siguiente. En mi cabeza los sonidos no eran el bang, bang, bang de los tres disparos, sino el crack, crack, crack, del hombre que cortaba las cabezas a los pollos y las iba arrojando a la sucia calle, una por una.”

En los capítulos, es conveniente terminarlos con una nota conmovedora o intrigante para que las personas no puedan esperar por comenzar el siguiente

“Yo había caído sobre el regazo de Moniba y sangraba por la cabeza y el oído izquierdo. Enseguida, un policía detuvo el autobús y empezó a hacer preguntas, por lo que perdimos un tiempo precioso. Una compañera me buscó el pulso en el cuello. «¡Está viva! —gritó—. Tenemos que llevarla al hospital. ¡Déjenos en paz y busque al hombre que ha hecho esto!»”.

Recuerda que la trama es una selección de elementos de la historia que aparecen explícitamente en el texto narrativo. Se trata entonces de aquellos eventos, personajes, lugares y lapsos de tiempo que el creador del relato decide presentar, por ello aquí Moniba, los padres, el atentado son elementos de gran relevancia en la vida de Malala.

“Me dispararon un martes a la hora de comer. El jueves por la mañana mi padre estaba tan convencido de que iba a morir que dijo a mi tío […] que la aldea empezara a preparar mi funeral. Me habían puesto en coma inducido, mis constantes vitales se deterioraban, tenía la cara y el cuerpo hinchados, y mis riñones y pulmones estaban fallando. Mi padre me dijo más tarde que era atroz verme conectada a todos aquellos tubos en un pequeño cubículo de cristal. Daba la impresión de que ya estaba muerta médicamente.”

Un detalle importante es que la trama está contenida en la historia. Así, todo lo que pertenezca a la trama pertenecerá también a la historia. Sin embargo, lo contrario no es cierto: muchos elementos que hacen parte de la historia no están presentes en la trama.

La historia de Malala tiene una gran cantidad de datos políticos que no son parte de la trama, pero hacen comprender la historia de forma detallada.

“Me desperté el 16 de octubre, una semana después de que me dispararan. Me encontraba a miles de kilómetros de mi casa, con un tubo en el cuello para ayudarme a respirar e incapaz de hablar. Volvía a cuidados intensivos después de otro escáner y estuve fluctuando entre la conciencia y el sueño hasta que me desperté completamente.”

Por ahora lee un último fragmento de la autobiografía de Malala. Estás entendiendo la trama, pero se te sugiere conocer la apasionante historia.

“Las Naciones Unidas anunciaron que iban a designar el 10 de noviembre, un mes y un día después del atentado, el Día de Malala. Yo no presté mucha atención a esto porque me estaba preparando para una gran operación al día siguiente para repararme el nervio facial. […]

Cuando la gente habla sobre cómo me dispararon y lo que ocurrió, creo que es la historia de Malala, «una niña a la que dispararon los talibanes», la que cuentan; no me parece que sea una historia sobre mí.”

Quien crea un relato tiene la responsabilidad de transformar una historia en una trama, es decir, dar las causas para que todo suceda y enlazar de manera coherente los diversos sucesos en el tiempo, ya sea cronológico o no.

Trabaja con el material que tienes para hacer una historia interesante que se construya hacia un clímax y se resuelva al final. Crea un arco narrativo, es decir, al organizar y completar tus recuerdos y anécdotas para que confluyan de manera lógica.

¿Cuál es tu conflicto central?

¿Cuál es el mayor obstáculo que se haya presentado en tu vida que te haya tomado años superar o asumir?

Tal vez sea una meta a la que hayas dedicado años para alcanzar, un evento significativo a cierta edad, una anécdota en la que hayas participado.

Crea tensión y suspenso. Estructura el relato para que tenga una serie de historias que lleven al clímax del conflicto.

Escribe un clímax.

Llegarás al punto en tu historia para que el conflicto llegue a su máximo nivel.

Termina con una resolución, incluso si tu final no es como quisieras, piensa que de alguna manera alcanzaste tu meta, obtuviste un aprendizaje y estas contándolo.

Cómo pudiste darte cuenta a lo largo de la sesión, Identificar la función de la trama irá dando forma a la autobiografía y así lograr una narración que atrape al lector.

Identifica y elige los sucesos más importantes o significativos que has vivido, determina la trama, decide el orden de los acontecimientos, mantén el hilo conductor de todos los sucesos para que resulten atractivos y atrapen al lector.

Recuerda que, finalmente, estas utilizando la narrativa, y quién mejor para imprimirle emoción a nuestra historia que tú mismo.

Recuerda que en esta sesión aprendiste cómo identificar la función de la trama, y que, gracias a ello, sistematizar los pasajes más relevantes de la vida para elaborar una autobiografía, la obra logrará tomar forma y cumplir con tus expectativas de atrapar al lector.

Ten presente que la autobiografía es un relato que haces de tu propia vida, en el que muestras elementos importantes de ella, como su nacimiento, experiencias personales significativas, logros, etc.

En este tipo de textos tú eres el protagonista y la trama es fundamental para dar sentido y cohesión a tu historia.

La memoria es terriblemente frágil. Acudes a ella en busca de respuestas, no sólo las respuestas intelectuales.

El espacio que abre una autobiografía es esencialmente íntimo.

Los autores escribes y, al momento de escribir, aquello ya no les pertenece más; lo sacan de ellos y ellas mismas, lo liberan y se liberan, y sus vivencias hechas literatura quedan flotando en un mar de palabras sueltas, de ficciones y de verdades.

Las autobiografías son diferentes entre sí, varían enormemente, lo que se dice o no se dice sobre lo que se narra.

Las autobiografías son diferentes quizás porque así de diferentes han sido nuestras vidas: únicas e irrepetibles cada una.

La autobiografía es un género narrativo que emprende el recuento de los principales episodios de una vida, haciendo énfasis en situaciones vitales relevantes y definitorias. Se le considera una forma de escritura que existe entre la literatura y la historia, muy próximo a las memorias, el diario íntimo y la biografía.

El rasgo distintivo de la autobiografía es que el propio narrador de las anécdotas es el personaje que las vive y, en este caso, es el mismo autor. Narrador, protagonista y autor convergen así en una sola figura, lo cual no es garantía de la veracidad de lo contado, pues todo se aborda subjetivamente a partir de los recuerdos del autor. Vendría a ser el equivalente literario del autorretrato pictórico.

Si bien tanto la autobiografía como la biografía tratan la reconstrucción de la vida de una persona, por lo general la biografía aspira a un mayor rigor científico o investigativo, que se ampara en la búsqueda de documentos, la revisión de fuentes de la época, la entrevista a personas conocidas del biografiado, etc.

Mientras que la autobiografía posee un mayor tenor subjetivo: el biografiado rememora sus episodios vitales más significativos y los recompone.

El reto de hoy:

Se te sugiere que, para reafirmar lo que aprendiste en esta sesión, localices en tus libros de texto el aprendizaje esperado:

“Sistematiza los pasajes más relevantes de su vida para elaborar una autobiografía.”

Lo anterior, para que cuentes con más elementos y puedas:

“Identificar la función de la trama en autobiografías.”

¡Buen trabajo!

Gracias por tu esfuerzo.

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