Validando mis argumentos – Lenguaje Tercero de Secundaria

Aprendizaje esperado: Expresa de manera clara sus argumentos y los sustenta en información analizada al debatir sobre un tema.

Énfasis: Revisar ejemplos y citas como formas de validar los argumentos.

¿Qué vamos a aprender?

El poder transmitir las ideas es fundamental. La libertad de expresión es un derecho con el que todos cuentan, sin embargo, también debes sustentar tus opiniones o conocimientos, ya que eso ayudará a que los otros comprendan lo que quieres compartir.

Ahondarás en cómo exponer las opiniones, validándolas, haciendo empleo de información verídica y previamente investigada.

Ten a la mano tu libro de texto. No olvides, en la medida de lo posible, registrar las dudas o inquietudes que se te presenten durante la sesión.

Puedes anotar palabras clave o ejemplos específicos que te ayuden a comprender y recordar mejor el contenido estudiado.

¿Sabes qué es un panel de discusión?

Un panel de discusión es un lugar en el que se reúnen las personas para debatir sobre un tema.

Específicamente, es un foro público en el que se reúnen especialistas para tratar un tema determinado y, en efecto, debatir sobre alguna cuestión de gran importancia para una comunidad interesada. Estos debates suelen realizarse con público presente.

La función principal de los paneles de discusión es ofrecer información de valor relacionada con un tema y de interés para la comunidad.

El hecho de que los panelistas sean especialistas en dicho tema permite que la discusión sea de alto nivel. Lo que resulta más interesante de este tipo de encuentros es cuando dos o más personas no piensan exactamente igual, cuando tienen opiniones distintas o incluso opuestas.

Esto ocurre, sobre todo, cuando se trata algún tema polémico, que se preste a interpretaciones diferentes, esto pasa también en la vida cotidiana.

Tanto en encuentros especializados, como en el día a día, te enfrascas en conversaciones en las que cada persona puede tener opiniones diversas y todos tienen el derecho de exponer sus conocimientos e impresiones.

Es importante saber escuchar y conocer lo que otros opinan o piensan, pues de esta manera enriqueces tu conocimiento y amplias tus perspectivas.

Pero también es bueno compartir y defender lo que tienes en la cabeza. Ahora que ya tienes una definición sobre el panel de discusión y sus características ¿qué tipo de herramientas puedes utilizar al momento de argumentar?

¿Qué hacemos?

En primer lugar, es fundamental que cuando te encuentras debatiendo estés seguro de comprender el tema del que se habla, es decir, conocer sus partes y sus implicaciones. No simplemente quedarte con impresiones personales.

Por ejemplo, cuando se habla de la escasez de agua. No basta con decir que el agua se está acabando, sino que es necesario conocer estudios o artículos de divulgación científica que respalden tu opinión.

Además, debes de procurar tener la habilidad de decir con tus propias palabras esa información, de modo que dejes clara cuál es tu posición u opinión al respecto. Recuerda que, en un debate, tu misión es que tus palabras te respalden.

Y tener una mente abierta, también es importante, ya que puede ser que, a lo largo de la discusión, te des cuenta de que la otra persona también está en lo cierto o te haga notar algo de lo que no te habías percatado.

Ante todo, tiene que estar presente el respeto, el hecho de que otras personas piensen diferente a ti no las hace mejores ni peores. Gran parte de la misión de los debates es llegar a un consenso o punto medio del asunto en cuestión.

En el mundo corre una gran cantidad de información y no eres dueño de toda ella. Escuchar siempre te ayuda a valorar y ampliar tus horizontes

Durante un debate, los participantes exponen su postura y lo principal es que se encuentre respaldada por evidencias concisas que la sostengan frente a las demás personas, pues en un debate público también es importante la habilidad que tengan los participantes de persuadir a la audiencia, lo que sólo se logra con la solidez de los argumentos.

¿Y cómo se puede distinguir un argumento sólido? Éstos se encuentran cuando puedes probar, justificar o demostrar tus afirmaciones mediante distintos recursos.

Uno de estos recursos puede ser el empleo de la opinión, también el uso de datos comprobables, puedes utilizar ejemplos.

Y, por último, al momento de debatir, puedes hacer referencia a los hechos.

Pero, ¿cómo funciona cada uno de estos elementos?

En primer lugar, si defines “argumento”, te encuentras con que es una expresión oral o escrita de un razonamiento, mediante el cual se intenta probar o justificar algo.

Una “opinión” es una idea, juicio o concepto que una persona tiene o se forma acerca de algo o alguien. Esta se desarrolla en el terreno de la subjetividad.

Un “dato” es toda aquella información concreta sobre hechos o elementos que permiten estudiarlos. Es algo ya conocido y difundido.

Un “ejemplo” es cualquier frase, acción u objeto que se usa para explicar, ilustrar o aclarar una cosa.

Finalmente, el término “hecho” se refiere a aquello que ocurre de forma tangible y es comprobable, ya sea por la ciencia o por el método empírico.

Hay diversas formas de argumentar. Unas más objetivas que otras y por tanto algunas más válidas.

Es cierto que las opiniones suelen ser consideradas argumentos menos válidos que los hechos, sin embargo, al momento de argumentar también el tiene que ver el contexto o el interlocutor. Según se analice la situación, puedes decidir cuál argumento es el que conviene emplear.

Por ejemplo, en un debate científico, no sería válida una opinión personal pero quizá en una discusión con amigos sobre una banda musical, sí podrías externar tu opinión y sería un argumento válido.

Entonces se puede definir como “argumento” a todo razonamiento que empleas para demostrar o probar cualquier punto que se está defendiendo, o en tu caso, refutando.

Suele ser empleado para convencer a un interlocutor o a una audiencia de algo que sabes o piensas. Por lo que un argumento siempre busca persuadir o convencer y en este sentido debes procurar que tu argumento sea coherente, sólido y sin contradicciones que afecten su credibilidad.

Observa algunos ejemplos:

  • Según estudios realizados por especialistas de todo el mundo, el tabaco produce cáncer en un porcentaje elevado de la población.
  • Está comprobado que la gente que fuma tiene menos capacidad pulmonar, lo que disminuye su calidad de vida.

Como puedes observar estos argumentos afirman algunas consecuencias y mediante tus conocimientos podrías creer en que son ciertos. Es verdad, ya que mucha gente dice frecuentemente que el tabaco es dañino para la salud. Pero lo que hace que los argumentos sean válidos, no es que mucha gente lo afirme, sino que, detrás de esta aseveración existe el respaldo de múltiples investigaciones científicas que confirman que, en efecto, fumar provoca un gran daño.

En este caso, al ser un tema médico, no se requieren opiniones sino hechos comprobables.

¿Y de qué manera se pueden conocer estos hechos o, en su caso, ejemplos para sustentar punto de vista?

La investigación es primordial. Se puede acudir a revistas, bibliotecas especializadas y, también ahora, mediante Internet se puede acceder a mucha de esta información. Lo importante es verificar que sea información confiable.

Además, hay que indagar en diversas fuentes. Ya que esto ayuda a tener un panorama más amplio del tema tratado.

También, cada que se realice una investigación, hay que procurar anotar las fichas bibliográficas o las fuentes de donde se han obtenido los datos, ya que, si las llegaras a solicitar, puedes comprobar fácilmente que todo lo que dices está sustentado.

¿Qué elementos puedes tomar en cuenta a la hora de formular tus argumentos?

Para dar un argumento sólido, debes considerar las premisas o puntos de partida. Es decir, las bases en las que está cimentada tu opinión.

Todo argumento está conformado por dos partes: las premisas y la conclusión.

Cuando se habla de premisas se refiere a las proposiciones que en el discurso son consideradas como ciertas y que utilizas para afirmar o negar algo.

En tanto que la conclusión es la parte final que, a partir de lo dicho por las premisas, sustenta la tesis o argumento que se está defendiendo.

Se usará como ejemplo lo que se mencionó anteriormente sobre el tabaco.

En este ejemplo se tiene como premisas las frases:

PREMISAS

Debido a que…

  • Los cigarrillos contienen toxinas dañinas para el sistema respiratorio, llegando a provocar cáncer. (Premisa)

Y siendo que…

  • La laringe y los pulmones forman parte del sistema respiratorio. (Premisa)

Si te das cuenta, ambas aseveraciones pueden conectarse entre sí dando pie a la conclusión, que sería:

Se sabe que…

  • El consumo de tabaco puede provocar cáncer de laringe y de pulmón. (Conclusión).

Esta conclusión lo que hace es condensar y focalizar ambas premisas, redondeando el argumento que estamos defendiendo.

Entonces las premisas son, por así decirlo, las pruebas de veracidad que se le otorgan a un argumento. También, como te pudiste dar cuenta, al armar el argumento las premisas y la conclusión pueden unirse con conectores como “debido a que”, “ya que”, “siendo qué” o “por lo tanto”, entre muchos otros.

¿Los argumentos siempre cuentan con dos premisas? No necesariamente, hay argumentos que cuentan con tres o más; incluso los hay con sólo una premisa y eso los lleva a la conclusión. Este número varía según las necesidades específicas en que te encuentres.

Argumentar es una labor que requiere de conocimientos.

Dominar este tipo de herramientas ayuda a que el argumento sea válido e irrefutable ya que en las premisas estás depositando los hechos, los datos o ejemplos que tienes asentados.

Un argumento es válido cuando las premisas que sustentan la conclusión son verídicas y comprobables, es decir, que siempre que tengas dos premisas válidas, la conclusión y por tanto el argumento, serán verdaderos. Pero no necesariamente. Hay casos en los que, a pesar de que haya una consecuencia lógica entre las premisas y la conclusión, el argumento queda invalidado puesto que los hechos, ejemplos o pruebas, demuestran que está equivocado.

Revisa el siguiente caso:

  • Todos los gorriones son pájaros (premisa).
  • Los gorriones pueden volar (premisa).
  • Por lo tanto, todos los pájaros pueden volar (conclusión)

En este ejemplo se encuentran como premisas que todos los gorriones son pájaros; así como que los gorriones pueden volar.

Por tanto, según la lógica de esta argumentación, todos los pájaros pueden volar.

¿Te parece que este argumento es válido? No es válido ya que los hechos y los datos indican que hay aves como las gallinas o los avestruces que no tienen la capacidad de volar.

¿En dónde pensarías que está el error? Aunque parece lógica, la concatenación de premisas no coincide con la aseveración al concluir el argumento. Ya que en todo momento se está hablando exclusivamente de los gorriones, pero la conclusión abarca una totalidad de aves no sustentada por las premisas.

Un argumento no es válido cuando las premisas y conclusión no están bien hiladas. O bien, cuando se puede comprobar la falsedad de cualquiera de las partes que lo componen, ya sea alguna de las premisas o su conclusión.

Y esta falsedad se comprueba mediante hechos, ejemplos o datos.

Por eso, cada que vayas a enfrascarte en un debate, debes conocer e investigar muy bien el tema en cuestión, para que no te sorprendas argumentando con elementos erróneos por accidente.

Analiza el siguiente argumento y reflexiona sobre su validez.

Se conoce que…

  • Hay estudios que afirman que la medicina herbolaria es benéfica para la salud.

Y siendo que…

  • El tabaco se obtiene de la hoja de una planta que crece en la naturaleza.

Puedes decir que…

  • El consumo de tabaco puede traer beneficios a la salud de las personas.

¿Qué piensas sobre el argumento planteado?

Es verdad que ambas premisas están fundamentadas. Sin embargo, los hechos y datos basados en investigaciones demuestran que es un argumento erróneo ya que el tabaco causa más afecciones que beneficios a tu salud.

¿Te das cuenta de lo importante que es documentarte sobre un tema y no dejarse llevar simplemente por la lógica que tienen las premisas en un argumento?

No olvides tomar notas en tu cuaderno. Quizá te ayude registrar algunos de los ejemplos planteados.

Entonces retoma: cuando participas en un debate, una manera de conseguir los datos y ejemplos que necesitas para apoyar tu postura es mediante la investigación. Es decir, indagar sobre el tema en fuentes diversas como por ejemplo revistas especializadas, artículos de divulgación científica, páginas oficiales de internet, etcétera.

Esto se hace para comparar diferentes puntos de vista, valorar la información y seleccionar aquello que más nos funcionen como datos de investigaciones o declaraciones de especialistas en el tema, registrar el mayor número de ejemplos, hechos y datos que respalden tu postura.

Pero ¿no es muy difícil conocer absolutamente todos los datos y ejemplos que existen sobre un tema?

Por eso debes de saber escoger a cuáles te vas a acercar y, como se dijo antes, estar abierto a las opiniones de tu interlocutor, ya que quizá su postura te ayude a complementar la tuya. Lo importante es exponer hechos y datos que sean confiables y verídicos, puesto que son los que te ayudarán a defender tu postura frente a los demás.

No olvides que, dependiendo del tema que vayas a tocar, seleccionarás distintos tipos de fuentes de información. Por ejemplo: si te encuentras en un debate sobre mitos y leyendas, quizá lo más conveniente sea acudir a algunos libros.

Pero si el tema a debatir tiene que ver con avances médicos, quizá sea más conveniente acudir investigaciones, artículos científicos o incluso a enciclopedias especializadas.

No olvides que lo fundamental es que las fuentes de las cuales obtengas tu información sean confiables, ya que esto te dará credibilidad al momento de argumentar.

Observa el siguiente video del minuto 10:38 al 13:06, que puede ayudarte a comprender un poco mejor lo que has revisado durante esta sesión.

  1. Forma de validar argumentos

Complementando la información anterior, no olvides que puede ser fundamental y un muy buen apoyo, utilizar ejemplos, además de material como pueden ser gráficas, imágenes, y datos científicos para brindarle sentido o fuerza a tus argumentos.

Recuerda que los argumentos sólidos también se propician gracias a la capacidad que tengas para organizar tus ideas y transmitirlas con claridad. De manera lógica y coherente.

También es válido que, durante el debate, cites el nombre de autores expertos en el tema, así como las fuentes de tu investigación, con la finalidad de apoyar tu postura.

Antes de debatir, es importante hacer un resumen de los puntos a tratar y anotar en fichas cada una de las fuentes que obtuviste con tu investigación. No olvides los datos al registrar las citas y fuentes: el nombre del autor o investigador, el título de la obra y el año de su publicación.

De esta manera, si a alguien le interesa consultar la información, podrá hacerlo sin complicaciones.

Otro elemento que respalda tus argumentos puede ser el uso de ejemplos basados en tu experiencia propia, o bien, otros testimonios que conozcas. Cualquier argumento, incluso si está basado en la experiencia personal, debe ser comprobable con hechos o datos tangibles, de lo contrario sería fácilmente refutado.

Observa un último ejemplo.

Antes de fumar, yo gozaba de una buena condición física.  Sin embargo, después de algunos años de consumir cigarrillos, el doctor me indicó que mi capacidad pulmonar disminuyó. Por lo tanto, en mi experiencia personal, puedo decir que el tabaco afecta de manera negativa la salud de las personas.

¿Te das cuenta de que, a pesar de que es una opinión personal, la argumentación se sustenta con al menos una de las premisas? ya que se menciona a un doctor como autoridad, quien fue el que le informó a esta persona que su capacidad pulmonar se había reducido.

Por lo que, de alguna manera, su argumentación está sustentada en datos que provienen de una experiencia personal.

No cabe duda de que, para tener un argumento válido, hay que contar con información que lo respalde y no quede en duda su veracidad.

La validación de argumentos es una herramienta útil cuando participas en foros de discusión, pero también lo es en la vida cotidiana, cuando charlas con familiares o amigos y se quiere acercarlos a tus puntos de vista.

Recuerda que aprender a argumentar adecuadamente te ayuda a ser una persona reflexiva y crítica tanto al hablar como al escuchar las opiniones de los demás.

Ante todo, no hay que olvidar el respeto hacia las ideas de los demás y quizá, ellos también tengan algo que enseñarnos.

Para ampliar los conocimientos revisados durante esta sesión, consulta tu libro de texto y localiza, el Aprendizaje Esperado: “Expresa de manera clara tus argumentos y los sustenta en información analizada, al debatir sobre un tema”.

También puedes realizar las actividades ahí sugeridas. Eso te ayudará a reforzar tus conocimientos.

El Reto de Hoy:

Selecciona un tema de tu interés y escribe un argumento válido, busca evidencias que lo respalde, posteriormente léelo, subraya las ideas que consideres débiles y que sean factibles de rebatir, a éstas susténtalas con citas textuales de autores reconocidos o que tu experiencia las avale.

¡Buen trabajo!

Gracias por tu esfuerzo.

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