¡Vamos, pastores, vamos! – Artes Quinto de Primaria

Aprendizaje esperado: Clasifica obras artísticas teatrales por su origen, época o género, e identifica sus principales características.

Énfasis: Identifica las principales características de la pastorela tradicional y reconoce su contribución histórica en la producción y promoción de valores, individuales y colectivos, en favor de la convivencia armónica, sana y pacífica.

¿Qué vamos a aprender?

Identificarás las principales características de la pastorela tradicional y reconocerás su contribución histórica en la producción y promoción de valores individuales y colectivos, en favor de la convivencia armónica, sana y pacífica.

¿Qué hacemos?

En la clase de hoy abordaremos algunos puntos importantes de las pastorelas, antes de entrar en materia observa el video que nos manda la alumna. Ángeles Yamilet Pacheco Balderas, de la escuela Prof. Miguel Sánchez Rivera, en la alcaldía de Iztapalapa.

  • Yamilet Pacheco Balderas.

En el video Yamilet nos cometa que está muy emocionada porque ya se acercan los festejos decembrinos y entre estos festejos están las pastorelas y quiere que le digamos, qué son las pastorelas y cuál es su origen.

En el mes de diciembre, para despedir el año que termina, las pastorelas son parte del festejo más importante de la mayoría de las escuelas.

Las pastorelas son una expresión escénica conmemorativa de la natividad, que llegó a México y se quedó como una tradición muy importante, hoy es parte esencial de los festejos decembrinos.

La pastorela mexicana tiene su origen en los autos sacramentales que los misioneros franciscanos trajeron a la Nueva España, cuya finalidad fue la de evangelizar. Posteriormente se fueron alejando de su contenido religioso para adquirir un carácter más popular que refleja las costumbres y formas de vida de la sociedad de ese tiempo.

La primera pastorela de la que se tienen registros fue escrita por fray Andrés de Olmos en 1523 en idioma náhuatl, entre las más antiguas pastorelas en México y entre las más famosas, está la pastorela de Tepotzotlán, escrita por Jaime Saldívar y Miguel Sabido en 1963, que se pone en escena cada año en la hostería del convento de Tepotzotlán, otra de las más tradicionales representaciones de pastorela es la de “Zapotlán”, donde todavía se relata en lengua indígena la primera batalla entre “San Miguel y Lucifer” y la “Pastorela del Altillo” en la Ciudad de México.

La historia base inicia cuando un grupo de pastores recibe la noticia de que ya ha nacido en Belén, el niño Jesús, un nacimiento profetizado que, según esto, traerá la paz al mundo, son precisamente los pastores, quienes llevan casi todo el peso de la obra, a partir de que estos emprenden el camino para Belén, se encuentran con una serie de obstáculos que intentan detenerlos o desviarlos.

El conflicto de la pastorela se genera cuando las fuerzas del mal deciden intervenir para impedir que los pastores lleguen a Belén.

Dentro de una pastorela, los personajes dependen de la visión del dramaturgo y de la versión que se cuente, en toda pastorela encontraremos personajes protagónicos y antagónicos, figurantes, pivote y uno que otro tetragonista y aunque siempre participan los mismos personajes, cada dramaturgo los hará jugar de manera diferente.

Esto quiere decir que hay ciertos personajes de base divididos entre cielo y el infierno, por ejemplo: Arcángel Gabriel, Diablo Lucifer y Tentaciones, los terrenales y los divinos.

Los “personajes divinos” representan el eterno conflicto entre el bien y el mal. El bien está representado por los diferentes ángeles y arcángeles que, a veces van liderados por Gabriel, por Miguel, o por Rafael, etc., quiénes son los encargados de realizar los momentos o cuadros clásicos como la anunciación, en la que los pastores se enteran que deberán dirigirse a Belén o el combate entre el cielo y el infierno, que suele ser una intervención de rescate (deus ex machina), cuando todo indica que los pastores están sucumbiendo ante las tentaciones del mal. Además de momentos de vigilancia, a través del trayecto, para asegurar que se cumpla. Estas figuras se presentan, de forma clásica, cómo capitanes de ejércitos celestiales que, portando espada flamígera, combaten el mal.

Por el contrario, la figura del Diablo representa el mal. La figura del diablo y sus ayudantes, son justamente quienes personifican y promueven las malas conductas, propiciando los tropiezos y retrasos de los pastores, también hay otros personajes divinos como la Estrella de Belén.

Personajes divinos de la pasarela:

  • Arcángel.
  • Estrellita.
  • Diablo.
  • Chamucos ayudantes.

En la siguiente liga podrás encontrar el texto de la pastorela en dos actos, para tener más conocimientos del tema te invito a leerla.

(José Joaquín Fernández de Lizardi Pastorela en dos actos UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO. México, 2015 Edición y presentación Felipe Reyes Palacios) Recuperado de:

Entre los personajes terrenales participan fundamentalmente, los pastores, pero pueden aparecer muchos más.

Los pastores representan a la humanidad y cada uno, por separado, simboliza las diferentes debilidades humanas, suelen ser siete, liderados por un pastor anciano identificado como “El Ermitaño”, él por sus palabras y acciones, suele representar la sabiduría popular, acumulada a través de los años “Gila” (Esposa de Bato) suele ser vanidosa por lo que, usualmente, es quién cae ante los embates de esa tentación. “Bato” (Esposo de Gila) es el comelón del grupo y suele caer ante la tentación de la Gula. Estos tres personajes son básicos y casi nunca cambian, ni de nombre ni de debilidad. El resto puede variar, aunque la asignación más común es la siguiente:

  • Julia es la pastora más débil ante la Lujuria.
  • Celfa ante la avaricia.
  • Fileno ante la envidia.
  • Menga ante la ira.
  • Bartolo ante la pereza.
  • Lucrecia.
  • Bras.

Sin duda las pastorelas son una gran tradición, que seguimos conservando.

¡Buen trabajo!

Gracias por tu esfuerzo.

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