Aprendizaje esperado: identifica las características de los textos narrativos y las obras de teatro, así como sus semejanzas y diferencias.
Énfasis: recupera lo que sabe sobre la adaptación de textos narrativos a obras teatrales.
¿Qué vamos a aprender?
Identificarás las características de los textos narrativos y las obras de teatro, así como sus semejanzas y diferencias.
¿Qué hacemos?
Iniciaremos el trabajo con una nueva práctica social del lenguaje, el número 11, que consiste en escribir una obra de teatro con personajes de textos narrativos.
El propósito de esta práctica social del lenguaje es escribir una obra de teatro con personajes de textos narrativos para hacer una lectura dramatizada.
Para lograr este propósito a lo largo de ocho sesiones nos ocuparemos de reflexionar en torno a qué es una adaptación, recordaremos las características del texto narrativo y la obra de teatro; elegiremos un texto narrativo para adaptar, realizaremos los pasos necesarios para hacer la adaptación, trabajaremos el borrador hasta su versión final y para terminar, compartiremos nuestro texto mediante una lectura en voz alta.
En esta clase conversaremos sobre las adaptaciones, claro que lo conceptualizaremos, pero considero que la mejor forma de entenderlo es mostrando algunas adaptaciones de un texto narrativo de la tradición oral mexicana, “La leyenda de los volcanes”.
Hacerlo, nos permitirá reconocer qué elementos del texto fuente se conservan en dos adaptaciones. Para esta clase necesitas tu libro de texto de Español, diccionario, cuaderno y lápiz o pluma para tomar notas.
Te invito a leer “La leyenda de los volcanes”
La leyenda de los volcanes
Las huestes del Imperio azteca regresaban de la guerra, pero no sonaban ni los teponaxtles ni las caracolas, ni el huéhuetl hacía rebotar sus percusiones en las calles y en los templos.
Tampoco las chirimías esparcían su aflautado tono en el vasto valle del Anáhuac ni sobre el verdiazul espejeante de los cinco lagos (Chalco, Xochimilco, Texcoco, Ecatepec y Tzompanco).
El caballero águila, el caballero tigre y el que se decía capitán coyote traían sus rodelas rotas y los penachos destrozados y las ropas tremolando al viento en jirones ensangrentados.
Hacía largo tiempo que un grande y bien armado contingente de guerreros aztecas había salido en son de conquista a las tierras del Sur, allá en donde moraban los Olmecas, los Xicalanca, los Zapotecas y los Vixtotis a quienes era preciso ungir al ya enorme señorío del Anáhuac. Dos ciclos lunares habían transcurrido y se pensaba ya en un asentamiento de conquista; sin embargo, ahora regresaban los guerreros abatidos y llenos de vergüenza.
Venía al frente de este ejército triste y desencantado, un guerrero azteca que a pesar de las desgarraduras de sus ropas y del revuelto penacho de plumas multicolores, conservaba su gallardía, su altivez y el orgullo de su estirpe.
Ocultaban los hombres sus rostros y corrían a esconder a sus hijos para que no fueran testigos de aquel retorno deshonroso.
Las mujeres lloraban, menos una que miraba con asombro al valiente guerrero azteca, que con su talante altivo y ojo sereno quería demostrar que había luchado y perdido en buena lid contra un abrumador número de hombres de las razas del Sur.
La mujer palideció y su rostro se tornó blanco como el lirio de los lagos, al sentir la mirada del guerrero azteca que le había jurado amor eterno. Se revolvió furiosa Xochiquétzal para ver con odio profundo al tlaxcalteca que la había hecho su esposa una semana antes, jurándole y llenándola de engaños, diciéndole que el guerrero azteca, su dulce amado, había caído muerto en la guerra contra los zapotecas.
Me has mentido, hombre vil y más ponzoñoso que el mismo Tzompetlácatl, que así se llama el escorpión, me has engañado para poder casarte conmigo. ¡Pero yo no te amo porque siempre lo he amado a él y él ha regresado y seguiré amándolo para siempre!
Para empezar Xochiquétzal lanzando mil denuestos contra el mentiroso tlaxcalteca y levantando la orla de su huipil echó a correr por la llanura, gimiendo su intensa desventura de amor. Su grácil figura se reflejaba sobre las irisadas superficies de las aguas del gran lago de Texcoco; cuando el guerrero azteca se volvió para mirarla, la vio correr seguida del marido y pudo comprobar que ella huía despavorida, entonces apretó con furia el puño de la macana y separándose de las filas de guerreros humillados se lanzó en seguimiento de los dos. ¡Detente y haz predicciones! ¿Qué pasará entre los guerreros y Xochiquétzal? Pocos pasos separaban ya a la hermosa Xochiquétzal del marido despreciable cuando les dio alcance el guerrero azteca. No hubo ningún intercambio de palabras porque toda palabra y razón sobraba allí. Hubo un duelo entre ambos guerreros. El tlaxcalteca defendiendo a su mujer y a su mentira. El azteca, al amor de la mujer a quien amaba y por quien tuvo arrestos para regresar vivo al Anáhuac.
Al fin, ya casi al atardecer, el azteca pudo herir al tlaxcalteca, quien huyó hacia su país, hacia su tierra tal vez en busca de ayuda para vengarse del azteca. El vencedor por el amor y la verdad regresó buscando a su amada Xochiquétzal. Y la encontró tendida para siempre, muerta a la mitad del valle, porque una mujer que había amado como ella no podía vivir soportando la pena y la vergüenza de haber sido de otro hombre.
El guerrero azteca se arrodilló a su lado y lloró con los ojos y con el alma y cortó maravillas y flores con las cuales cubrió el cuerpo inanimado de la hermosa amada. Coronó sus sienes con las fragantes flores y trajo un incensario en donde quemó copal, luego, llegó el zenzontle, que imita el sonido de todos los pájaros e inició un canto dulce de cuatrocientos trinos, por el cielo, en nubarrones, cruzó Tlahuelpoch, que es el mensajero de la muerte. Cuenta la leyenda que en un momento dado se estremeció la tierra, todo tembló, se nubló el cielo y cayeron piedras de fuego sobre los cinco lagos; el cielo se hizo tenebroso y las gentes del Anáhuac se llenaron de pavor. Al amanecer estaban allí, donde antes era valle, dos montañas nevadas, una tenía la forma inconfundible de una mujer recostada sobre un túmulo de flores blancas; otra, alta y elevada adoptando la figura de un guerrero azteca arrodillado junto a los pies nevados de una impresionante escultura de hielo, desde entonces esos dos volcanes que hoy vigilan el hermoso valle del Anáhuac, tuvieron por nombres Iztaccíhuatl, que quiere decir mujer blanca y Popocatépetl, que se traduce por montaña que humea, ya que a veces suele escapar humo del inmenso pebetero.
En cuanto al cobarde engañador tlaxcalteca, según se cuenta, fue a morir muy cerca de su tierra y también se hizo montaña cubierta de nieve y le pusieron por nombre Poyautecatl, que quiere decir Señor Crepuscular y, posteriormente, Citlaltepetl o cerro de la estrella y que desde allá lejos vigila el sueño eterno de los dos amantes a quienes nunca podrá ya separar.
Fuente: Jiménez Flores, Fabián; Bautista Vargas, Adriana Leticia; González Velasco, María del Carmen y Suárez Reynaga, Aída Araceli (compiladores). Leer y escribir en la vida. Leyendas y relatos a media voz. México: SEP/INEA, 2005, pp. 7 a 12
El texto es una leyenda, ¿Recuerdas a qué género literario pertenece?
Pertenece al género narrativo.
Es una leyenda del siglo XIX que surge tras la independencia con el propósito de fortalecer la identidad nacional, además, refuerza uno de los mitos que se han preservado sobre la Conquista, por ejemplo, la traición de los tlaxcaltecas a los mexicas, que mira el pasado como si los grupos originarios fueran como una hermandad, aunque no siempre fue así, es más bien como lo han visto en su clase de Historia, había pueblos dominantes y tributarios.
Conocer el contexto en que surgen los diversos tipos de textos permite comprenderlos mejor por los diferentes puntos de vista con que se abordan.
Ahora, veamos la adaptación que hizo Elizabeth Díaz López, una estudiante de primaria, de la “Leyenda de los volcanes” a obra de teatro y, para representarla, utilizó la técnica de teatro de sombras, ¿Sabes cuál es?
Son representaciones que consisten en la proyección de figuras a través de un fondo iluminado.
Su origen se remonta a la prehistoria, cuando los hombres se reunían en torno al fuego y proyectaban con sus manos sombras en las paredes de las cavernas.
Consideren esta opción para la presentación de su producto final, si quieren una alternativa a la lectura en voz alta.
Te invito a observar el siguiente video.
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La leyenda de los volcanes. Teatro de sombras.
¿Qué elementos conservó esta adaptación del texto fuente que leímos?
Se conservan los elementos principales de la historia del inicio, el desarrollo y el final. El momento histórico en que sucede, la anécdota y los hechos más relevantes.
Ahora, ¿Qué elementos cambian?
Se suprimieron hechos que quizá no se consideraron tan relevantes, así como personajes, también gran parte de la representación da mucho peso al narrador, aunque, hubo partes del texto fuente que se transformaron en diálogos.
Es normal que suceda, quizá habría sido más enriquecedor quitar peso al narrador y contar la historia a través de los diálogos y las acciones de los personajes.
Antes de continuar, empecemos a formalizar nuestras reflexiones.
Pongamos en común qué entenderemos por adaptación, específicamente, por una adaptación literaria, que es aquella que consiste en convertir un texto de un género a otro; pero hay ciertas reglas que se deben cumplir, como preservar el sentido original de la historia del texto fuente, la anécdota, la trama y los personajes con todo y sus características físicas y psicológicas.
Es decir, en una adaptación se busca preservar los elementos que permitan identificar que el texto adaptado, claramente deriva del texto fuente, justo eso sucedió con la adaptación que vimos en el video, las variaciones u omisiones no afectaron a la historia original.
Ahora, observa el siguiente video del segundo 00:04 al minuto 06:42 hecho también por alumnos de primaria, utilizando la técnica de teatro de sombras. Presta mucha atención y observa las similitudes y diferencias.
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La Leyenda de Popo e Izta – Teatro de sombra-6è6-Liceo Franco-Mexicano.
¿Qué diferencias y similitudes encontraron con la obra original?
En cuanto a las similitudes, se conservan los elementos de forma y contenido que permiten identificar que se trata de la misma historia. ¿Y sobre las diferencias?
Son prácticamente las mismas, aunque el narrador tiene mucho peso, también se proponen más diálogos que en el texto fuente lo que sí, es que entre ambas adaptaciones se observan muchas diferencias.
En ambas propuestas hicieron casi lo mismo con respecto al narrador y la construcción de diálogos. Las diferencias entre las propuestas me llama la atención que, aunque ambas adaptaciones son fieles al texto fuente, entre ellas son distintas: los escenarios que proponen, los personajes y las variaciones las hacen muy diferentes.
¿Significa que alguna está mal hecha o tiene algún problema?
Ambas están bien, son variantes, eso significa que los autores identificaron aquello que debían conservar del texto fuente para ser fieles a él, pero que al hacer la adaptación expresaron su libertad y creatividad poniendo el énfasis en lo que consideraron más relevante, e interpretaron la historia para crear escenarios e interacciones propias de otro género literario: el dramático.
Si eligen varios compañeros del grupo trabajar un mismo texto narrativo, encontrarán versiones de obras de teatro diferentes y eso resultará muy enriquecedor.
Es importante que tengas una idea clara del sentido y propósito de esta práctica social del lenguaje y que puedas empezar a visualizar tu producto final.
A través de ejemplos, pudimos comprender qué es una adaptación y qué podemos esperar de nuestro trabajo en estas clases.
¡Buen trabajo!
Gracias por tu esfuerzo.
Para saber más:
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