Sin principios, ni finales – Lenguaje Segundo de Secundaria

Aprendizaje esperado: Selecciona, lee y comparte cuentos o novelas de la narrativa latinoamericana contemporánea.

Énfasis: Discutir sobre tramas no lineales y desenlaces abiertos en la narrativa latinoamericana.

¿Qué vamos a aprender?

Conocerás el orden narrativo que utilizan algunos autores de la literatura para crear sus obras.

Seguramente alguna vez escuchaste la frase: “Y vivieron felices por siempre”, la cual es frecuente en la literatura para lectores jóvenes, aunque en realidad, lo que engloba es que el final de la historia ha llegado. Pero, en la diversidad de la literatura, esta frase se puede tomar como el inicio y no como el final de una historia.

Quizá en la mayoría de los relatos o novelas que has leído, lo más habitual es que la historia se narre en un orden cronológico y lineal, tenga un principio y un fin. En este tipo de obras, se inicia con las situaciones que detonan las circunstancias por las que deben transitar los personajes y siempre van hacia adelante en el tiempo; en otras palabras, suceso a suceso, hasta llegar al final.

Sin embargo, los escritores que buscan sorprender al lector, juegan con los momentos de la trama cronológica, esto significa que no se cuenta la historia desde el principio hasta el final. En esta sesión descubrirás cómo funciona eso, y como lo podrías hacer.

¿Qué hacemos?

Lee el siguiente relato, analízalo e intenta dar respuesta a lo siguiente.

Enamorado

Le propuso matrimonio. Ella no aceptó. Y fueron muy felices.

Anónimo

De la actividad anterior, si es posible contestar todas las preguntas con un relato tan breve, las respuestas son simples.

Para conocer cómo, examinarás paso por paso con la ayuda de las siguientes actividades, las cuales te serán de mucha utilidad para comprender mejor cómo identificar los aspectos de este, y de cualquier otro relato.

Primero, reconoce el tipo de trama a partir de las siguientes preguntas:

¿Cómo inicia la historia?

¿Con base en lo anterior, qué tipo de trama identifican?

Ahora, observa el siguiente esquema y representa en él la información que identificaste en el cuento.

En el microcuento anterior, se puede observar que la trama es lineal, ya que lleva un orden establecido muy simple:

Un principio: Él le propone matrimonio.

Un desarrollo: Cuando ella no acepta.

Un final: En el que, ante el rechazo, fueron felices.

A continuación, responde en tu cuaderno las siguientes preguntas:

¿Identificaste el orden de la historia?

¿A qué conflicto se enfrenta el protagonista?

¿Cuáles serían tus argumentos para justificar?

Siempre es bueno compartir conocimientos, escuchar lo que otros dicen y piensan.

Observa el siguiente video, para saber que piensan otros estudiantes como tú.

Comentarios o preguntas de adolescentes.

En las respuestas de las alumnas y alumnos, escuchaste que hay preferencia por los dos tipos de tramas. A medida que vayas avanzando en conocer más de la literatura latinoamericana, también podrás ir conociendo tu preferencia.

No importa qué te guste más, lo importante es que te genere el gusto por continuar leyendo. Hay muchas opciones, por lo que, conocerás más sobre los tipos de tramas (lineal y no lineal) y el tipo de desenlaces de una historia, para que también sepas qué tipo de trama te gusta más.

La estructura de una trama, en general, lleva un inicio, desarrollo, clímax, desenlace o final.

Realiza la siguiente actividad.

Piensa en un texto que recuerdes con claridad e intenta reflexionar en los siguientes aspectos:

¿Recuerdas qué sucede, en general, al inicio de una narración, cómo se desarrolla, a qué se refiere el clímax y qué características tiene un desenlace o final?

Ahora, observa la siguiente información de cómo pueden presentarse las tramas lineales y no lineales.

Por lo tanto, el micro cuento que leíste al principio es lineal o cronológico.

Observa cómo se presentan tanto la trama lineal como la no lineal.

Es momento que poner en práctica todo lo que has visto y es recomendable que te apoyes en esta imagen.

La mejor manera para comprender todo lo concerniente a la literatura latinoamericana, es leyendo y conociendo a las autoras y autores.

Lee el siguiente fragmento del cuento “El otro”, de Jorge Luis Borges, que es parte del libro “El hombre de arena”.

Ahora, reflexiona y responde:

¿Qué crees que es lo que cuenta el narrador?

¿A quién se encuentra el propio Borges?

¿En dónde está cada uno de los personajes?

¿Cuál es el Borges que habla, el viejo o el joven?

¿Qué se dice de la ceguera?

En esta lectura, hay un cruce de tiempos: El Borges viejo se ha sentado en una banca en la que luego se sienta el Borges joven, sólo que ambos están separados por el tiempo-espacio: uno está en Cambridge (Inglaterra) y el otro en Ginebra (Suiza) y lo que, aparentemente los ha unido, en el tiempo, es la banca.

El conflicto se centra en que Borges evoca los lugares de su juventud y le cuenta al joven Borges lo que hará y qué podría hacer para al final decirle, con cierta melancolía, que también perderá la vista.

Finalmente, el clímax, es la parte de la narración en la que se descubre algo o sucede el momento cumbre de la situación: por ejemplo, el detective descubre que el asesino es el jefe de policía y lo enfrenta, o la mujer encuentra a sus padres a quienes creía fallecidos, o el chico se da cuenta que está enamorado de un fantasma…

Por lo que, esta narración es lineal, pues siempre va hacia adelante en el tiempo.

El narrador está en primera persona, es el protagónico: el propio Borges, que, en la realidad, sí perdió la vista. Y aquí él nos deja saber sus sensaciones acerca de eso, compara la pérdida de la vista como un lento atardecer.

Jorge Luis Borges, es un escritor argentino considerado una figura clave tanto para la literatura latinoamericana como universal. Sus cuentos son fascinantes.

Sigue profundizando en Borges y lee el siguiente fragmento de uno de sus cuentos más memorables: “Funes el memorioso”.

Funes el memorioso.

Lo recuerdo (yo no tengo derecho a pronunciar ese verbo sagrado, sólo un hombre en la tierra tuvo derecho y ese hombre ha muerto) con una oscura pasionaria en la mano, viéndola como nadie la ha visto, aunque la mirara desde el crepúsculo del día hasta el de la noche, toda una vida entera. Lo recuerdo, la cara taciturna y aindiada y singularmente remota, detrás del cigarrillo. Recuerdo (creo) sus manos afiladas de trenzado. Recuerdo cerca de esas manos un mate, con las armas de la Banda Oriental; recuerdo en la ventana de la casa una estera amarilla, con un vago paisaje lacustre. Recuerdo claramente su voz; la voz pausada, resentida y nasal del orillero antiguo, sin los silbidos italianos de ahora. Más de tres veces no lo vi; la última, en 1887…

Funes el memorioso

(Fragmento)

José Luis Borges

La narración anterior es lineal, en el cuento el narrador comienza su historia hablando de cómo conoció a Funes y, aunque hay saltos en la historia, es decir, cosas de las cuales no nos enteramos, la historia va hacia adelante.

Jorge Luis Borges fue nombrado director de la Biblioteca Nacional en Argentina en 1955, en la cual trabajó durante 18 años, estando a su cargo cuando ya había quedado ciego.

Borges, a pesar de tener un impedimento físico, buscó los medios para continuar con sus obras narrativas. Su esposa era quien escribía lo que el autor le dictaba.

Para conocer los tipos de desenlaces en una historia, observa el siguiente video y escucha que respondieron algunas alumnas y alumnos de las siguientes preguntas:

¿Sabes cuántos tipos de finales hay en una historia? y, ¿cuál te gusta más y por qué?

Tipos de desenlaces en una historia.

Para profundizar más en los tipos de desenlaces, lee los siguientes fragmentos:

Aquí se muestra un desenlace abierto.

Lee el siguiente fragmento del cuento “Amira y los monstruos de San Cosme”, de Silvia Molina. Este es un gran ejemplo de un final abierto, en una historia escalofriante.

Amira y los monstruos de San Cosme

A mi regreso me encargué de difundir que en el cuarto de piano había un monstruo fétido que torturaba a las niñas: tenía cabeza de serpiente, de dragón o de mujer, según estaba de humor, y emitía un gemido de furia cuando las niñas querían tocar el piano. Había que escapar a la mortífera mirada del Hilariadisaurio.

Amira y los monstruos de San Cosme

(Fragmento)

Silvia Molina

La lectura y el análisis de cuentos latinoamericanos te ayudará a entender más sobre este género, ya que los ambientes, personajes y tramas pueden parecerte muy cercanos.

Lee y disfruta del contenido de este tipo de textos, y comparte tu experiencia de lectura con personas cercanas, además de intercambiar sus impresiones.

La información trabajada en esta sesión, la puedes encontrar en los diversos Libros de Texto Gratuitos.

El Reto de Hoy:

Para reforzar los conocimientos de tramas no lineales y desenlaces abiertos en la narrativa latinoamericana, explora las lecturas que vienen en tu libro de texto y selecciona la que más llame tu atención.

Después, en tu cuaderno, realiza el análisis y detecta las características del texto a trabajar, puedes auxiliarte con las siguientes preguntas:

¿Cómo inicia la historia?

¿De qué se habla en el desarrollo?

¿Cuál es el desenlace?

¿La historia tiene una trama lineal o no lineal?

¿Cuáles son tus argumentos para respaldar la elección de la trama?

¿Cuál es el tipo de desenlace que se maneja en la narración: abierto o cerrado?

¿Por qué lo consideras así?

Tus respuestas las puedes plasmar en cuadros organizativos o en algún esquema de tu preferencia para que te sea más fácil comprender la información.

Invita a tu familia para comentar sobre estos textos y compartan experiencias y recomendaciones de algunos otros que conozcan.

¡Buen trabajo!

Gracias por tu esfuerzo.

Transcripción del video:

Estoy segura que alguna vez escucharon la frase y vivieron felices por siempre la cual es frecuente en la literatura para lectores jóvenes aunque en realidad engloba aspectos que no vemos y que al final de la historia ha llegado.

Pero en la diversidad de la literatura estas frases se pueden tomar como el inicio y no como el final de una historia

Quizá en la mayoría de los relatos o novelas que han leído lo más habitual es que la historia se narra en orden cronológico lineal y tenga un principio y un fin.

En este tipo de obra se inicia con las situaciones que detonan las circunstancias por las que deben transitar los personajes y siempre van hacia adelante en el tiempo en otras palabras suceso a suceso hasta llegar al final, sin embargo los escritores que buscan sorprender al lector puedan con los momentos de la trama cronológica, esto significa que no se cuenta la historia desde el principio hasta el final.

Eso suena muy interesante porque yo ya había leído algunas novelas y cuentos que al parecer no inician al principio sino a la mitad o al final y sería fantástico saber cómo funciona eso y cómo lo podríamos hacer.

Bien pues empecemos a analizarlo aquí encontraremos un brevísimo relato ahora pensando en ese relato intenten dar respuesta a las siguientes preguntas.

Enamorado

Le propuso matrimonio ella no aceptó. Y fueron muy felices

anónimo “enamorado”

Maestra es posible contestar a tantas preguntas de un relato tan breve.

Sí que lo es las respuestas son simples y nos servirán de ejemplo para textos más largos vamos a intentarlo con el enamorado:

Título del texto
Características de los personajes
Función de cada personaje
Perspectiva de cada personaje sobre la situación ambiente de la historia
Aspectos de la realidad que se retrata o formas de representarla

Enamorado

Le propuso matrimonio ella no aceptó. Y fueron muy felices

anónimo “enamorado”

Hay que ir paso por paso vamos a acompañarnos de las siguientes actividades las cuales le serán de mucha utilidad para comprender mejor cómo identificar estos aspectos de este y de cualquier otro relato.

Reconozcan el tipo de trama a partir de las siguientes preguntas: ¿cómo inicia la historia?, con base en lo anterior ¿qué tipo de trama identifican? observen el siguiente esquema y representen en él la información que identifican en el cuento.

En el microcuento anterior podemos observar que la trama es lineal ya que lleva un orden establecido muy simple un principio él le propone matrimonio un desarrollo cuando ella no acepta y un final en el que pese al rechazo fueron muy feliz.

Es tiempo que den respuesta en su cuaderno a las siguientes preguntas:

¿Identificaron el orden de la historia?, ¿qué conflicto se enfrenta el protagonista?, ¿cuáles serían sus argumentos para justificar?

Siempre es bueno compartir conocimientos escuchar lo que otros dicen y piensan así que les invito a ver lo que saben y piensan sobre el tema otros estudiantes como ustedes, ¿me acompañan?

Hay dos tipos de tramas los que van con un orden cronológico y que van desde el inicio de la historia hasta su final y nos cuentan primero un hecho importante se desarrolla una historia debido a ese hecho hasta llevarle a esa misma está como que te cuenta desde el principio hasta el final ya y otro donde te lo mal que lo es a cómo de la que se cuenta desde el final hasta contarte como pasión y otro tanto me gusta más la trama que no tiene un orden específico porque engancha más a la historia y porque tiene un poco más de suspenso el que te los acomoda ya que éste se encuentra te asustes al final y rápido y me interesa ver este qué sucede, qué le pasó, y así.

¿Qué les pareció lo que dicen sus compañeros?, ¿coinciden sus respuestas con lo que ustedes piensan? bueno vamos avanzando poco a poco pues se nos van despejando las dudas acerca de los tipos de trama que hay en una narración.

En las respuestas de las alumnas y alumnos escuchamos que hay preferencia por los dos tipos de tramas a medida que vayamos avanzando en conocer más de la literatura latinoamericana también ustedes podrán ir conociendo su propia preferencia.

Así es no importa que nos guste más lo importante es que nos genere el gusto por continuar leyendo así que los invito a que lean y comparen diversas narraciones para que ustedes también sepan qué tipo de trama les gusta más a mí me gustan las narraciones que juegan con el tiempo cronológico que no son lineales es decir que empiezan con el final pero también me gustan las que son lineales hay muchas formas en que una narración puede atrapar nuestra atención.

Hay muchas opciones vamos a conocer más sobre los tipos de trama lineal y no lineal y el tipo de desenlaces de una historia.

La trama de una narración generalmente consta de estas partes:

  • Un inicio que introduce personajes lugar circunstancias que originan un conflicto es decir aquí se nos presentan las características del ambiente las características de los personajes que tuvieron un pasado un presente un futuro también se nos mencionan algunas características del lugar donde sucederá la historia como por ejemplo un bosque sombrío, un castillo tenebroso o el sótano de la casa igualmente podemos encontrar el tiempo en el que se narra pasado, presente, futuro o es atemporal de igual manera como su nombre lo dice aquí comienza la historia.
  • Luego tenemos el desarrollo que muestra la serie de acciones que se encadenan para formar la historia el desarrollo es la acción transformadora aquí la acción va ascendiendo hasta llegar a su punto culminante que es el clímax la parte de suspenso donde culmina el desarrollo la parte que nos deja pensando y ahora qué sigue
  • Por último el desenlace que es la solución del conflicto es decir aquí se resuelve el conflicto y podemos saber qué pasa con los personajes.

Como pueden ver la estructura de una trama en general lleva a un inicio desarrollo clímax desenlace al final recuerdan qué sucede en general al inicio de una narración cómo se desarrolla a qué se refiere el clima y qué características tiene un desenlace o final.

Piensen en un texto que recuerden con claridad e intenten reflexionar en tales aspectos para ayudarse vamos a la siguiente información de cómo pueden presentar las tramas lineales y no lineales veamos.

La trama de un relato puede organizarse de dos maneras una trama lineal o cronológica en la que los sucesos siguen un orden estricto es decir paso a paso una trama no lineal en la que no se sigue el método directo de la cronología aquí podríamos encontrar el desenlace sn un inicio.

Como observan el microcuento que leímos al principio en lineal o cronológico pueden identificar o recordar alguna narración que no sea lineal veamos con más profundidad cómo se presentan tanto la trama lineal como la no lineal lean conmigo.

Veamos el siguiente esquema:

La trama lineal en su secuencia presenta un inicio un desarrollo y un desenlace en cuanto a presentación es una estructura tradicional una cosa va llevando a otra hasta el final en cuanto a sucesos los sucesos se relatan de inicio a fin tal y como sucede.

Por el contrario en la trama no lineal el orden cronológico no tiene un orden establecido pero tiene las partes establecidas para una trama es decir un inicio desarrollo y desenlace, por la manera en la que se presentan ofrecen mayor suspenso a lo narrado, además adelantan el conflicto o el desenlace.

¿Cuáles son las diferencias que más les llaman la atención?, seguramente son varias pero es momento que pongamos en práctica todo lo que hemos visto y es recomendable que se apoyen en esta imagen y como siempre la mejor manera de comprender todo lo concerniente a la literatura latinoamericana es leyendo conociendo a nuestros autores les invito a leer conmigo el fragmento del cuento el otro de Jorge Luis Borges que es parte del libro el hombre de arena

El hecho ocurrió el mes de febrero de 1969, al norte de Boston, en Cambridge. No lo escribí inmediatamente porque mi primer propósito fue olvidarlo, para no perder la razón. Ahora, en 1972, pienso que si lo escribo, los otros lo leerán como un cuento y, con los años, lo será tal vez para mí. Sé que fue casi atroz mientras duró y más aún durante las desveladas noches que lo siguieron. Ello no significa que su relato pueda conmover a un tercero.

Serían las diez de la mañana. Yo estaba recostado en un banco, frente al río Charles. A unos quinientos metros a mi derecha había un alto edificio, cuyo nombre no supe nunca. El agua gris acarreaba largos trozos de hielo. Inevitablemente, el río hizo que yo pensara en el tiempo. La milenaria imagen de Heráclito. Yo había dormido bien, mi clase de la tarde anterior había logrado, creo, interesar a los alumnos. No había un alma a la vista.

Sentí de golpe la impresión (que según los psicólogos corresponde a los estados de fatiga) de haber vivido ya aquel momento. En la otra punta de mi banco alguien se había sentado. Yo hubiera preferido estar solo, pero no quise levantarme en seguida, para no mostrarme incivil. El otro se había puesto a silbar. Fue entonces cuando ocurrió la primera de las muchas zozobras de esa mañana. Lo que silbaba, lo que trataba de silbar (nunca he sido muy entonado), era el estilo criollo de La tapera de Elías Regules. El estilo me retrajo a un patio, que ha desaparecido, y la memoria de Alvaro Melián Lafinur, que hace tantos años ha muerto. Luego vinieron las palabras. Eran las de la décima del principio. La voz no era la de Álvaro, pero quería parecerse a la de Alvaro. La reconocí con horror.

Me le acerqué y le dije:

-Señor, ¿usted es oriental o argentino?

-Argentino, pero desde el catorce vivo en Ginebra -fue la contestación.

Hubo un silencio largo. Le pregunté:

-¿En el número diecisiete de Malagnou, frente a la iglesia rusa?

Me contestó que si.

-En tal caso -le dije resueltamente- usted se llama Jorge Luis Borges. Yo también soy Jorge Luis Borges. Estamos en 1969, en la ciudad de Cambridge.

-No -me respondió con mi propia voz un poco lejana.

Al cabo de un tiempo insistió:

-Yo estoy aquí en Ginebra, en un banco, a unos pasos del Ródano. Lo raro es que nos parecemos, pero usted es mucho mayor, con la cabeza gris.

Yo le contesté:

-Puedo probarte que no miento. Voy a decirte cosas que no puede saber un desconocido. En casa hay un mate de plata con un pie de serpientes, que trajo de Perú nuestro bisabuelo. También hay una palangana de plata, que pendía del arzón. En el armario de tu cuarto hay dos filas de libros. Los tres de volúmenes de Las mil y una noches de Lane, con grabados en acero y notas en cuerpo menor entre capítulo, el diccionario latino de Quicherat, la Germania de Tácito en latín y en la versión de Gordon, un Don Quijote de la casa Garnier, las Tablas de Sangre de Rivera Indarte, con la dedicatoria del autor, el Sartor Resartus de Carlyle, una biografía de Amiel y, escondido detrás de los demás, un libro en rústica sobre las costumbres sexuales de los pueblos balkánicos. No he olvidado tampoco un atardecer en un primer piso en la plaza Dubourg.

-Dufour -corrigió.

-Esta bien. Dufour. ¿Te basta con todo eso?

-No -respondió-. Esas pruebas no prueban nada. Si yo lo estoy soñando, es natural que sepa lo que yo sé. Su catálogo prolijo es del todo vano.

La objeción era justa. Le contesté:

-Si esta mañana y este encuentro son sueños, cada uno de los dos tiene que pensar que el soñador es él. Tal vez dejemos de soñar, tal vez no. Nuestra evidente obligación, mientras tanto, es aceptar el sueño, como hemos aceptado el universo y haber sido engendrados y mirar con los ojos y respirar.

-¿Y si el sueño durara? -dijo con ansiedad. 

Para tranquilizarlo y tranquilizarme, fingí un aplomo que ciertamente no sentía. Le dije:

-Mi sueño ha durado ya setenta años. Al fin y al cabo, al recordarse, no hay persona que no se encuentre consigo misma. Es lo que nos está pasando ahora, salvo que somos dos. ¿No querés saber algo de mi pasado, que es el porvenir que te espera?

Asintió sin una palabra. Yo proseguí un poco perdido:

-Madre está sana y buena en su casa de Charcas y Maipú, en Buenos Aires, pero padre murió hace unos treinta años. Murió del corazón. Lo acabó una hemiplejía; la mano izquierda puesta sobre la mano derecha era como la mano de un niño sobre la mano de un gigante. Murió con impaciencia de morir, pero sin una queja. Nuestra abuela había muerto en la misma casa. Unos días antes del fin, nos llamo a todos y nos dijo: “Soy una mujer muy vieja, que está muriéndose muy despacio. Que nadie se alborote por una cosa tan común y corriente.”Norah, tu hermana, se casó y tiene dos hijos. A propósito, ¿en casa como están?

-Bien. Padre siempre con sus bromas contra la fe. Anoche dijo que Jesús era como los gauchos, que no quieren comprometerse, y que por eso predicaba en parábolas.

Vaciló y me dijo:

-¿Y usted?

No sé la cifra de los libros que escribirás, pero sé que son demasiados. Escribirás poesías que te darán un agrado no compartido y cuentos de índole fantástica. Darás clases como tu padre y como tantos otros de nuestra sangre. Me agradó que nada me preguntara sobre el fracaso o éxito de los libros.

Cambié. Cambié de tono y proseguí:

-En lo que se refiere a la historia… Hubo otra guerra, casi entre los mismos antagonistas. Francia no tardó en capitular; Inglaterra y América libraron contra un dictador alemán, que se llamaba Hitler, la cíclica batalla de Waterllo. Buenos Aires, hacía mil novecientos cuarenta y seis, engendró otro Rosas, bastante parecido a nuestro pariente. El cincuenta y cinco, la provincia de Córdoba nos salvó, como antes Entre Ríos. Ahora, las cosas andan mal. Rusia está apoderándose del planeta; América, trabada por la superstición de la democracia, no se resuelve a ser un imperio. Cada día que pasa nuestro país es más provinciano. Más provinciano y más engreído, como si cerrara los ojos. No me sorprendería que la enseñanza del latín fuera reemplazada por la del guaraní.

Noté que apenas me prestaba atención. El miedo elemental de lo imposible y sin embargo cierto lo amilanaba. Yo, que no he sido padre, sentí por ese pobre muchacho, más íntimo que un hijo de mi carne, una oleada de amor. Vi que apretaba entre las manos un libro. Le pregunté qué era.

-Los poseídos o, según creo, Los demonios de Fyodor Dostoievski -me replicó no sin vanidad.

-Se me ha desdibujado. ¿Que tal es?

No bien lo dije, sentí que la pregunta era una blasfemia.

-El maestro ruso -dictaminó- ha penetrado más que nadie en los laberintos del alma eslava.

Esa tentativa retórica me pareció una prueba de que se había serenado.

Le pregunté qué otros volúmenes del maestro había recorrido.

Enumeró dos o tres, entre ellos El doble.

Le pregunté si al leerlos distinguía bien los personajes, como en el caso de Joseph Conrad, y si pensaba proseguir el examen de la obra completa.

-La verdad es que no -me respondió con cierta sorpresa.

Le pregunté qué estaba escribiendo y me dijo que preparaba un libro de versos que se titularía Los himnos rojos. También había pensado en Los ritmos rojos.

-¿Por qué no? -le dije-. Podés alegar buenos antecedentes. El verso azul de Rubén Darío y la canción gris de Verlaine.

Sin hacerme caso, me aclaró que su libro cantaría la fraternidad de todos lo hombres. El poeta de nuestro tiempo no puede dar la espalda a su época. Me quedé pensando y le pregunté si verdaderamente se sentía hermano de todos. Por ejemplo, de todos los empresarios de pompas fúnebres, de todos los carteros, de todos buzos, de todos los que viven en la acera de los números pares, de todos los afónicos, etcétera. Me dij o que su libro se refería a la gran masa de los oprimidos y parias.

-Tu masa de oprimidos y de parias -le contesté- no es más que una abstracción. Sólo los individuos existen, si es que existe alguien. El hombre de ayer no es el hombre de hoy sentencio algún griego. Nosotros dos, en este banco de Ginebra o de Cambridge, somos tal vez la prueba.

Salvo en las severas páginas de la Historia, los hechos memorables prescinden de frases memorables. Un hombre a punto de morir quiere acordarse de un grabado entrevisto en la infancia; los soldados que están por entrar en la batalla hablan del barro o del sargento. Nuestra situación era única y, francamente, no estábamos preparados. Hablamos, fatalmente, de letras; temo no haber dicho otras cosas que las que suelo decir a los periodistas. Mi alter ego creía en la invención o descubrimiento de metáforas nuevas; yo en las que corresponden a afinidades íntimas y notorias y que nuestra imaginación ya ha aceptado. La vejez de los hombres y el ocaso, los sueños y la vida, el correr del tiempo y del agua. Le expuse esta opinión, que expondría en un libro años después.

Casi no me escuchaba. De pronto dijo:

-Si usted ha sido yo, ¿cómo explicar que haya olvidado su encuentro con un señor de edad que en 1918 le dijo que él también era Borges?

No había pensado en esa dificultad. Le respondí sin convicción:

-Tal vez el hecho fue tan extraño que traté de olvidarlo.

Aventuró una tímida pregunta:

-¿Cómo anda su memoria?

Comprendí que para un muchacho que no había cumplido veinte años; un hombre de más de setenta era casi un muerto. Le contesté:

-Suele parecerse al olvido, pero todavía encuentra lo que le encargan.

Estudio anglosajón y no soy el último de la clase.

Nuestra conversación ya había durado demasiado para ser la de un sueño.

Una brusca idea se me ocurrió.

-Yo te puedo probar inmediatamente -le dije- que no estás soñando conmigo.

Oí bien este verso, que no has leído nunca, que yo recuerde.

Lentamente entoné la famosa línea:

L’hydre – univers tordant son corps écaillé d’astres. Sentí su casi temeroso estupor. Lo repitió en voz baja, saboreando cada resplandeciente palabra.

-Es verdad -balbuceó-. Yo no podré nunca escribir una línea como ésa.

Hugo nos había unido.

Antes, él había repetido con fervor, ahora lo recuerdo, aquella breve pieza en que Walt Whitman rememora una compartida noche ante el mar, en que fue realmente feliz.

-Si Whitman la ha cantado -observé- es porque la deseaba y no sucedió. El poema gana si adivinamos que es la manifestación de un anhelo, no la historia de un hecho.

Se quedó mirándome.

-Usted no lo conoce -exclamó-. Whitman es capaz de mentir.

Medio siglo no pasa en vano. Bajo nuestra conversación de personas de miscelánea lectura y gustos diversos, comprendí que no podíamos entendernos.

Eramos demasiado distintos y demasiado parecidos. No podíamos engañarnos, lo cual hace difícil el dialogo. Cada uno de los dos era el remendo cricaturesco del otro. La situación era harto anormal para durar mucho más tiempo. Aconsejar o discutir era inútil, porque su inevitable destino era ser el que soy.

De pronto recordé una fantasía de Coleridge. Alguien sueña que cruza el paraíso y le dan como prueba una flor. Al despertarse, ahí está la flor. Se me ocurrió un artificio análogo.

-Oí -le dije-, ¿tenés algún dinero?

-Sí – me replicó-. Tengo unos veinte francos. Esta noche lo convidé a Simón Jichlinski en el Crocodile.

-Dile a Simón que ejercerá la medicina en Carouge, y que hará mucho bien… ahora, me das una de tus monedas.

Sacó tres escudos de plata y unas piezas menores. Sin comprender me ofreció uno de los primeros.

Yo le tendí uno de esos imprudentes billetes americanos que tienen muy diverso valor y el mismo tamaño. Lo examinó con avidez.

-No puede ser -gritó-. Lleva la fecha de mil novecientos sesenta y cuatro. (Meses después alguien me dijo que los billetes de banco no llevan fecha.)

-Todo esto es un milagro -alcanzó a decir- y lo milagroso da miedo. Quienes fueron testigos de la resurrección de Lázaro habrán quedado horrorizados. No hemos cambiado nada, pensé. Siempre las referencias librescas.

Hizo pedazos el billete y guardó la moneda. 

Yo resolví tirarla al río. El arco del escudo de plata perdiéndose en el río de plata hubiera conferido a mi historia una imagen vívida, pero la suerte no lo quiso.

Respondí que lo sobrenatural, si ocurre dos veces, deja de ser aterrador. Le propuse que nos viéramos al día siguiente, en ese mismo banco que está en dos tiempos y en dos sitios.

Asintió en el acto y me dijo, sin mirar el reloj, que se le había hecho tarde. Los dos mentíamos y cada cual sabía que su interlocutor estaba mintiendo. Le dije que iban a venir a buscarme.

-¿A buscarlo? -me interrogó.

-Sí. Cuando alcances mi edad habrás perdido casi por completo la vista.

Verás el color amarillo y sombras y luces. No te preocupes. La ceguera gradual no es una cosa trágica. Es como un lento atardecer de verano. Nos despedimos sin habernos tocado. Al día siguiente no fui. EL otro tampoco habrá ido.

He cavilado mucho sobre este encuentro, que no he contado a nadie. Creo haber descubierto la clave. El encuentro fue real, pero el otro conversó conmigo en un sueño y fue así que pudo olvidarme; yo conversé con él en la vigilia y todavía me atormenta el encuentro.

El otro me soñó, pero no me soñó rigurosamente. Soñó, ahora lo entiendo, la imposible fecha en el dólar.

El Otro José Luis Borges

Reflexionemos cual es el Borges que habla el viejo o el joven que se dice de la ceguera como pudieron darse cuenta hay un cruce de tiempos el Borges viejo ya sentado en una banca en la que luego se siente el borge es joven solo que ambos están separados por el tiempo espacio uno está en Cambridge Inglaterra y el otro en Ginebra Suiza y lo que aparentemente los ha unido en el tiempo es la banca y también podemos ver que el conflicto se centra en que el ciego Borges evocan los lugares de su juventud le cuenta al joven Borges lo que hará y que podría hacer para el final decirle con cierta melancolía que también perderá la vista no estoy seguro de querer encontrarme conmigo mismo de viejo ustedes les gustaría finalmente.

Hay que tener en cuenta el clímax que es la parte de la narración en la que se descubre algo o sucede el momento cumbre de la situación por ejemplo el detective descubre que el asesino es el jefe de policía y lo enfrenta con la mujer encuentra a sus padres a quienes creía fallecidos o el chico que se da cuenta que está enamorado de un fantasma cuál es el momento cumbre de esta narración de Borges.

Ahora bien esta narración es lineal pues siempre va hacia adelante en el tiempo así es el narrador está en primera persona es el protagónico el propio Borges que en realidad sí perdió la vista y aquí en los deja saber sus sensaciones acerca de eso compara la pérdida de la vista con un lento atardecer.

Jorge Luís Borges es un escritor argentino considerado una figura clave tanto para la literatura latinoamericana como universal sus cuentos son fascinantes sigamos un poco más con Borge escuchemos el fragmento de uno de sus cuentos más memorables:

Funes el memorioso

Lo recuerdo (yo no tengo derecho a pronunciar ese verbo sagrado, sólo un hombre en la tierra tuvo derecho y ese hombre ha muerto) con una oscura pasionaria en la mano, viéndola como nadie la ha visto, aunque la mirara desde el crepúsculo del día hasta el de la noche, toda una vida entera. Lo recuerdo, la cara taciturna y aindiada y singularmente remota, detrás del cigarrillo. Recuerdo (creo) sus manos afiladas de trenzador. Recuerdo cerca de esas manos un mate, con las armas de la Banda Oriental; recuerdo en la ventana de la casa una estera amarilla, con un vago paisaje lacustre. Recuerdo claramente su voz; la voz pausada, resentida y nasal del orillero antiguo, sin los silbidos italianos de ahora. Más de tres veces no lo vi; la última, en 1887… 

Tengo la idea de que esta narración sí es lineal.

Efectivamente en el cuento el narrador comienza su historia hablando de cómo conoció a funes y aunque hay saltos en la historia es decir cosas de las cuales no nos enteramos la historia va hacia adelante me imagino que ahora han de querer leer alguno de los cuentos de Borges completo que les parece y luego lo buscan y lo leen con la atención como dato curioso:

Jorge Luís Borges fue nombrado director de la biblioteca nacional en Argentina en 1955 en la cual trabajó durante 18 años estando a su cargo cuando ya había quedado ciego este escritor sí que amaba las letras efectivamente otro dato curioso es que él a pesar de tener un impedimento físico busco los medios para continuar con sus obras narrativas.

Para explicarles un poco más sobre los tipos de desenlaces les invito a repensar estos fragmentos que les leeré a continuación:

El tiempo circular

El Profesor García C., investigador adscrito al Instituto de Investigaciones Físico-Matemáticas de la Universidad de Tolousse, trabajó en la teoría del tiempo circular durante muchos años.

Un día, informó a sus alumnos:

-He comprobado una teoría clave del pensamiento hindú. Encontré la fórmula exacta para demostrar que el tiempo es circular. Esta máquina que inventé comprobará que el tiempo se comporta de una manera semejante a un disco fonográfico que se toca y vuelve a tocar hasta el infinito. En suma, con el objeto de ser un poco más precisos, se podría decir que el tiempo, en pequeños lapsos, se repite o se comporta como un disco rayado.

-Y para demostrar lo dicho, voy a hacer que retrocedamos 30 segundos- dijo oprimiendo un botón.

-He comprobado una teoría clave del pensamiento hindú. Encontré la fórmula exacta para demostrar que el tiempo es circular. Esta máquina que inventé comprobará que el tiempo se comporta de una manera semejante a un disco fonográfico que se toca y vuelve a tocar hasta el infinito. En suma, con el objeto de ser un poco más precisos, se podría decir que el tiempo, en pequeños lapsos, se repite o se comporta como un disco rayado.

-Y para demostrar lo dicho, voy a hacer que retrocedamos 30 segundos- dijo oprimiendo un botón.

-He comprobado una teoría clave del pensamiento hindú. Encontré la fórmula exacta para demostrar que el tiempo es circular. Esta máquina que inventé comprobará que el tiempo se comporta de una manera semejante a un disco fonográfico que se toca y vuelve a tocar hasta el infinito. En suma, con el objeto de ser un poco más precisos, se podría decir que el tiempo, en pequeños lapsos, se repite o se comporta como un disco rayado.

-Y para demostrar lo dicho, voy a hacer que retrocedamos 30 segundos- dijo oprimiendo un botón.

-He comprobado…

Rafael Ávalos Ficacci – El tiempo circular

Aquí podemos leer un desenlace abierto ahora porque creen que se llama abierto observemos el siguiente esquema un final abierto presenta la acción detonadora del desenlace y este es interrumpida no se sabe cómo termine el relato y el lector debe imaginar lo que sucederá.

Por el contrario un final cerrado presenta que las dudas de la historia se aclaran con el final conocemos lo que les depara el futuro a los personajes la problemática planteada se resuelve totalmente como observamos hay dos tipos de finales en resumen el final abierto es aquel en el cual el autor nos deja pensando que seguirá la interpretación de cada uno de los lectores para que cada quien escriba su propio final en el caso del final cerrado todo se aclara todo y sabremos qué pasa con cada uno de los personajes.

Cuáles historias les parecen más interesantes las historias con finales cerrados o abiertos y porque les recomiendo que busquen el cuento Amira y los monstruos de San Cosme. de Silvia Molina, no les contaré el final pero es un gran ejemplo de un final abierto en una historia escalofriante para muestra escuchen un fragmento del cuento:

A mi regreso me encargué de difundir que en el cuarto de piano había un monstruo fétido que torturaba a las niñas: tenía cabeza de serpiente, de dragón o de mujer, según estaba de humor, y emitía un gemido de furia cuando las niñas querían tocar el piano. Había que escapar a la mortífera mirada del HILARIADISAURIO

Para apoyarse y responder las dudas que les hayan surgido en esta sesión revisen su libro de texto lengua materna 2 y ubiquen el aprendizaje esperado y analicen la información que contiene además los invito a llevar a cabo las actividades que ahí se proponen que les parecieron los textos que acabamos de analizar pues a mí me gustan algunas veces los finales cerrados y otros dos abiertos pero ustedes qué piensan de las tramas de los ejemplos anteriores que generaron en ustedes emociones intriga impacto inviten a su familia para comentar sobre estos textos compartan experiencias y recomendaciones de algunos otros que conozca profesora le parece si invitamos a los alumnos y alumnas a practicar lo aprendido en esta sesión titulada sin principios ni finales.

Es muy importante que para reforzar los conocimientos de tramas no lineales y desenlaces abiertos en la narrativa latinoamericana exploren las lecturas que vienen en su libro de texto y seleccionen la que más les llame la atención en su cuaderno realicen el análisis y detecten las características del texto a trabajar pueden auxiliarse con las siguientes preguntas como inicia la historia, de qué se habla en el desarrollo cuál es el desenlace la historia tiene una trama lineal o no lineal cuáles son sus argumentos para respaldar la elección de la trama cuál es el tipo de desenlace que se maneja en la narración abierto o cerrado porque lo consideran así sus respuestas las pueden plasmar en cuadros organizativos o en algún esquema de su preferencia para que les sea más fácil comprender la información.

Ya casi nos acercamos al final por lo que les recuerdo que la lectura y el análisis de los cuentos latinoamericanos les ayudará a entender más sobre el género ya que los ambientes personajes y tramas pueden parecerles muy cercanos así que vamos a leer a disfrutar del contenido de este tipo de textos aquí compartan su experiencia de lectura con las personas cercanas a ustedes además de intercambiar sus impresiones es importante recordarles que la información trabajada de esta sesión la pueden encontrar en los diversos libros de texto.

Scroll al inicio